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27nov12
La Caixa compra el Banco de Valencia tras recibir 4.500 millones de ayudas públicas
Un banco público menos, pero con un alto coste para el Estado, para los ciudadanos. La Caixa se ha hecho con el Banco de Valencia en la subasta competitiva express realizada por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) gracias al compromiso del Banco de España de inyectarle 4.500 millones en ayudas. Además, la entidad presidida por Isidro Fainé recibirá un Esquema de Protección de Activos (EPA) sobre varias carteras de créditos.
La catalana se ha adjudicado la quebrada filial de Bankia en una puja en la que se ha impuesto a otros postores como Bankinter o BBVA, coincidiendo con el visto bueno de Bruselas a los planes de viabilidad de la entidad nacionalizada. La Caixa pagará un precio muy reducido en metálico por Banco de Valencia, que sube más de un 10% en bolsa tras conocerse la adquisición.
En realidad, Fainé no pagará nada. Al contrario, recibirá el Banco de Valencia limpio de polvo y paja. Por una parte, el FROB se lo entregará adecentado tras extraerle los créditos impagados y los activos inmobiliarios impagados, los cuales irán al banco malo. Además, la Caixa tendrá la seguridad de que el Estado se hará cargo de las pérdidas futuras de una determinada cartera de créditos de pequeñas y medianas empresas a través de un EPA.
Por último, lo compra recapitalizado con 4.500 millones de dinero público procedente de Bruselas, que el Estado tendrá que devolver. Una inyección de recursos propios que se suma a los 998,4 millones que el FROB ya le aportó el pasado 26 de junio para evitar su insolvencia tras la nacionalización llevada a cabo el 21 de noviembre de 2011.
Tras haber absorbido Caixa Girona y Banca Cívica, esta última con más de un dolor de cabeza, Caixbank ha decidido hacer otro esfuerzo por ampliar su presencia en España. Según distintas fuentes financieras, la oferta no vinculante de la entidad catalana por Banco de Valencia era la más atractiva en una subasta que en principio se iba a decidir el próximo viernes.
El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) quería dejar cerrada la puja por la antigua filial de Bankia esta misma semana. Por ese motivo, apenas ha dado tiempo a los interesados a hacer un análisis de las cuentas de Banco de Valencia, proceso conocido como 'due dilligence'. Entre las propuestas no vinculantes formuladas el pasado 16 de noviembre y las definitivas, que se iba que presentar este miércoles, apenas habrán trascurridos trece días, ocho de ellos hábiles.
Por eso, las preliminares que pusieron encima de la mesa Caixabank, Banesto y Bankinter tienen más valor que nunca. Según fuentes próximas al FROB, la que más ha gustado ha sido la de la entidad catalana. Desde el banco con sede en Barcelona han declinado hacer comentarios sobre este asunto, si bien otras cercanas al grupo presidido por Isidro Fainé califican su propuesta inicial como "conservadora".
Se calcula que la oferta de CaixaBank estará condicionada a que se reciban los fondos de ayuda europeas aprobados -37.000 millones de los que más de 3.400 millones han de ir destinados a Banco de Valencia- y también al traspaso de activos al Sareb, también conocido como banco malo. De acuerdo a las estimaciones, Banco de Valencia suma 20.700 millones de activos, de los que traspasará al banco malo más de 6.000 millones de activos adjudicados y créditos a promotores.
El candidato sorpresa
La Caixa, metida en la fase final de la integración de Banca Cívica, no era una de las grandes candidatas a comprar más negocio en España, con la salvedad de Novagalicia. Pero al ser vendido Banco de Valencia limpio de polvo y paja, el interés ha crecido exponencialmente. El FROB va a extraer toda la cartera crediticia fallida, que acabará en la Sareb, y ya ha acordado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) sobre 360 personas, así como el cierre de 67 oficinas. Estas sucursales están, además, en Aragón, Cataluña, La Rioja, Navarra y Málaga, zonas de influencia directa de Caixabank más Cívica.
Para la entidad catalana la adquisición de Banco de Valencia tiene una justificación económica clara. Su cuota de mercado en la región valenciana es de apenas un 9% en créditos y depósitos, por debajo de la media en el resto de España y muy lejos del 15% que tiene en Cataluña, Baleares, Navarra y Málaga, los territorios de origen de La Caixa, de Caja Navarra y de Cajasol.
Pero además, la compra tiene un ángulo empresarial nada desdeñable debido al paquete accionarial que tiene Banco de Valencia en Aguas de Valencia. Suez está presente en el capital de esta última, así como en la participada de La Caixa, Aguas de Barcelona.
Olyver Wyman reveló unas necesidades de capital para Banco de Valencia de 3.462 millones de euros. Esta cifra, no obstante, se reduciría tras el traspaso de los activos inmobiliarios tóxicos de la entidad a la Sareb, que el Gobierno prevé poner en marcha antes de fin de año.
[Fuente: Por Agustín Marco, El Confidencial, Madrid, 27nov12]
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