Equipo Nizkor - El Presidente Pedro Sánchez arrastrado por Junqueras, Torra e Iglesias en un penoso espectáculo nunca visto.

El Presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, deambula como un zombi por el Palacio de La Moncloa en plena crisis de Cataluña, donde está siendo humillado y va a remolque de: el delincuente Oriol Junqueras; el inhabilitado, y suspendido como diputado, Quim Torra; y el inefable Gabriel Rufián. El 'bombero' entrometido en el Palacio de La Moncloa para rectificar y redactar los comunicados del Gobierno y para ordenar el calendario de las visitas del Presidente en el territorio catalán.

Algo nunca visto en la Historia de España ni en ningún país democrático de nuestro entorno. Y lo que está dejando en una pésima situación no sólo el liderazgo de Sánchez sino las primeras instituciones españolas.

Veamos la secuencia de lo ocurrido el pasado jueves día 30 de enero en el Palacio de La Moncloa, tras anunciar Torra de que la legislatura de Cataluña está acabada y que anunciará el día de las elecciones cuando se aprueben los Presupuestos de esa Comunidad:

-La vicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo declara por la mañana ante los medios que aún no está decidido el encuentro de Sánchez con Torra que se anunció para el día 6 de febrero en Barcelona, ante la declaración de Torra de que en esa reunión se hablará de amnistía y autodeterminación, lo que Calvo -que se niega a mencionar la Constitución- declaró que está fuera del 'ordenamiento jurídico' español.

-A última hora de la mañana Moncloa emite un comunicado oficial en el que desautoriza a Calvo y confirma que Sánchez se entrevistará con Torra en Barcelona el día 6 de febrero.

-Pero el comunicado añade que, dada la situación política catalana, la 'Mesa de Diálogo' sobre 'el conflicto político' catalán, pactada entre PSOE y ERC (es decir entre Sánchez y Junqueras) queda aplazada hasta después de las elecciones catalanas. Sobre las que el citado comunicado dice que Torra las bebe adelantar, para que la mencionada 'Mesa de Diálogo' se reúna cuando Cataluña tenga un nuevo Gobierno, en mayo o junio.

-A primeras horas de la tarde del mismo jueves, el portavoz de ERC en el Parlament, Sergi Sabriá, declara con dureza que el comunicado de Moncloa constituye un 'incumplimiento flagrante' del acuerdo de la investidura de Sánchez firmado por el PSOE y ERC. Documento en el que se afirma de manera concreta que la 'Mesa de Diálogo' se reuniría '15 días después de la toma de posesión del Gobierno de Sánchez'. Por lo que del ataque de Sabría se desprendía la ruptura frontal de la relación del PSOE con ERC.

-A media tarde del jueves el diputado nacional de ERC Gabriel Rufián se presenta en La Moncloa para entrevistarse con Pedro Sanchez. Y, como consecuencia de esa reunión, Rufián impone su criterio y Moncloa hace público un nuevo comunicado donde se anula y rectifica el anterior y se anuncia que la 'Mesa de Diálogo' se reunirá en los próximos días tras el encuentro de Sánchez con Torra del día 6 de febrero. El que finalmente se ubica en el Palacio de la Generalitat, como enésima concesión a Torra.

Estos son los hechos asombrosos del jueves día 30 de enero en los que Rufián acaba imponiendo la Ley de Junqueras a Sánchez mientras que el preso de Llenoders convierte la cárcel en un hotel con plató de televisión y salón de visitas (desde a El País y Évole a toda la cúpula del PNV), burlando de escandalosa manera la condena de prisión del Tribunal Supremo.

Tribunal Supremo que debería tomar cartas en tan grave asunto de manera inmediata trasladando a Junqueras a una cárcel de Madrid, porque no sólo se están violando las normas que se aplican a todos los presos de España sino porque Junqueras, con su trajín político e informativo está preparando, desde la cárcel, un nuevo golpe de Estado en Cataluña como él mismo lo ha confirmado en una entrevista al diario El Pais.

Y todo ello mientras: los aliados soberanistas de Sánchez insultan a España y a los tribunales a los que desafían y desobedecen, amenazan con intentar un nuevo golpe de Estado como el de octubre de 2017, y exigen al Estado una relación bilateral de Cataluña, un referéndum de autodeterminación y el indulto de todos los golpistas condenados en el Tribunal Supremo.

Y semejante colección de disparates, que desbordan el marco constitucional y la legalidad -que Sánchez pretende reformar en el Código Penal en favor de los golpistas- es apoyada y consentida por su Gobierno de coalición. Y cuenta con el apoyo entusiasta del PSC y el vergonzoso silencio del PSOE que está rompiendo la que fue su trayectoria democrática y constitucional a lo largo de la Transición.

