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12sep03
La familia de Lorca dice que "exhumar los cadáveres puede abrir la puerta al olvido definitivo"
Seis sobrinos de Federico García Lorca han explicado en una carta por qué no quieren que se reabra la fosa común donde está enterrado el poeta desde su asesinato en 1936 en Alfacar (Granada). Consideran que las circunstancias de la muerte son conocidas, que su exhumación "no va a aportar nada a la verdad histórica" y que "desvirtuar el lugar" con la exhumación "puede abrir una puerta al olvido definitivo".
La carta detalla todos los argumentos de la familia García Lorca en contra de la exhumación, y llega al extremo de augurar un futuro negro si se opta por ellas: "Exhumar los cadáveres de las personas identificadas ya, enterradas luego en fosas comunes, y de las que se conocen las circunstancias de la muerte, podría llegar a falsear la historia. La existencia de una fosa común es parte de la verdad histórica. Además, en los tiempos que corren, existe el peligro de que, una vez desenterrados y trasladados los cadáveres, los lugares de las fosas den paso a colonias de chalets. Esto sí que sería desvirtuar la memoria".
La carta está firmada por Vicenta, Concepción y Manuel Fernández-Montesinos García, y por Gloria, Isabel y Laura García-Lorca de los Ríos, sobrinos carnales del dramaturgo granadino y legítimos herederos, según su propia definición.
La familia de García Lorca ha supuesto hasta ahora el mayor escollo para la reapertura de la fosa común en la que está enterrado uno de los cadáveres más insignes de la Guerra Civil española. Sin embargo, la exhumación sigue adelante gracias a la petición de los familiares de dos compañeros de fosa del poeta -un maestro y un banderillero- apoyados por la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica. Así lo confirmó ayer el alcalde de Alfacar, Juan Caballero, quien asegura que los expedientes administrativos siguen su curso y cuentan con el apoyo de la Junta de Andalucía.
La carta reconoce el derecho de estos familiares a recobrar los restos de los suyos. Los familiares no se muestran contrarios a la reapertura de fosas que se produce en toda España: "Somos decididos partidarios de que no se deje de remover ni una sola piedra para que la verdad y la memoria histórica salga a relucir y sea conocida por todos. Si para que se sepa esa verdad hay que hacer exhumaciones, por doloroso que sea el proceso, no nos opondríamos nunca". Pero distinguen la memoria pública de la "privada", la familiar.
Creen que ya se conocen las circunstancias de la muerte a manos de "aquel inicuo régimen que tuvo que echar mano del asesinato y del terror, porque sin ellos nunca hubiera podido imponerse". Y por eso sostienen: "Que sus restos mortales estén más allá o más acá dentro del paraje donde se sabe que fue enterrado nada va a aportar a la verdad histórica".
La carta sostiene recuerda que, en 1955 , la dictadura de Franco ya intentó "violar ese lugar de la memoria pública, buscando la exhumación del cadáver". "Como es natural la familia se negó. Entendemos que Federico era testigo -mártir- de la represión colectiva y que en cierto modo su nombre y su fama protegían y arropaban a los miles de víctimas unidas en la muerte". La carta cita otra de la escritora Marguerite Yourcenar quien, tras visitar la zona en 1960, escribió: "No cabe imaginar más hermosa sepultura para un poeta".
[Fuente: Por Carlos Cué del diario El País, Madrid, Esp, 12sep03]
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documento ha sido publicado el 25sep03 por el Equipo
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