30abr01
Vuelve el diezmo
Cuándo creíamos que habían muerto los rancios privilegios eclesiásticos, nos encontramos en los primeros pasos del siglo XXI, con un hallazgo singular que, ciertamente, nos hace preguntar sobre la vigencia de los medios con los que la Inquisición obtenía el testimonio de quienes llamaban herejes: el miedo.
A la velada presión con la que han de convivir los profesores de Religión y Moral Católica en el ejercicio de sus funciones, se le une ahora la imposición de un singular diezmo, más refinado y sofisticado -faltaría más en la aldea global e informatizada-, pero finalmente diezmo. Desde la Diócesis Nivariense se ha remitido a estos trabajadores una singular misiva que, al no tener desperdicio, reproducimos en su integridad:
Estimado amigo/a: Nos toca en diciembre hacer revisión de nuestras cuentas. Como sabéis, pretendemos la autofinanciación de los servicios que realiza la delegación de enseñanza. Eso supone la colaboración de todos. Esta se realiza de muchos modos, desde la ayuda mutua, el servicio y apoyo que nos prestamos fraternalmente, hasta la aportación económica.
Me refiero a esta última. En estos momentos estamos escasos de fondos, entre otras cosas porque hemos querido ayudar a compañeros en dificultad.
Al hacer balance hemos encontrado que tú no has aportado nada desde.....hasta la fecha de hoy. Si hay alguna causa dínoslo con toda tranquilidad. Si ha sido despiste, intenta hacerlo antes de que finalice el año (si es error nuestro o que no has puesto en tu banco o caja quien hace el ingreso, llámanos).
Para el futuro lo mejor es que des orden a tu banco o caja para que haga una transferencia periódica. Haz el cálculo sobre tu sueldo: hemos convenido que sea el 0,6% del mismo.
Te doy las gracias anticipadamente,
Fdo.: José Hermógenes Martín
Delegado Diocesano de Enseñanza.Como bien puede observarse, grácilmente, amablemente y "voluntariamente" se invita al colectivo a que forzosamente coopera desde su exigua nómina, con una genérica -por su inconcreción- ayuda y a una cuenta corriente que hasta la fecha su titular no es la Diócesis, sino el mismo firmante de la misiva, don José Hermógenes Martín, Delegado Diocesano de Enseñanza de Tenerife.
Al parecer la contraprestación por tal altruista colaboración es la protección que dispensa esa Diócesis al profesorado para así poder seguir en sus puestos de trabajo. Dicho de otro modo, quedan obsoletas las medidas de protección al trabajador previstas en el Estatuto de los Trabajadores en pro de un sistema siciliano que mucho y buenos resultados ha venido dando en los negocios del hampa.
Por otro lado, asistimos asombrados al descubrimiento de la medida del miedo: 0,6% del sueldo a cambio de poder seguir trabajando. O sea, también ha muerto para esa institución algo tan elemental en el mundo del trabajo como lo es que a cambio de unos servicios se abone un sueldo justo y proporcionado. Buena nota pueden tomas los legisladores para, en sus reformas laborales, ir introduciendo que ya no solo basta con trabajar para ganarse el sueldo sino que es menester que el trabajador grácilmente pague su estabilidad. El sistema parece lógico: cuanto más aporte el profesor a la cuenta del Sr. Hermógenes, más años de servicio le quedan, con lo que, abonando la cantidad resultante de multiplicar los años que le restan para su jubilación por el 0,6% de su sueldo, garantiza sin duda llegar a la misma con plena estabilidad.
Quizás debe modificarse el artículo 1 del Estatuto de los Trabajadores e introducir, para este profesorado, una nueva característica: Voluntariedad, ajeneidad, retribución, sometimiento a una organización empresarial y diezmo salarial en favor de la Diócesis.
Por fortuna el diezmo murió hace mucho tiempo y las prácticas torticeras como la que aquí se describe, deben morir igualmente si queremos una enseñanza de calidad y sobre todo aplicar en la práctica, lo que tantas veces se reivindica: Justicia social. Todo ello por no hablar de la contradicción que supone lo que se denuncia desde los pulpitos en esta materia y lo que se hace habitualmente con los trabajadores relacionados con él.
Miguel A. Díaz Palarea
Confederación Canaria de TrabajadoresFuente: La Opinión de Tenerife, 30abr01.
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Este documento ha sido publicado el 27mar02 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights