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03jun16


El Banco de España pide una nueva reforma laboral para reducir la protección del empleo fijo


El Banco de España irrumpe en la campaña electoral del 26-J y convierte su informe anual correspondiente a 2015 en un manual de instrucciones para los partidos, dictándole los pasos que han de dar para corregir los desequilibrios que lastran nuestra economía. El peor de todo es el paro, como reconoce el propio gobernador, Luis María Linde, para quien se mantiene en un nivel "que resulta socialmente inaceptable".

El Banco de España avisa de que "las incertidumbres ligadas al contexto político interno incrementan las dudas en torno al curso futuro de las políticas económicas y el desarrollo de las reformas necesarias para culminar esos retos pendientes y mejorar las perspectivas de crecimiento". Y entre sus preocupaciones destaca que el "elevado" desempleo conduzca a que una parte "considerable" del mismo se convierta en estructural y en un obstáculo, en definitiva, para un comportamiento más dinámico de la productividad. Para evitarlo, extiende una serie de recetas que van desde la pérdida de derechos laborales hasta la cronificación de los bajos salarios.

Para empezar, el Banco de España cree que hay que incentivar la contratación indefinida, aunque en peores condiciones que las que rigen actualmente nuestro mercado laboral.

"Para corregir el fuerte incentivo que la actual regulación otorga a la contratación temporal, se hace necesario potenciar el atractivo de la contratación indefinida, evitando que su excesiva protección siga incentivando la temporalidad", sostiene Luis María Linde, en una clara alusión a lo que él considera la necesidad de abaratar la indemnización por despido improcedente. Esa propuesta se oculta tras el siguiente eufemismo: "Reducir la brecha que separa las condiciones de terminación de las distintas modalidades de contratación". Es decir, sería necesario abordar una nueva reforma laboral con el fin de fomentar el empleo fijo con lo que el Banco de España llama en un lenguaje farragoso "actuaciones adicionales que permitan a las empresas optar por una adecuación de las condiciones laborales a su situación específica y refuercen su flexibilidad interna, en línea con las instituciones del mercado de trabajo existentes en otros países europeos".

Se trata de una fórmula endiablada para acabar con el problema de que haya una bajísima proporción de empleos fijos respecto a los temporales -en mayo se firmaron 1.748.449 contratos de los que solo el 8,34% pertenecían a la primera categoría- vaciando de derechos a los contratos indefinidos, acercándolos así a los modelos que apuntalan la precariedad del mercado laboral. Pero no es el único "recorte" que promociona el Banco de España.

El informe también señala que las políticas activas deberían contribuir a aumentar la empleabilidad de los desempleados de larga duración que presentan niveles de cualificación bajos, por lo que ve "crucial" mejorar la vinculación entre políticas activas y pasivas. En concreto, apuesta por modernizar los servicios públicos de empleo e incrementar los recursos disponibles en las políticas activas por desempleado, siendo "deseable" relanzar las actividades de formación y orientación, que "en comparación con otros países europeos, son relativamente escasas en España", frente a un peso "elevado" de los incentivos a la contratación, cuya efectividad suele ser "limitada". Esto, traducido, significa que quiere recortar las bonificaciones a la contratación en el conjunto del gasto en políticas activas de empleo.

En cuanto a los salarios, el Banco de España sostiene que para reforzar la recuperación de la economía y lograr un crecimiento "equilibrado" es necesario que los salarios se vinculen a las condiciones "específicas" de cada sector o empresa, ya que habrá que realizar un "proceso de reasignación de empleo entre empresas y ramas de actividad que requiere de ajustes en los precios y costes relativos". De esta forma, el organismo considera que, aunque la relación entre los incrementos de salarios y la situación de cada uno de los sectores "ha aumentado en los últimos años, ésta sigue siendo reducida".

El organismo asegura que las reformas laborales, especialmente la de 2012, habrían facilitado la moderación salarial al favorecer una mayor adecuación de las condiciones laborales a un entorno caracterizado por la debilidad de la demanda y el elevado desempleo, lo que para el organismo ha resultado "crucial" para la recuperación de la competitividad de la economía española y del empleo.

Cabe recordar que, según las cuentas del Banco de España publicadas en marzo, Linde ganó 183.969 euros en 2015, lo que supone un 4,5 % más que un año antes, después de recibir parte de la paga extraordinaria de diciembre de 2012. El gobernador recibió un sueldo bruto de 174.733,6 euros, más un complemento personal de 3.310,20 euros. A esto hay que añadir la recuperación parcial de la paga extraordinaria de diciembre de 2012, que alcanzó un volumen de 5.925,6 euros.

De la misma manera, el subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, percibió en 2015, un salario de 203.798 euros, el 0,19 % más que los 203.410 euros cobrados un año antes. Según los datos del Banco de España, el sueldo bruto del subgobernador en 2015, ascendió a 167.414,64 euros, a los que hay que sumar complementos personales por importe de 30.092,07 euros, así como la recuperación de parte de la paga extra de diciembre de 2012, por 6.291,71 euros.

En materia de impuestos, las recomendaciones de Linde no son más tranquilizadoras. El Banco de España deja a la consideración del Gobierno "una estructura impositiva que permita obtener de forma estable los recursos suficientes para financiar el nivel deseado de gasto público. En este sentido, podría considerarse aumentar el peso de la imposición indirecta y racionalizar la amplia gama de deducciones, bonificaciones y reducciones", que merman la recaudación. El informe habla de "ampliación de las bases del IVA", que no de subida de los tipos vigentes, y sí de incrementar "los impuestos especiales y la fiscalidad medioambiental".

Urge a detallar medidas para reducir el déficit en todas las Administraciones Públicas

El Banco de España cree que es "esencial" culminar el proceso de consolidación fiscal para preservar la confianza en la economía española, por eso ha llamado a todos los niveles de la Administración, desde el Estado a los ayuntamientos, a "detallar las medidas necesarias para garantizar el cumplimiento de los objetivos fiscales" en el medio plazo. Así lo recoge en el informe, consciente de que "las incertidumbres ligadas al contexto político interno incrementan, a su vez, las dudas en torno al curso futuro de las políticas económicas y el desarrollo de las reformas necesarias para culminar los retos pendientes", como es esta consolidación fiscal.

"La magnitud de los ajustes pendientes para situar las finanzas públicas en una situación saneada es todavía significativa", avisa el banco emisor, al tiempo que admite que la reducción del déficit público hasta el 2,5% en 2017, como ha fijado la Comisión Europea, "comportará costes en el corto plazo". No obstante, la institución dirigida por Luis María Linde también destaca que ese ajuste "generará beneficios en el medio plazo", por lo que llama a "definir una senda de consolidación de medio plazo en la que se detallen las medidas necesarias para garantizar el cumplimiento de los objetivos fiscales que cubra todas y cada una de las distintas administraciones y que se encuentre anclado en una previsión prudente de la evolución macroeconómica y de los ingresos públicos".

[Fuente: Por Pilar Gassent, República de las ideas, Madrid, 03jun16]

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