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06nov04
Los obispos lanzan la primera fase de una campaña contra un eventual avance en la separación Iglesia-Estado.
La movilización arranca con la eutanasia y seguirá hasta el verano con la clase de Religión y el aborto.
La Conferencia Episcopal ha lanzado oficialmente la primera fase de una campaña informativa y publicitaria contra las reformas legislativas emprendidas por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. Una campaña de cuatro fases que se escalonarán a lo largo del curso. Con el objetivo general de «llevar a pie de calle lo que está en el tapete». Y con el objetivo concreto de «movilizar las conciencias» de los católicos contra la eutanasia.
La campaña diseñada y dirigida por la Conferencia Episcopal se desarrollará hasta el verano. Centrada en torno a cuatro grandes temas, que el secretario del episcopado, Juan Antonio Martínez Camino, no quiso desvelar «por estrategia informativa». Según ha podido saber EL MUNDO, además de la eutanasia, la campaña se va a centrar en la clase de religión, la defensa de la familia y la defensa de la vida o la lucha contra el aborto.
El otro gran contencioso, el de la financiación, se ha descartado, «para no dar la impresión de peseteros», según fuentes de la Casa de la Iglesia. Y, porque, además, como señala el propio secretario general, «es un tema importante, pero no vital para la Iglesia. Un tema que no nos va a quitar libertad de acción».
La segunda fase, centrada en la clase de Religión, se pondrá en marcha a principios de diciembre. Para que le quede claro al Gobierno socialista que en ese tema la Iglesia no va a ceder porque se juega la hegemonía cultural. Eso sí, podría rebajar sus pretensiones, como anunció el portavoz del episcopado. «La clase de Religión tiene que responder al derecho constitucional que tienen los padres y pide el 75% de ellos» y «debe impartirse de una manera efectiva, es decir que no se sitúe cuando los autobuses no han llegado o ya se van o cuando los demás están en el recreo».
Eso será en el mes de diciembre, como paso previo -si el Gobierno no cede a las pretensiones de la Iglesia- a la gran manifestación que se va a celebrar en Madrid. Ahora mismo, desde este fin de semana, se va a poner en marcha la primera fase de lo que los obispos llaman «una acción pastoral pero con implicaciones sociales y políticas».
Millones de folletos
En la campaña eclesial contra todo tipo de eutanasia, tanto la activa como la pasiva, se van a distribuir por toda España siete millones de desplegables en castellano, más millón y medio en gallego, catalán y euskara. Además, se organizarán mesas redondas sobre el tema, se repartirán miles de carteles en parroquias y colegios, se difundirán cuñas radiofónicas en la Cadena Cope y, sobre todo, se abordará el tema en predicaciones y catequesis.
Martínez Camino no quiso especificar el coste total de la campaña. Sólo dijo que era «mínimo» en comparación con las campañas políticas. Bajo el lema Toda la vida, para ser vivida, se trata de ofrecer la respuesta de la doctrina católica a «mensajes simples, pero no veraces» sobre la eutanasia. Por ejemplo, que la eutanasia es «siempre una forma de homicidio» y que su legalización traería «graves consecuencias sociales», porque «algunos enfermos podrían ser fácilmente eliminados sin su consentimiento».
Y es que, además, la vida no está a disposición del propio individuo «como si fuera una finca o una cuenta bancaria», porque su dignidad «tiene su origen y destino en Dios». Y «la muerte es buena amiga del hombre».
Los obispos pretenden, pues, por un lado «asegurar» la fe de los católicos, a veces tambaleante y «sometida a la presión de continuos y falsos eslóganes», Y por otro, convencerles de que la «visión cristiana» es la mejor y, por lo tanto, tienen que sentirse orgullosos de ella y defenderla donde sea.
A pesar de esta campaña directa de los obispos y de otras dos campañas (a favor de la clase de Religión y contra el matrimonio gay) que están en marcha por parte de diversas asociaciones católicas, el secretario de la Conferencia Episcopal sigue manteniendo que «los obispos nunca han convocado ni van a convocar manifestaciones».A renglón seguido, añade siempre que «si hay católicos que quieren hacerlo, bienvenido sea». Porque «la fe también tiene lógicamente repercusiones sociales y políticas» y la «labor profética» de los obispos consiste en «movilizar las conciencias, la razón y la fe de los cristianos».
Fuente: José Manuel Vidal, Diario El Mundo, Madrid, 06nov04
Conflicto enseñanza religiosa - DDHH en España
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