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18may16
Rubio admite que hacía la declaración de la Infanta pero niega que supervisara Nóos
El alto funcionario de Hacienda contradice la versión del exsocio de Urdangarin, Diego Torres, y asegura que colaboraba con la Familia Real "por amistad".
Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, ha confirmado este miércoles ante el tribunal que juzga el caso Nóos que hizo las declaraciones de la renta de la Familia Real, incluida la infanta Cristina, y también durante cuatro ejercicios la de Iñaki Urdangarin, por amistad con el rey emérito don Juan Carlos, pero ha indicado que no tuvo relación con el Instituto Nóos y nunca revisó las cuentas de la empresa Aizoon.
En su declaración como testigo ante el tribunal, en la cuadragésima séptima jornada del juicio del caso Nóos, Rubio ha detallado que elaboró la declaración de IRPF de la infanta Cristina desde principios de los 90 hasta el año 2010 y la de Iñaki Urdangarin desde 1997 hasta el año 2001, y dejó de hacerlo por petición de ellos.
Ese período no incluye la etapa en la que el marido de la infanta presidió el Instituto Nóos. En el juicio de Nóos, Urdangarin está acusado de presunto delito fiscal en el IRPF de 2007 y 2008 por unos 337.140 euros, y Manos Limpias acusa también a la infanta como presunta cooperadora en ambos delitos.
Rubio ha declarado que su única relación con la Infanta Cristina y su marido fue que confeccionó para cada uno de ellos durante esos años sus Impuestos sobre la Renta de las Personas Físicas y de Patrimonio y los presentó ante la Agencia Tributaria.
Dejó de elaborar la renta de Urdangarin cuando le transmitió "que tenía unos asesores en Barcelona que le iban a hacer la declaración de renta" y le pareció "fenomenal".
Siguió haciendo la de la infanta hasta 2010 pero no fue por un encargo directo de nadie, sino porque "viene de tradición, de una relación con el padre de doña Cristina y al igual que se la hacía a él me ocupaba de los demás miembros de la familia y en tanto ellos no han dicho nada en contra".
Una actividad "no remunerada"
Rubio ha explicado que por su puesto en la administración no tiene "facultad ni obligación" de hacer la declaración fiscal de ningún contribuyente, pero hacía las de los miembros de la Familia Real por amistad y tradición, una función que nunca fue remunerada. El motivo es dicha amistad de tiempo: "Es exclusivamente por mis conocimientos y mi relación con la familia", ha afirmado.
"Es una ayuda por amistad y por relación, como puedo hacer a una amiga de mi hijo o al portero. No es una labor de nada específica de obligación de nada, no tengo ninguna obligación, es un compromiso personal mío que reconozco que me honra poderlo hacer", ha declarado ante el tribunal.
Ha indicado que los datos para hacer las declaraciones se los facilitaba el entonces secretario de las infantas, Carlos García Revenga, y desde 2002 también el asesor de Urdangarin, Miguel Tejeiro o bien su hermano.
Rubio ha relatado al tribunal que el procedimiento por el que realizaba la declaración de doña Cristina empezaba poniéndose en contacto con García Revenga, a quien solicitaba por escrito en abril o mayo los datos "elementos de renta o rendimientos de renta y de patrimonio" que se debían incluir y que ya conocía de ejercicios anteriores, o cualquier otra información de índole fiscal que pueda tener relevancia en ambos impuestos.
Si faltaba algún dato, algo que no ocurrió con doña Cristina pero sí con Urdangarin, García Revenga le indicaba que se pusiera en contacto con otra persona. Rubio ha explicado que, en ese caso, o bien hablaba directamente con el marido de la Infanta o con su padre, quien le llevaba los asuntos fiscales antes de contraer matrimonio con la Infanta, y después con su asesor Miguel Tejeiro.
En la declaración de la Infanta, incluía los datos de la empresa que compartía con su marido, Aizoon, al 50 %. En concreto ha indicado que incorporaba la mitad del valor patrimonial en la casilla correspondiente.
El nombre de Rubio ha trascendido en varias ocasiones durante los primeros meses del juicio. Urdangarin manifestó durante su declaración que el IRPF de la Infanta lo elaboraba Rubio, asesor que "venía por parte de la Casa del Rey" y quien, según manifestó por su parte el exsocio de Urdangarin, Diego Torres, era la persona que desde la Agencia Tributaria supervisaba periódicamente las actividades del Instituto Nóos.
Torres se refirió asimismo a Rubio como el funcionario que en su día recomendó a Don Juan de Borbón "dejarle la herencia en Suiza al Rey don Juan Carlos" para abonar menos impuestos.
[Fuente: República de las ideas, Agencias, Madrid, 18may16]
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