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14abr13
El aeropuerto de Huesca cierra marzo con sólo cuatro pasajeros, pese a la nieve y Semana Santa
El aeropuerto de Huesca lucha con otras ruinosas infraestructuras para mantener su puesto de honor en el museo nacional del despilfarro. Y va camino de conseguirlo. Cerró el pasado mes de marzo con un balance de sólo cuatro pasajeros, según las estadísticas oficiales de Aeropuertos Españoles y Navegación Pública (AENA). En lo que va de año, sólo 37 personas han utilizado sus instalaciones. Es el peor dato de todos los aeropuertos que componen la red nacional de aeródromos civiles.
La cifra contrasta con los 45 millones de euros en fondos públicos que se invirtieron en su construcción. El proyecto planeaba que las instalaciones se convirtieran en un polo de atracción internacional para la despoblada provincia de Huesca, capaz de atraer turistas e inversiones. Con ese propósito lo inauguró el expresidente de Aragón, Marcelino Iglesias, en 2007. Pero el aeropuerto ni siquiera está consiguiendo atraer a viajeros nacionales. El pasado mes de enero, sólo 13 pasajeros utilizaron como origen o destino este aeródromo. En febrero, apenas 20. Y en marzo sólo cuatro, a pesar del adelanto de la Semana Santa y de la excelente temporada de nieve que han tenido este año las estaciones del Pirineo aragonés.
El aeropuerto de Huesca concluye así la temporada de esquí, contando también el mes de diciembre, con un saldo de 53 viajeros. El dato representa un incremento respecto al ejercicio anterior, donde la cifra de pasajeros se quedó en 38, pero la mejoría es insuficiente para abandonar la última posición del ránking de Aena.
En teoría, los promotores del aeródromo contaban con que los deportes de invierno serían su mayor reclamo, debido a su cercanía al Pirineo. De hecho, en ejercicios anteriores, compañías extranjeras como Monarch y Thomson Airways llegaron a convertir Huesca en uno de los destinos de su catálogo durante la temporada de nieve. Incluso se creó una empresa nacional, Pyrenair, que convirtió las instalaciones en su centro de operaciones y llegó a establecer una conexión regular con Madrid y otras ciudades españolas.
Pero las aerolíneas extranjeras han desaparecido y Pyrenair presentó suspensión de pagos en febrero de 2011, a pesar de las cuantiosas subvenciones públicas que recibió la compañía para mantener la ruta y poder justificar así la creación de esta infraestructura. Sólo entre 2007 y 2010, el Gobierno de Aragón le concedió ayudas por valor de 2,7 millones de euros. En los últimos dos años, ninguna otra aerolínea ha mostrado interés por explotar las instalaciones. Ni siquiera la abundante cantidad de nieve que ha caído en el Pirineo este invierno, suficiente para garantizar una de las mejores temporadas de esquí de la última década, ha despertado interés de nuevos operadores.
Una deuda de 70 millones de euros
Con todo, el aeropuerto de la capital oscense seguirá abierto, aunque sólo se pueda llegar hasta él en vuelos privados. El Gobierno está intentando convencer a aerolíneas especializadas en destinos de nieve para que incluyan Huesca en sus rutas. La deuda del aeródromo supera ya los 70 millones de euros, lo que ha llevado al Ministerio de Fomento a aplicarle un plan de racionalización que ha recortado drásticamente sus horas de funcionamiento. En 2010, el mismo departamento ya eliminó su dotación de controladores aéreos para tratar de contener sus pérdidas. Desde entonces, el control de aproximación se realiza mediante una plataforma automatizada.
El 2012 el aeródromo de Huesca sólo atrajo a 2.446 viajeros, un registro que le convierte en el menos utilizado de todos los que contabiliza Aena. En lo que va de año, incluso los de Son Bonet (Palma), Ceuta-Helipuerto, Sabadell y Madrid-Cuatro Vientos, tradicionalmente entre los menos utilizados de España, han conseguido desplazar a más pasajeros que el de Huesca. Los de Badajoz, La Gomera, Albacete y Algeciras-Helipuerto, que cerraron 2012 con datos peores, también le han superado en lo que va de 2013.
En el capítulo de carga, sus registros no mejoran. En los tres primeros meses del año el aeropuerto no ha sido empleado para desplazar una sola tonelada. El pasado ejercicio también lo cerró sin estrenar esta casilla. Los próximos meses, ya sin el atractivo de la nieve, tampoco le auguran un futuro más favorable.
[Fuente: Por José María Olmo, El Confidencial, Madrid, 14abr13]
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