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03mar16


Cristina de Borbón se escuda en su plena confianza en su marido y en la Casa Real


La infanta Cristina ha declarado este jueves ante el tribunal que juzga el caso Nóos en calidad de imputada por cooperación necesaria en dos delitos fiscales de su esposo, Iñaki Urdangarin. La hermana del Rey solo ha contestado a preguntas de su abogado, Pablo Molins, a quien la presidenta del tribunal ha tenido que llamar la atención para que no diera a su defendida las respuestas implícitas en sus preguntas. La infanta ha negado cualquier conocimiento o responsabilidad en las actividades de su marido, en cuya inocencia confía plenamente. Sin embargo, ha dejado caer que ese mismo grado de confianza no lo tiene ya con otras personas que tuvieron que ver con la sociedad. Y ha apuntado a Miguel Tejeiro, como antes hicieron Iñaki Urdangarin y Diego Torres.

Al inicio de su declaración, su abogado ha aclarado que sólo le respondería a él, tras lo que la presidenta del tribunal, Samantha Romero, ha instado a la acusada a pronunciarse sobre ello. "Gracias señoría, contestaré solo a mi letrado", ha ratificado la doña Cristina.

La infanta ha declarado ante el tribunal que su marido y ella tienen repartidas las tareas de manera que ambos se ocupan de sus hijos y cada uno de su trabajo profesional. "Él se encargaba de las gestiones económicas de la familia", ha añadido, desviando hacia Urdangarin toda la responsabilidad en sus negocios . "Yo me encargaba de cuadrar la agenda", ha puntualizado, en relación a los actos institucionales en los que participaba en representación de la Casa Real y que ha cuantificado en "unos cien" al año.

Aizoon, ha explicado, se constituyó "para canalizar los ingresos profesionales de mi marido". En cuanto a por qué firmó la constitución de la empresa a medias con su marido, ha contestado que lo hizo "por confianza" en él. "Firmé en confianza del asesor fiscal y de mi marido", ha dicho sobre la sociedad, de la cual ha querido dejar claro que Urdangarin era el administrador y tomaba todas las decisiones. "Así me lo pidió y acepté", ha explicado la infanta a preguntas de su abogado. El tema de la confianza ha dado pie a una llamativa puntualización de la infanta. Al ser preguntada por su letrado por las personas en las que confiaba, la Infanta le ha contestado si se refería a en quién confiaba entonces o a en quién lo hace ahora. Así, ha explicado que "por supuesto" lo hacía en su marido, en el secretario personal de las Infantas, Carlos García Revenga; en el asesor fiscal de la Casa Real, Federico Rubio; así como en sus compañeros de trabajo y "en temas jurídicos en José Manuel Romero". Además, ha añadido que entonces también confiaba en el asesor fiscal de su marido, Miguel Tejeiro, pero que "ahora no".

Tejeiro ha sido el chivo expiatorio de la Infanta, de su marido y del exsocio de Urdangarin, Diego Torres, que le han responsabilizado de todas las irregularidades de Aizoon. Concretamente, doña Cristina ha puntualizado que "por supuesto" confiaba en su marido, en su secretario personal, Carlos García Revenga; en el asesor fiscal de la Casa Real, Federico Rubio; así como en sus compañeros de trabajo y "en temas jurídicos en José Manuel Romero". Además, ha añadido que entonces también confiaba en el asesor fiscal de su marido, Miguel Tejeiro, pero que "ahora no".

La infanta Cristina ha negado, por otra parte, que Aizoon se creara para obtener algún tipo de beneficio fiscal o para utilizarla a ella como escudo frente a Hacienda, algo que si le hubieran propuesto "no lo hubiese aceptado nunca" y que, por su situación, habría sido objeto de mayor control: "Todo lo que hacíamos estaba controlado", ha dicho. Ante la pregunta de su abogado de si le consta que la constitución de Aizoon fuera para obtener algún tipo de beneficio fiscal o que su presencia se pretendía utilizar como escudo frente a Hacienda, ha respondido: "No, ni lo uno ni lo otro, de ninguna de las maneras y es más, si me lo hubieran propuesto no lo hubiese aceptado nunca". "Creo que además, si yo hubiese constituido una sociedad, en ese caso, por mi situación, hubiese sido sometida a mayor transparencia y quizá mayor control por parte de la Administración puesto que todo lo que hacíamos estaba controlado", ha añadido ante el tribunal que la juzga a ella y a su marido.

La infanta, guiada en todo momento por su abogado, ha dejado claro que "no tenía firma ni poderes" en Aizoon, así como tampoco podía acceder al saldo de las cuentas de la sociedad por lo que "nunca" ha conocido los ingresos o gastos que se generaban. Si firmó el contrato de arrendamiento del despacho de la sociedad se debió a una "equivocación", ha dicho confirmando así la declaración anteriormente realizada por Urdangarin: "Mi marido ha aclarado que debió ser una equivocación, no puedo firmar en representación de Aizoon". "Yo no puedo firmar en nombre de Aizoon", ha añadido antes de apuntar que ha conocido este "error" a raíz del actual proceso judicial.

