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23abr17
Las fotografías del entierro de Sanjurjo en Melilla muestran que hubo ceremonia militar
El entierro del general Sanjurjo el pasado 23 de marzo en el Pabellón de Héroes Regulares del Cementerio de Melilla sí fue una ceremonia militar que requirió de la participación de varios soldados, según se puede comprobar analizando fotografías del acto a las que ha podido acceder El Confidencial.
El ministerio de Defensa insistió el viernes, tras la publicación de la noticia de que al general dos veces golpista no se le inhumó "con honores", sino que se había tratado de una "ceremonia privada e íntima para los familiares, un entierro normal" al que el comandante Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu y el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, habían acudido a título personal.
Sin embargo, oficiales de alto rango consultados por este periódico se dividen a la hora de valorar los hechos. Uno de ellos aseguraba que, a juzgar por las fotos, sí se le enterró con honores, aunque el boato fuese el mínimo: con "cuatro soldados, entre ellos el custodio" que acompañó el cuerpo desde la península.
Otro alto oficial consultado citó el Real Decreto del 22 de mayo de 2010 firmado por la entonces ministra Carme Chacón, y de cuya lectura se interpreta que al general Sanjurjo no le corresponde ningún honor porque su figura no queda incluida en ninguna de las categorías con derecho a ello. "En las inhumaciones en las que sí corresponde, los honores se representan con un piquete, algo parecido a lo que aparece en la foto pero con armas", dijo la fuente.
Por su parte, el presidente de la Ciudad Autónoma de Melillla, Juan José Imbroda (PP), confirmó el sábado su asistencia al acto y la justificó asegurando que Sanjurjo fue uno de los militares que defendieron a Melilla en la guerra de 1921, y que volvería a asistir a su sepelio como hizo el pasado 23 de marzo de 2017.
Sanjurjo, general dos veces golpista, había sido exhumado del Mausoleo franquista de Los Caídos de Pamplona el 16 de noviembre en virtud a la Ley de Memoria Histórica, junto a otro de los 'cerebros' del Alzamiento, el general Emilio Mola.
Fuentes del Ejército de Tierra aseguraron que fue la familia de Sanjurjo la que solicitó que este fuese enterrado en un panteón militar. "Atendiendo a que fue Comandante General de Melilla, estuvo al mando de las fuerzas Regulares y estaba en posesión de dos cruces laureadas de San Fernando (1914 y 1926), se autorizó que el entierro se celebrase en el cementerio municipal de Melilla, en el panteón de Regulares número 2, que se sigue utilizando para la inhumación de los fallecidos de Regulares que lo requieran".
Las mismas fuentes concretaron que la familia se había encargado de llevar los restos desde Pamplona hasta la base logística de Colmejar Viejo (Madrid) y que, desde allí, el traslado se realizó en helicóptero hasta Melilla, en uno de los vuelos regulares del Ejército.
Para evitar polémicas, la inhumación se realizó con secretismo y se cursaron invitaciones limitadas a algunas personalidades de la ciudad autónoma. El nombre de Sanjurjo no aparece en el registro oficial y no hay acceso sin autorización al interior del Pabellón, que solo se puede ver desde la verja.
[Fuente: Por Ignacio Cembrero y Ángel Villarino, El Confidencial, Madrid, 23abr17]
Impunidad y crímenes franquistas
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