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17nov18
Hasta Podemos cerca al Gobierno ante el escándalo de la ministra Calviño
No solo la oposición estrecha el cerco sobre Pedro Sánchez, que apenas conoce qué es vivir una semana en el poder sin que le explote algún escándalo entre los miembros del que en su estreno fue acuñado como flamante Consejo de Ministros. Hasta Podemos echó ayer una pala más de carbón a la caldera de presión instalada en la Moncloa y su líder, Pablo Iglesias, ya calienta las urnas consciente de que el motor del PSOE, y más sin el impulso de los Presupuestos, no puede durar. «Es lo más sensato», aseveró ante la creciente sospecha de que Sánchez renunciará a presentar las cuentas al Parlamento.
El Ejecutivo socialista, con el presidente de viaje oficial a Guatemala, se desayunó en su reunión de los viernes con la información publicada por ABCque revela que la titular de Economía, Nadia Calviño, adquirió su casa en Madrid a través de una sociedad inmobiliaria en la que empleó dos testaferros. Una práctica legal pero que vulnera el código ético autoimpuesto por Sánchez, según recalcó en televisión en 2015.
Echenique: «Sería muy grave»
PP y Ciudadanos, pero también sus aliados de Podemos, exigieron explicaciones de manera urgente. Los de Iglesias calificaron de «muy grave» que la ministra pueda haber eludido impuestos y le reclamaron que comparezca en el Congreso para «aclarar este asunto». Se reservaron sacar la carta de la dimisión que sí exigieron a la exministra de Sanidad, Carmen Montón, por plagiar. Y que también tuvo que firmar el fugaz responsable de Cultura, Màxim Huerta.
Su secretario de Organización, Pablo Echenique, le sugirió a Calviño que vaya al Congreso por su propio pie. «Si se confirma que la ministra de Economía utilizó una sociedad pantalla y dos testaferros para la elusión de impuestos por la compra de una vivienda sería muy grave. Debe comparecer en el Congreso por iniciativa propia y aclarar este asunto», escribió Echenique en su Twitter. «No se puede permitir ni una sombra de duda en materia de regeneración», apuntó la coportavoz de Podemos, Ione Belarra.
El PP registró una solicitud de comparecencia en la comisión para la Auditoría de la Cadidad Democrática, la Lucha contra la Corrupción y las Reformas Institucionales y Legales, mientras que Ciudadanos la solicitó para la comisión de Economía. El líder del PP, Pablo Casado, se refirió al Consejo de Ministros como un «consejo de administración de propietarios o testaferros de sociedades instrumentales» y censuró que Sánchez «tiene cinco ministros sin explicar su patrimonio» pese a que dijo que «jamás admitiría en su gobierno a quien tuviera una sociedad instrumental», informa desde Sevilla M. Calleja. El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera también cuestionó la «opacidad frente a Hacienda» de los miembros del Ejecutivo, que ve «muy tocado».
El Gobierno respaldó a su máxima responsable económica. Aunque evitó entrar en el fondo de la cuestión y justificar su conducta, cierra la puerta de salida a otro ministro. Es una guía de actuación que Sánchez trasladó a la Ejecutiva Federal del PSOE en septiembre y que no va a quebrantar, consciente de que una tercera dimisión ahondaría en la imagen de fragilidad.
Tras forzar las salidas de Màxim Huerta y Carmen Montón todo cambió cuando el escándalo llamó a la puerta del presidente en forma de tesis fraudulenta. A partir de ahí todos los ministros que se han visto arrastrados por la polémica (Delgado, Celaá, Duque y ahora Calviño) gozan de la protección del nuevo listón ético.
«La ministra de Economía está en perfectas condiciones de seguir en la mesa del Gobierno», defendió ayer la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, que ignoró el constante goteo negando humedades y defendiendo que la imagen del Ejecutivo «está intacta».La portavoz del Gobierno se remitió a las «explicaciones» ofrecidas por el Ministerio de Economía, que se escuda en que se desvinculó de la sociedad.
Iglesias se impacienta
Tampoco quiso valorar Celaá que las presiones para que Calviño comparezca no se limitan a PP y Cs, sino que alcanzan a Podemos. El principal aliado del Gobierno toma distancias con Sánchez y ya ha empezado a llamar a las urnas, consciente de que el independentismo catalán no apoyará las cuentas. «No soy ingenuo», dijo en una entrevista para la radio catalana.
«Sánchez no puede gobernar a golpe de decretos con 84 diputados y una Mesa del Congreso controlada por PP y Cs. Es necesario llegar a acuerdos para sacar adelante los Presupuestos;de lo contrario, lo más sensato sería convocar elecciones», señaló. «No nos parece sensato gobernar por decreto en España. Además, sospecho que la presión va a ser tanta que podemos tener elecciones generales mucho antes de lo que muchos imaginan», fue su esclarecedora reflexión.
Pero la portavoz de Moncloa dibujó el enroque del Ejecutivo, asegurando que «la obligación de todo Gobierno es mantenerse». A a toda costa.«Aceptamos las consideraciones de todo el mundo. No nos sentimos rehenes de opinión alguna. El Gobierno mantiene su propia agenda», respondió insistiendo en que «hay tiempo todavía» para aprobar los Presupuestos.
[Fuente: Por Víctor Ruiz de Almirón y Itziar Reyero, ABC, Madrid, 17nov18]
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