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18jul16
La guerra civil española: la aportación rusa
El 17 de julio de 1936 comenzó en España la guerra civil. Los rusos lucharon en los dos lados del frente: voluntarios soviéticos y consejeros apoyando a los republicanos, y oficiales emigrantes combatiendo en el Ejército del general Franco.
Los republicanos soviéticos
Apoyando al Gobierno de la República española, más de 2.000 ciudadanos de la URSS participaron en los combates: 772 pilotos militares, 351 operadores de carros de combate, 100 artilleros, 77 marineros, 222 consejeros de armas, 339 asesores técnicos y 204 traductores. El cumplimiento del "deber internacional" le costó a la Unión Soviética cientos de millones de dólares y cientos de vidas: más de 200 personas murieron en el campo de batalla.
"Los asesores sugerían ideas de operaciones al comando español. Si se aceptaba la idea, los asesores desarrollaban planes de operaciones. Si se aceptaba el plan, escribían proyectos de órdenes de operaciones y formaban a los responsables del trabajo de la sede". Así recuerda el mariscal Meretskov su trabajo en España.
En el cielo de la península ibérica, los pilotos soviéticos se mostraron como verdaderos profesionales y héroes. El 15 de octubre de 1936, un grupo de pilotos de combate, bajo el mando de Ptujin, llevó a cabo una operación única para destruir aviones enemigos en el aeródromo Garrapinillos. Durante media hora quemaron más de 40 aviones italianos, almacenes con municiones y combustible.
Los tanques soviéticos también exhibieron su poderío durante la guerra civil. El 29 de octubre de 1936, tuvo lugar el primer combate de tanques en el mundo. En la batalla de Seseña, chocaron la compañía de tanques soviética y los carros de combate ligeros italianos Ansaldo. Aquel día, los operadores de tanque soviéticos destruyeron dos batallones de infantería y dos escuadrones de caballería, inutilizaron 12 cañones, varias decenas de vehículos y derrotaron a la división de carros blindados del enemigo.
Los líderes del Ejército español, al principio, mostraban cierto escepticismo respecto a los métodos de la guerra de sabotaje. Pero los expertos soviéticos demostraron la eficacia de la operación de comandos. Los saboteadores hacían descarrilar trenes, explotaban puentes y túneles, causando daños irreparables.
La novela más famosa sobre la guerra civil española se titula 'Por quién doblan las campanas'. La escribió Ernest Hemingway. Algunos militares soviéticos se convirtieron en los arquetipos de los personajes del libro. Dicen que de inspiración para el protagonista de la obra, Robert Jordan, sirvieron tres saboteadores soviéticos.
Los franquistas rusos
En el Ejército de Franco lucharon 72 voluntarios rusos —emigrantes del bando blanco—. 34 de ellos fueron asesinados, mientras que nueve resultaron heridos. Los primeros voluntarios rusos que llegaron a España fueron los generales Fok y Shinkarenko y los capitanes Krivosheya y Polujin.
"No logramos repeler el último ataque, nos retiramos hacia el centro de la localidad. Otra vez nos separa del enemigo una calle del pueblo. Pero ya no nos quedan fuerzas para un contrataque. De la compañía quedan no más de 80 bayonetas. Anatoli Fok se hizo cargo del mando. Aquí todos lo llaman 'general'", escribía Polujin.
A principios de 1937, los primeros periodistas extranjeros lograron acceder al territorio de la España franquista, entre ellos uno ruso, Oréjov. El general lo saludó y comentó que conocía el movimiento blanco ruso, que lo valoraba mucho y estaba contento de visitar los territorios liberados por los "rusos blancos".
Tras la victoria
Los voluntarios rusos participaron en el desfile de la Victoria en Valencia el 3 de mayo de 1939. Luego fueron condecorados con cruces del mérito militar. Además, a todos los voluntarios rusos se les ofreció la ciudadanía española.
[Fuente: Sputnik News, Moscú, 18jul16]
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