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04jul15
Las familias asumen el 40% de los recortes universitarios
Las familias han acabado asumiendo parte de los recortes que se han producido en las universidades públicas españolas durante estos años de crisis. Las comunidades autónomas han subido los precios de las matrículas al mismo tiempo que recortaban los presupuestos educativos y esto ha provocado algunos cambios en la financiación de los campus: el 22% del dinero que les llega procede ya de las tasas pagadas por los estudiantes.
En 2010, las matrículas representaban sólo el 15% de los ingresos estructurales de las universidades públicas y el 85% restante lo ponían las comunidades. Pero los porcentajes cambiaron en 2013: el 78% fue dinero público y el 22% llegó del importe de las matrículas. La financiación procedente de los presupuestos autonómicos ha perdido 1.082 millones en estos tres años (un 16% menos), mientras que la que viene de las tasas abonadas por las familias ha aumentado en 422 millones (un 36% más). En otras palabras: los estudiantes han pagado el 40% de los recortes. Y, como la subida de las tasas no ha compensado del todo la reducción de los presupuestos autonómicos, a los campus les queda un saldo negativo de financiación estructural de 660 millones.
Ésta es una de las conclusiones del informe La universidad española en cifras, un balance de los años de crisis que ayer presentó la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (Crue). El trabajo, en el que han participado 48 campus públicos y 16 privados y que sintetiza más de 300.000 datos, denuncia que "el incremento experimentado en los precios públicos impacta directamente en la renta familiar y en el esfuerzo económico que tienen que desempeñar los estudiantes para cursar estudios superiores".
"Al final, se carga sobre las familias el gasto de la educación pública y se está privatizando, en cierto modo, la universidad", lamenta Luis Cereijo, presidente de la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas de España (Creup). El rector de la Uned, Alejandro Tiana, explica que su centro, que depende del Ministerio de Educación, se financia ahora en un 60% con dinero de los estudiantes y en un 40% con dinero público cuando, hace unos años, la proporción era justamente la contraria.
El informe de los rectores se queja de los recortes y aprovecha también para tirar de las orejas al ex ministro José Ignacio Wert, que siempre presume de haber dedicado a las becas "el más alto presupuesto de la historia": 1.413 millones de euros. Los responsables de los campus no lo niegan, pero denuncian que el dinero que al final llega el bolsillo de cada alumno es menor.
La cuantía media de ayuda por alumno para las universidades públicas presenciales se situó en 2.562 euros en el curso 2013/2014, "retrocediendo" hasta niveles de 2004/2005. Los estudiantes perciben un 14% menos que lo que se les daba en el curso 2008/2009. Esta caída se explica por el hecho de que haya más beneficiarios de becas que antes. El número de ayudas a estudiantes de ciclo y grado se incrementó en un 41% en relación a 2008/2009, algo que los rectores atribuyen a la "pérdida generalizada de poder adquisitivo de los españoles desde la crisis".
"El dinero se ha repartido entre más personas. Teniendo en cuenta que el precio de las tasas ha subido de una forma muy significativa, ahora hay muchos estudiantes que se encuentran en una situación muy problemática. Se ha demostrado que el sistema no funciona", apunta Carlos Andradas, rector de la Universidad Complutense de Madrid.
El informe, elaborado por Juan Hernández Armenteros, profesor de la Universidad de Jaén, y por José Antonio Pérez García, profesor de la Universidad Politécnica de Valencia, recalca que ahora hay "un mayor nivel de precariedad, más incertidumbre y más exclusión".
Armenteros sostiene que el mismo estudiante que antes percibía 6.500 euros anuales ahora consigue, como mucho, 4.250 euros, porque el nuevo modelo penaliza a quienes tienen que desplazarse varios kilómetros para ir a la universidad: "El alumno que antes recibía 3.000 euros en movilidad ahora percibe 1.500 euros".
Esto ocurre por el nuevo sistema de ayudas, que, además del nivel de renta, tiene en cuenta el rendimiento académico. La beca tiene una parte fija (cuya cuantía se obtiene en función de la renta y siempre que se cumpla un mínimo académico) y una parte variable que se reparte con lo que sobra de la fija entre todos los aspirantes, en función de la nota y la renta. En teoría, con mejores notas y mejor renta, la beca tendría que ser más sustanciosa. Pero, al final, la cuantía media ha disminuido porque el dinero que hay se tiene que repartir entre más gente.
El Ministerio de Educación defiende que con este modelo "se garantiza la sostenibilidad del sistema, se evitan desviaciones presupuestarias y se promueve la cultura del esfuerzo".
El rendimiento del alumno mejora un 20%
A pesar del endurecimiento de los requisitos académicos para optar a una beca, el rendimiento de los estudiantes de grado respecto a los alumnos de los antiguos títulos de ciclo "ha mejorado de manera muy intensa", dice el informe de los rectores.
Entre los cursos 2008/2009 y 2013/2014, la relación entre el número de créditos aprobados y el número de créditos matriculados se ha incrementado en un 20,41%. En el caso de las universidades públicas, la mejora ha sido del 21,72% y, en el caso de las privadas, de un 3,35%.
Los estudiantes de las carreras de Ciencias Sociales y Jurídicas son los que más esfuerzos han hecho y, los que menos, los de la rama de Ciencias de la Salud. Según el Ministerio de Educación, estos datos confirman que, a mayor exigencia, más esfuerzo. Los alumnos estudian más a pesar de enfrentarse a más dificultades. O se ponen más las pilas porque saben que, en un contexto donde la mitad de los jóvenes está en paro, destacar en la universidad puede darles la posibilidad de tener un trabajo.
