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09oct14
Bankia y BBVA rompen las negociaciones y le exigen el pago de su deuda a Esther Koplowitz
Las negociaciones entre Bankia y BBVA con Esther Koplowitz para refinanciar su deuda personal, cercana a los 1.100 millones, han dado un vuelco significativo. Cuando el acuerdo parecía cercano, incluso anunciado en un comunicado por B 1998, la sociedad instrumental de la empresaria, el pasado 16 de septiembre, la relación entre la banca acreedora y la mayor de las hermanas Koplowitz se ha deteriorado sensiblemente hasta el punto de que los bancos han decidido romper las negociaciones. Así se lo transmitieron ambas entidades el pasado viernes, a través de una carta por burofax, según ha podido saber Vozpópuli.
Esa misiva supone un auténtico órdago hacia la empresaria. BBVA y Bankia no sólo le comunicaron la ruptura de las negociaciones sino que también le exigieron el pago de su millonaria deuda. El pasado 15 de septiembre finalizó el plazo concedido por ambas entidades para concluir la negociación de la refinanciación de la deuda personal de Koplowitz. Pese a que técnicamente la empresaria se encuentra en una posición de default, tanto Bankia como BBVA habían decidido no ejecutar ningún tipo de garantías al existir una buena sintonía en las negociaciones.
Sin embargo, la buena marcha de las negociaciones se ha visto alterada por dos cuestiones de relevancia. De una parte, las dos entidades han solicitado a la empresaria un cambio de interlocutor para continuar con las negociaciones. La tensión con el abogado francés Jean Marie Messier, expresidente de Vivendi, viene de lejos. De hecho, Messier envió una carta, en octubre pasado, a las dos entidades amenazando con declarar el concurso de acreedores de la empresaria en caso de no llegar a un acuerdo. En aquel momento, Bankia y BBVA solicitaron también el veto del abogado francés.
El otro gran punto de fricción señala directamente a Esther Koplowitz. La empresaria se niega en rotundo a que la solución de su refinanciación implique ceder una posición de control inferior al 30% en FCC. La principal accionista de la constructora (aún conserva el 50,1% del capital) ha confirmado en las negociaciones con los bancos estar dispuesta a vender sus derechos en la próxima ampliación de capital de FCC para poder hacer frente al pago de su deuda personal. Precisamente, la venta de esos derechos puede implicar que la participación de la empresaria caiga por debajo de ese 30% en FCC, una posibilidad, a la que se niega en rotundo, según fuentes conocedoras de las negociaciones.
"Evidentemente, Bankia, BBVA y Esther Koplowitz están condenados a entenderse. Pero lo cierto es que las negociaciones están rotas en estos momentos", explican estas mismas fuentes, que reiteran que los bancos están dispuestos a continuar las negociaciones si se salvan los dos actuales escollos. Tanto Bankia como BBVA no han querido efectuar declaraciones sobre la actual ruptura.
La empresaria debe también llegar a un acuerdo con Caixabank, uno de los minoritarios de su patrimonial B 1998. La entidad presidida por Isidro Fainé cuenta con un 10% de la sociedad que domina Esther Koplowitz en un 90%, y con la que controla FCC. Ambas partes están negociando el canje de esa participación por futuras acciones de la constructora.
Refinanciación de 5 años
A lo largo de septiembre, las entidades y la empresaria habían acordado una refinanciación de cinco años, lo que le daría el oxígeno necesario a Koplowitz para que recupere sus ingresos recurrentes a través del dividendo de FCC y poder hacer así frente al servicio de la deuda.
La operación es muy relevante para la empresaria pero no menos para el grupo de construcción y servicios, toda vez que este paso previo es estrictamente necesario para realizar la ampliación de capital en la que FCC lleva tiempo trabajando.
Esta operación, valorada en unos 1.400 millones de euros, permitirá a la compañía amortizar parte de los más de 4.500 millones de deuda que refinanció. Más concretamente, el objetivo es el denominado tramo B, que tiene como característica principal su carácter de convertible. Es decir, que si a su vencimiento, en 2018, FCC incurriera en impago, los bancos firmantes del sindicado canjearían el importe del tramo (1.350 millones de euros) por títulos de la empresa y pasarían a convertirse en accionistas, lo que definitivamente haría que Esther Koplowitz perdiera la mayoría.
En el momento en que la refinanciación de la deuda de Koplowitz sea un hecho, la ampliación de capital podrá realizarse, un proceso en el que la compañía ya trabaja y que podría tener finalizado, incluso, antes de que finalizara el presente ejercicio. De hecho, FCC anunció el pasado septiembre la contratación de Santander, JP Morgan y Morgan Stanley como los bancos de inversión que liderarán esta ampliación en la que puede participar el empresario George Soros, que ya controla un 3% de la constructora. Soros ya intentó en verano convertirse en socio de la patrimonial de Koplowitz. Sin embargo, los bancos no aceptaron sus ofertas ante las excesivas quitas ofrecidas.
[Fuente: Por M. Alba y R. Pozo, Vozpópuli, Madrid, 09oct14]
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