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19sep16
¿Monarquía o república?
No se asusten. Todavía no. Pero no lo descarten.
Hoy, la pregunta, por medio de un referéndum, se está estudiando en uno de los diez países europeos en los que la monarquía es también la forma de Estado: Reino Unido, Dinamarca, Suecia, Noruega, Holanda, Bélgica, Liechtenstein, Mónaco, España y Luxemburgo.
Es en el Gran Ducado donde un partido de izquierdas del Parlamento luxemburgués, DEI LINK, similar a Podemos, ha registrado la iniciativa, acogiéndose a la Ley de Peticiones del país. Esa consulta se convocará durante el proceso de la reforma de la Constitución, prevista en Luxemburgo.
Es lo que se teme en España, que se aproveche una posible reforma de la actual Carta Magna, de 1978, sobre introducir un cambio en la actual forma de Estado. Un referéndum.
Ya lo dijo en su día Pablo Iglesias: "Si Felipe quiere seguir siendo rey, tendrá que presentarse a unas elecciones". Y aún peor: "un país decente no puede tener una monarquía". Se pasó tres pueblos… Aquí habría que decir eso de perdónales Señor, que no sabe lo que dice.
Como este muchacho cambia tanto de opinión, ignoro si hoy piensa igual que ayer o que mañana. De todas formas, soy de los que cree que la Institución puede tener sus años contados.
No olvidemos las palabras de Faruk, aquel rey de Egipto, conocido también por el apodo de 'el ladrón de El Cair'" (era un cleptómano empedernido, que llegó a robarle un reloj a Churchill y una espada de oro al Sha), cuando fue depuesto por el Movimiento de Oficiales Libres, encabezado por el general Muhammad Naguib, el 23 de julio de 1952.
A su llegada a Mónaco, donde inició su exilio dorado, declaró a la prensa que no le importaba haber perdido el trono porque "dentro de unos años, en el mundo solo quedarán cinco reyes: los cuatro de la baraja y la reina de Inglaterra", palabras que ya he recordado varias veces. Tiempo al tiempo.
Pero volvamos a Luxemburgo, donde los grandes duques, Enrique y María Teresa, están muy preocupados. No es para menos. Su puesto como soberanos del pequeño pero riquísimo país está en juego.
El problema es que, en la actualidad, la Familia Real percibe, anualmente, diez millones de euros, una cantidad considerada desmedida en comparación con la labor institucional que desarrollan. Aparte, el gobierno también paga el elevado sueldo de las ochenta personas que trabajan para ellos.
Además, en Luxemburgo existe un 'mal rollito' de la gran duquesa, con la prensa y el pueblo amén de su enfrentamiento con el Primer Ministro, Xavier Bette, que ha llegado, incluso, a las publicaciones satíricas. Ni los desmentidos oficiales han servido para relajar el tenso ambiente. Y, por si no fuera ya suficiente, los plantones de María Teresa en diversos actos han aparecido reflejados en la prensa diaria que se preguntaban en grandes titulares: "¿Dónde está SAR?" La Casa Real intentaba dar explicaciones: "debido a razones familiares que se han producido en el último minuto, la soberana no ha podido estar". Tal parece que hablamos de Letizia, (¿recuerdan su ausencia en el cumpleaños de la infanta Pilar?). Cierto es que aquí, en España, La Zarzuela ni se molesta en aclarar esas ausencias y, por supuesto, ni dónde han estado en vacaciones.
Por otro lado, ha trascendido la relación de pesadilla de la gran duquesa con sus doncellas. Al parecer, la vida en palacio no es tan agradable como se piensa desde fuera, por culpa del carácter contradictorio y a veces déspota de María Teresa.
Por todo esto y mucho más, se habla de república en Luxemburgo.
[Fuente: Por Jaime Peñafiel, República de las ideas, Madrid, 19sep16]
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