"La implantación del Plan Bolonia mejora el rendimiento académico", sostuvo ayer Juan Francisco Juliá, vicepresidente ejecutivo de la Crue y coordinador del informe. Era una forma de decirle al nuevo ministro, Íñigo Méndez de Vigo, que el modelo universitario adaptado al Espacio Europeo de Educación Superior -con grados de cuatro años y másteres de uno- funciona y no hay necesidad de cambiarlo a uno de grados de menor duración, como el modelo al que ha abierto la puerta el Gobierno.
Según el informe de los rectores, las titulaciones con menos de 20 alumnos representaban, en el curso 2013/2014, un 11,51% del total. Los rectores esgrimen que las universidades públicas "han corregido sus problemas de eficiencia" asociados a la existencia de titulaciones con baja demanda porque, en el curso 2008/2009, estas titulaciones ascendían al 18% de todos los estudios. Distintas fuentes educativas señalan, sin embargo, que el porcentaje sigue siendo demasiado elevado. Carlos Andradas, rector de la Universidad Complutense de Madrid, opina, por el contrario, que "hay grados con un carácter muy vocacional y no necesariamente dirigido a estudios de moda o a la inserción laboral". Cita, por ejemplo, los estudios hebreos, que tienen pocos alumnos. "Presentan un interés desde un punto de vista cultural, tienen un valor y una función en sí mismos, y, por su peculiaridad, no se pueden meter en los criterios generales de valoración. No se miden en términos de rentabilidad, sino en términos estratégicos y de funcionamiento social", argumenta. El informe señala, por otro lado, que la oferta de estudios de grado se ha reducido en un 6,34% en los campus públicos y ha aumentado un 16,33% en los campus privados desde el inicio de la crisis.
Las carreras más demandadas por los alumnos de nuevo ingreso en el curso 2013/2014 fueron Administración y Dirección de Empresas, Derecho, Educación Primaria e Infantil, Enfermería, Medicina e Ingeniería Informática. Las carreras relacionadas con las Ciencias de la Salud son las que atraen a estudiantes con mejores notas, seguidas de las de la rama de Arquitectura e Ingeniería.
La crisis ha tenido algo bueno, y es que hay más alumnos que van a la universidad, ante la falta de perspectivas laborales. La demanda ha experimentado un ligero crecimiento del 1,53% entre 2008/2009 y 2013/2014.En términos de alumnos presenciales, mientras las universidades públicas han registrado un ligero descenso de estudiantes del 0,87%, las privadas crecen un 20,32%. Juliá hizo notar que, en el periodo comprendido entre 2000 y 2015, "no se ha creado ninguna universidad pública" y han aparecido, a cambio, "13 universidades privadas". Hay también un boom con los másteres: los estudiantes matriculados han crecido un 138,11% desde 2008, mientras que los que se apuntan a los grados sólo han subido un 2,38%.
Los catalanes pagan tres veces más que los andaluces
Estudiar no cuesta igual en España. Los alumnos que acuden a las universidades públicas catalanas pagan tres veces más que los que van a las andaluzas o a las gallegas. En la Comunidad de Madrid, el precio de la matrícula es el doble que en Murcia o en Cantabria. En el informe presentado ayer por los rectores, se denuncia la "brecha" autonómica de precios públicos que existe actualmente y se habla de "divergencias2 entre regiones que han crecido en los últimos años con una "intensidad dispar".
Los autores indican que, desde la aprobación del Real Decreto de Medidas Urgentes de Racionalización del Gasto Público en el Ámbito Educativo, en abril de 2012, las diferencias en los precios públicos aprobados en las distintas comunidades autónomas "se han ampliado de forma progresiva".
Las que más han subido los precios son Cataluña (un 158,4%) y la Comunidad de Madrid (un 117,3%), que han aumentado más del doble su matrícula en los últimos cinco años. La tercera es la Comunidad Valenciana, con un incremento del 93,9%. Las que menos, Galicia (5,1%), Andalucía (9,7%) y Cantabria (10%). Todas las comunidades autónomas han aumentado sus precios.
Alejandro Tiana, rector de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (Uned), dice que lo que más le ha llamado la atención del informe es la "heterogeneidad que se ha ido creando en el sistema universitario español" en los últimos años. "Hasta 2008 teníamos un sistema más homogéneo, pero ahora hay comunidades donde la matrícula cuesta más del doble que en otras", explica el que fuera secretario general de Educación entre 2004 y 2008, con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Tiana señala que, "sobre todo a partir de la aprobación del real decreto de 2012, las comunidades autónomas, en función de la situación de sus finanzas, han ido reduciendo más o menos su financiación y transfiriendo parte del coste a las matrículas de los estudiantes". "Esto es una novedad de estos años, yo no sé si deseada pero sí indeseable".
El informe apunta también, por otro lado, que España tiene uno de los niveles de precios públicos más elevados de la UE. Cita el National Students Fee and Support Systems elaborado por la ComisiónEuropea con datos de 2015. Para el curso 2013/2014, el importe anual de las matrículas de grado era de 1.257 euros en nuestro país, sólo superado por el de Reino Unido (4.409 euros), Irlanda (2.500 euros) e Italia (1.300 euros).
Manuel López, presidente de la Crue, recordó ayer que el incremento de las tasas y la disminución de la cuantía media de las becas suponen "una acción disuasoria sobre el acceso a la universidad" en un momento "en el que la demanda de formación especializada es mayor que nunca".
A la presentación del informe acudió un representante del Ministerio de Educación, el director general de Política Universitaria, Jorge Sainz, que dijo que el documento "contribuye a la transparencia del sistema universitario español".
[Fuente: Por Olga R. Sanmartín, El Mundo, Madrid, 04jul15]
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