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25nov18
Origen histórico del "Día de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres"
Cada 25 de noviembre se lucha por denunciar este trato contra las mujeres y por reclamar políticas para su erradicación
“Si me matan, sacaré mis brazos de la tumba y seré más fuerte” es una frase que Minerva Mirabal pronunció de forma continua hasta el día de su muerte y que se transformó casi en un himno. Pero ¿quién fue ella y por qué sus palabras serían para siempre recordadas? Para entender cómo el discurrir del tiempo logró hacer que esa frase fuera cierta debemos viajar a la República Dominicana de hace casi sesenta años. Trujillo, que era uno de los dictadores más despiadados del continente, mandó asesinar a Minerva y a sus dos hermanas y esa fecha se eligió, años más tarde y hasta hoy, para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Minerva, Patria y María Teresa fueron brutalmente violadas y asesinadas el 25 de noviembre de 1960. “Después de apresarlas, las condujimos al sitio cerca del abismo, donde ordené a Rojas Lora que cogiera palos y se llevara a una de las muchachas. Cumplió la orden en el acto y se llevó a una de ellas, la de las trenzas largas, María Teresa. Alfonso Cruz Valerio eligió a la más alta, Minerva, yo elegí a la más bajita y gordita, Patria”, contó en su día Ciriaco de la Rosa, uno de los asesinos de las Hermanas Mirabal quien solamente cumplía con las órdenes de Trujillo. Aquel dictador llevaba bastante tiempo detrás de ellas y realmente no importaba cuántas veces las arrestara, las torturara o confiscara sus bienes, ellas nunca dejaron su misión de restaurar la democracia y las libertades civiles (con una clara inclinación por la libertad de la mujer) a toda la nación.
En el momento del asesinato, ninguna de las hermanas —conocidas como Las Mariposas— superaba los 35 años. Entre las tres sumaban cinco hijos. Aquel mismo 25 de noviembre los cuerpos de las tres (junto al chófer que las llevaba) eran hallados despedazados en el interior de un jeep hundido en un barranco. La prensa difundió que se había tratado de un accidente de coche. Un intento de esconder lo sucedido que despertó la rabia en toda la población del país cuando —tras varios meses de profundas sospechas y revuelos— se supo que habían sido asesinadas. Este descubrimiento, junto a otras venganzas que quedaban en el tintero, ocasionaron en el año 1961 la ejecución de Rafael Leónidas Trujillo.
Aunque, desde siempre, las tres hermanas se han conmemorado como una misma unidad de lucha, biógrafos coinciden en que Minerva siempre estuvo a la delantera: entró de lleno al trabajo clandestino, se enfrentó sola a Trujillo e incluso llegó a rechazarlo de forma pública —dándole una bofetada— cuando él intentó seducirla en una fiesta organizada en su casa. Un evento al que la familia Mirabal estaba invitada, por su reconocida posición social. Los sentimientos contrarios al mandato del dictador se forjaron en Minerva gracias, en parte, a las emisoras de Cuba y Venezuela que ella conseguía interceptar de forma ilegal y que hablaban objetivamente de la situación existente en la República Dominicana.
El origen y la conmemoración
Las hermanas Mirabal no eran solamente tres. Había una cuarta conocida como Dedé. Ella fue la única superviviente de este terrible crimen y dedicó su vida —que duró hasta los 88 años, falleciendo en el año 2014— a contar la historia de sus hermanas. Así en el acomodado hogar rural de la carretera Ojo de Agua en el municipio de Salcedo, se conservaron sus habitaciones tal y como estaban en el momento de su muerte, como también sus trajes y todas sus pertenencias. El lugar, gracias a Dedé, se convirtió en un museo que aún puede seguir siendo visitado. Pero no fue esta dedicación la única que ha mantenido vivo el recuerdo de Las Mariposas.
En el año 1981 se realizó en Colombia el Primer Encuentro Feminista de Latinoamérica y del Caribe, que juntó a más de 200 feministas que compartirían ideas y proyectos para el futuro. Hasta ese momento, América Latina había permanecido muy al margen del movimiento de liberación de la mujer. Fue en aquel encuentro cuando se decidió que, al menos en Latinoamérica, el 25 de noviembre sería para siempre el Día Contra la Violencia de Género. 18 años más tarde, en 1999, la ONU se sumó a esta conmemoración declarando que dicha fecha sería el Día Internacional para le Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Las Hermanas Mirabal se han convertido, sin pretenderlo, en un símbolo de la lucha contra la violencia física, económica, psicológica o sexual que históricamente se ha ejercido, y se sigue ejerciendo, contra la mujer. La historia ha demostrado que después de morir, sacaron los brazos de la tumba, se hicieron más fuertes y nos impulsan a todas a seguir siéndolo.
[Fuente: El Tribuno, Salta, Arg, 25nov18]
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