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23Apr09


Tres albaceteños en Mauthausen.


Por Juan Ocaña

El caso de tres albaceteños se ha sumado a la querella contra cuatro SS refugiados en los Estados Unidos. Se trata de José Ocaña García, José Saez Cutanda y Emilio Caballero Vico. Como los dos primeros ya han fallecido, son su hijo y su viuda respectivamente quienes ejercen el derecho de acusación en la querella.

    - Juan Ocaña, hijo de José Ocaña García nacido en Paterna del Madera en 1907.

    Durante la guerra civil y en su calidad de oficial de intendencia del Ejército Republicano, trabajó con las Brigadas Internacionales en Albacete, para luchar finalmente en el frente del Ebro.

    Después de cruzar la frontera hacia Francia, se enroló en el ejército francés y fue apresado por los nazis en junio 1940. Estuvo en Mauthausen y otros subcampos desde agosto 1940 hasta la liberación en mayo 1945.

    - Pierrette Saez, viuda de José Saez Cutanda nacido en Bormate en 1919.

    Se enroló a los 18 años en el ejército de la República. Al término de la guerra se refugió en Francia. Allí fue hecho prisionero e internado en varios campos de trabajo franceses. En diciembre 1939 ingresó en la 25 Compañía de Trabajadores Extranjeros. Fue capturado por los Alemanes en junio 1940. Pasó por Mauthausen y otros subcampos hasta que fue liberado en mayo 1945.

    El único superviviente vive todavía en Francia:

    - Emilio Caballero Vico, nacido en Mahora en 1917.

    Prestó servicio en el ejército de la República. Después de cruzar la frontera hacia Francia, pasó por el campo francés de Barcares. Se enroló en una Compañía de Trabajadores Extranjeros y fue hecho prisionero en junio 1940. En septiembre del mismo año fue trasladado al campo de exterminio de Mauthausen y después al subcampo de Gusen I, donde permaneció prisionero hasta la liberación en mayo 1945.

En la querella se subrayaba que en los campos de exterminio nazis fueron recluidos miles y miles de personas que fueron objeto de «torturas, maltratos y abusos» y sometidos «a programas de exterminio diseñados por el sistema nacionalsocialista». Sólo en el campo de Mauthausen estuvieron prisioneros mas de 7.000 republicanos españoles, de los cuales murieron más de 4.300 y, entre ellos, unos 500 castellano-manchegos y 94 albaceteños.

El 30 de marzo pasado el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno tomó declaración como testigos a Jesús Tello y Ramiro Santisteban, dos españoles supervivientes del holocausto nazi, en el marco de la querella contra 4 miembros de la SS refugiados en los Estados Unidos. La querella fue presentada el año pasado por el Equipo Nizkor (colectivo de juristas internacionales especialistas en la defensa de los derechos humanos) que declara:

«Por primera vez en los últimos sesenta años, víctimas del nacionalsocialismo alemán y, especialmente del campo de exterminio de Mauthausen, pueden presentarse ante los tribunales españoles a efectos, no sólo de exigir justicia, sino también de lograr su reconocimiento jurídico negado sistemáticamente por el Estado español, tanto por el régimen franquista como por los gobiernos democráticos surgidos después de la Constitución de 1978. En este caso concreto, la Audiencia Nacional, y especialmente los fiscales asignados al caso y el juez instructor, tienen en sus manos no sólo hacer justicia, lo cual por sí solo ya sería suficiente, sino que exista un reconocimiento de tales víctimas y de la colaboración española en el Tercer Reich.

Desde el punto de vista de los representantes jurídicos de la querella, el testimonio de los dos testigos fue un éxito debido a la lucidez y sistematización de los hechos, que, a pesar de su edad, realizaron Jesús Tello y Ramiro Santisteban, ajustando totalmente su declaración a los hechos probados en la querella.

No obstante nos encontramos con varias afirmaciones que fueron reproducidas en diversos medios y que, en algunos casos son totalmente falsas. Cuando afirman que 'ninguno de los dos testigos pudieron reconocer fotográficamente a los oficiales del campo ni a ninguno de los cuatros imputados como los carceleros que los custodiaron durante su cautiverio en Mauthausen'.

La afirmación de que se les presentaron fotos de los cuatro acusados, o sea de Johann Leprich, Anton Tittjung, Josias Krumpf e Ivan (John) Demjanjuk, es simplemente falsa. La afirmación que se le presentaron fotos de los «oficiales del campo» es manifiestamente falsa.

Las únicas fotos que se exhibieron a los testigos fueron con la única finalidad de que ellos explicaran los diferente métodos de exterminio utilizados dentro del campo.

Desconocemos si existe una fuente para dicha información, pero es evidente que no puede provenir de los fiscales presentes en la declaración de los testigos porque ellos saben perfectamente qué es lo que ocurrió y qué fotos se presentaron.

Este tipo de información sólo se puede entender como una clara defensa de los intereses de los acusados y tiene la indudable intención de crear un estado de opinión que facilite el archivo de la causa, para lo cual es necesario una deslegitimación de los medios de prueba existentes.

En todo los casos los elementos de prueba de los hechos ocurridos en dichos centros de exterminio y la finalidad criminal de los SS Totenkopf (Batallón de la Calavera) son hechos probados y, por consiguiente, fuera de toda discusión procesal o de fondo. Para abundar más aún, la Fiscalía de Munich ha decretado orden de detención contra Ivan (John) Demjanjuk por hechos cometidos en Sobibor y esto en base a elementos probatorios que son idénticos y del mismo origen que los presentados por la querella en la Audiencia Nacional».

[Fuente: Por Juan Ocaña para La Verdad, Albacete, 23abr09]

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Caso SS Totenkopf
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