Ha asegurado desconocer si Aizoon tenía trabajadores. "Sé que mi marido trabajaba con personas, no sabía de qué manera o qué relación laboral tenían con mi marido o si eran contratados por Aizoon", ha explicado. No hablaba sobre la empresa con su marido "ni sobre nada que se le relacione", al alegar que no se trataba de asuntos "que me interesara hablar con él". "Nuestros hijos eran pequeños y nos ocupábamos de ellos", ha espetado.

La visa que tenía a su nombre en Aizoon la custodiaba Urdangarin, tal y como él mismo ha manifestado ante el tribunal. "No recuerdo haberla utilizado, no disponía de ella y tampoco tuve la clave", ha subrayado la hermana del Rey Felipe VI quien, preguntada por su abogado sobre si fue consciente de que la tarjeta fuese usada para cargar gastos personales, ha respondido tajante que no. La acusada ha señalado que tampoco recibía los extractos bancarios de la visa. Tal y como ha manifestado, su única intervención se limitó a asistir a la notaria en 2003, cuando se constituyó Aizoon, donde el notario "debió de leer la escritura y finalmente firmé en presencia de mi marido".

Casi al final de su declaración, doña Cristina ha asegurado que nunca ha tenido cuentas en paraísos fiscales, si bien ha puntualizado: "Ahora sí tengo una cuenta en Suiza ya que resido en Suiza". Inmediatamente, ha aclarado que esa cuenta es declarada a Hacienda "totalmente". La infanta confía "plenamente" en la inocencia de su marido, Iñaki Urdangarin, y está "convencida" de que ha estado bien asesorado en sus negocios. Su abogado le ha preguntado si conoce los delitos que se le imputan a Iñaki Urdangarin, a lo que ha respondido: "Sé que se le imputan esos delitos. Confío plenamente en él, confío plenamente en su inocencia y estoy convencida de que ha estado bien asesorado".

Acusada de cooperar en dos delitos fiscales de su marido

La infanta ha comenzado a declarar ante la Audiencia de Palma acusada como cooperadora de dos delitos fiscales de su marido, por lo que se enfrenta a una petición de pena de 8 años de cárcel planteada por Manos Limpias, la única parte que atribuye delitos a la hija del Rey. Urdangarin, que ha declarado durante casi 16 horas en tres días distintos, está acusado de defraudar a Hacienda 182.005 euros de IRPF en el ejercicio 2007 y 155.138 euros en el de 2008, utilizando Aizoon como sociedad pantalla interpuesta.

El fiscal Anticorrupción no acusa a la infanta pero pide que doña Cristina responda como responsable civil a título lucrativo, conjunta y solidariamente con Urdangarin, hasta la cuantía de 587.413 euros. Esa cantidad es la mitad de los fondos que, según el fiscal, ingresó de forma ilícita la empresa Aizoon, propiedad de los duques de Palma al 50 %, y que destinaron a pagar gastos personales. Por su parte, la Abogacía del Estado reclama a la infanta Cristina 168.571 euros de responsabilidad civil en el caso Nóos, como partícipe a título lucrativo, para resarcir el daño por haber disfrutado de los bienes con los que presuntamente se lucró Urdangarin al cometer fraude a Hacienda en el IRPF de dos ejercicios.

En cambio, la letrada de Manos Limpias, Virginia López Negrete, sostiene que, con su actuación, la Infanta permitió que Aizoon "sirviera de instrumento" para delinquir ante la Agencia Tributaria y que el exduque defraudase hasta un total de 337.138 euros en las cuotas del IRPF de 2007 y 2008. La empresa del matrimonio está considerada una de las sociedades 'pantalla' que integraban el entramado urdido por Urdangarin y su exsocio Diego Torres en torno al Instituto Nóos para poder apoderarse de más de seis millones de euros de las Administraciones con las que contrataban. De hecho, la mercantil llegó a nutrirse de forma presuntamente irregular de más de un millón de euros de la trama.

En lo que a los delitos fiscales se refiere, Manos Limpias postula que el exduque llevó a cabo la defraudación con la "necesaria colaboración" de su mujer, al facturar a través de Aizoon, como si de rendimientos de actividades económicas se tratasen, y no personales, las retribuciones que cobró de numerosas entidades privadas de las que era consejero asesor, y de este modo tributar menos en su declaración de la renta. En este sentido, el sindicato señala que "existió un acuerdo previo entre los socios -Urdangarin y la Infanta", en virtud del cual "habrían convenido que el dinero que las rentas del trabajo del señor Urdangarin y percibidas por Aizoon fuera para los socios por mitad, y por eso Aizoon factura y no el señor Urdangarin como persona física". "De ahí la razón por la que la Infanta fuera socia al 50 por ciento de Aizoon, cuando dicha sociedad perfectamente podía haber sido constituida de forma unipersonal", abunda la entidad.

[Fuente: República de las ideas, Agencias, Madrid, 03mar16]

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