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13abr06
El bipartito encarga a las universidades investigar la represión franquista.
Investigar la represión franquista es el propósito que ayer plasmaron sobre un papel la Consellería de Cultura y las tres universidades gallegas. En una primera fase, dicho compromiso se concretará en la elaboración de un censo global de represaliados gallegos en el periodo de Guerra Civil en España (1936-1939) para recopilar, a continuación, diversa información y testimonios orales de supervivientes y familiares de víctimas del exilio durante el conflicto.
Bajo el membrete de «Las víctimas, los nombres, las voces y los lugares» se esconderá la primera investigación de esta índole en la Comunidad gallega, que se auspiciará en el marco de un convenio que estará vigente por parte de las cuatro instituciones hasta el 31 de marzo del próximo año 2007. Según informó ayer la conselleira de Cultura, ánxela Bugallo, a los rectores de las tres sedes académicas (Senén Barro, por la de Santiago; de Vigo, Domingo Docampo; y de la coruñesa, José María Barja), se calcula que el departamento autonómico abonará a las universidades alrededor de 210.000 euros, mientras que las instituciones académicas facilitarán a los investigadores que se encargarán de hacer realidad el proyecto. .
En total, los señalados serán once historiadores, dirigidos por el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), Lourenzo Fernández Prieto, y que desarrollarán durante un año esta primera fase del ímprobo trabajo de investigación histórica, el cual está previsto que tenga continuidad.
Los datos que maneja a fecha de hoy la Consellería de Cultura infieren que existe constancia de unas 25.000 causas de represaliados gallegos, entre los que estarían casos de «pasados» y otros de presos en cárceles. Otro aspecto sobre el que se incidirá es el que tiene que ver con la recuperación de testimonios en América Latina, especialmente en Argentina y en Cuba, donde se refugiaron muchos de los militares antifranquistas que pudieron huir en 1936.
El censo y las 300 entrevistas a supervivientes y familiares serán una realidad una vez se hayan consultado distintos archivos del Estado e inlcuso de Cuba y Argentina. En aras de facilitar este quehacer, Bugallo confió en la máxima colaboración del Archivo de la Guerra Civil en Salamanca y de las instancias de Defensa pertinentes y aseguró que «no se plantearán el traslado de papeles» en ningún caso.
Por su parte, y en nombre de sus compañeros, el rector de la USC, Senén Barro, admitió que las universidades ya se habrían sumado a un proyecto de investigación de estas características «si antes hubiesen tenido este encargo». Afirmó que el convenio de colaboración suscrito es «importante por el tema que se aborda» y se reservó para la investigación los epítetos de «oportuna y urgente». Barro quiso subrayar la relevancia de recuperar la memoria oral de las víctimas y sus familiares, con «caducidad por cuestión biológica», apuntó.
[Fuente: Terra, Coruña, 13abr06]
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