Naturalmente, todo este ingente cúmulo de humillaciones y concesiones de Sánchez al soberanismo y golpismo catalán se explican porque forman parte del precio del indecente acuerdo de investidura que el PSOE firmó con ERC, y que Sánchez espera completar con el apoyo de ERC a los Presupuestos de 2020 para garantizarse la estabilidad de la Legislatura.

Por supuesto, una vez que se celebren las elecciones catalanas del mes de mayo que ha anunciado Torra y ante las que Sánchez debe facilitar que Oriol Junqueras pueda participar en ellas con el indulto que lo dejará en libertad y 'habilitado'.

Porque cabe esperar que en Moncloa ya hayan descubierto que la reforma del delito de sedición en el Código Penal para así reducir las penas de los golpistas es insuficiente. Porque los cabecillas del golpe del 27-O, donde Oriol Junqueras era el jefe, también fueron condenados por malversación, delito que incluye sus propias penas de cárcel e inhabilitación.

El estrambote de Ábalos inducido por Iglesias

Está claro que Pablo Iglesias ha intervenido directamente, o por detrás, en la reciente crisis catalana del jueves de Sánchez con Junqueras, Torra y Rufián, y, por supuesto Iglesias siempre del lado de ERC.

Pero más clara aún parece la intervención de Iglesias en la nueva crisis de España con Venezuela, donde el líder de Podemos está a favor -tras recibir su partido ayudas venezolanas- del régimen dictatorial de Nicolás Maduro.

Motivo por el que Pedro Sánchez se ha negado a recibir en La Moncloa a Juan Guaidó al que recientemente Pedro Sánchez había reconocido como el 'Presidente encargado de Venezuela'.

Pero ese desaire de Sánchez a Guaidó no acaba así porque el ministro de Fomento José Luís Ábalos se presentó de madrugada (y camuflado en su coche privado) el lunes 20 a las 00,30 horas en el aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid a donde acababa de llegar el avión privado la vicepresidenta de Venezuela Delcy Rodríguez, la que tiene prohibida su entrada en todo el territorio de la Unión Europea, incluso 'en transito'.

Pero a pesar de ello el Gobierno de Sánchez autorizó su aterrizaje en Madrid y el ministro Ábalos a esas horas de la noche subió al avión para 'saludar' a Delcy Rodríguez durante 25 minutos, y para volver a encontrarse con ella en la sala VIP internacional antes de que la venezolana partiera de nuevo hacia Doha en una línea regular.

Sobre todo ello Ábalos ha ofrecido diferentes y mentirosas versiones de lo ocurrido que incluye una violación expresa de los acuerdos internacionales de la UE, que Sánchez, Iglesias y Ábalos desprecian. Como desprecian la legalidad y el marco constitucional en sus pactos y reuniones con Junqueras y con Torra.

La guerra intra catalana y la Oposición de PP y Cs

Al fondo de todo ello figura la guerra intra catalana y sin cuartel entre ERC y JxCAT, o entre Junqueras y Puigdemont. Y con un Torra de por medio que acaba de anunciar el fin de la legislatura catalana y la convocatoria de unas nuevas elecciones -tras la aprobación de los Presupuestos- y después de señalar a Roger Torrent, el presidente del Parlament, como el autor de su expulsión de su escaño de diputado.

Lo que, por otra parte, ha desvelado una fractura interna en ERC entre: los que prefieren un pacto con el PSC-PSOE; y los que reclaman la unidad de acción independentista con JxCAT, el partido de Puigdemont. Un personaje al que odia Junqueras y pretende derrocar en las elecciones catalanas de mayo, si Sánchez lo indulta previamente para que pueda ser candidato de ERC a la Generalitat.

Y a lo perder de vista el cúmulo de querellas que PP y Cs van a presentar contra Sánchez y Ábalos, mientras Inés Arrimadas ofrece al PP un pacto de coalición electoral para los comicios catalanes, vascos y gallegos de este año. Un regreso a 'España suma' de Pablo Casado que Alberto Núñez Feijóo descarta para Galicia.

Y que acabará disolviendo a Cs en él seno del PP, mientras se ensancha y se queda vacío el centro político español, por causa del giro de Sánchez hacia Podemos y de Casado hacia Vox. Lo que nos devuelve al bipartidismo del inicio de la transición. Pero a la vez impide, en favor de Sánchez, que desde el PSOE dirigentes y votantes escapen hacia al centro político porque estará vacío y porque a donde los socialdemócratas nunca se irán es hacia el Partido Popular.

01feb20

El Presidente Pedro Sánchez arrastrado por Junqueras, Torra e Iglesias en un penoso espectáculo nunca visto

[Fuente: Por Rafael Halcón, República de las ideas, Madrid, 01feb20]

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