El respaldo mayoritario que tuvo el directorio y la administración de Enersis para promover la venta de su participación en Endesa Chile, no hizo sino demostrar que Endesa España ha errado el tiro para guiar sus inversiones en Chile. Y todo indica que lo sigue haciendo. En efecto, para las AFP y para los directores que las representan en el holding, la postura de la sociedad ibérica de asumir una posición firme, sin ceder un ápice en sus postulados y de mostrar que tiene armas para defenderse, no es más que el reflejo del rugido de un león que se sabe atrapado. En resumen: amenazas.
La primera de éstas es el reiterado mensaje de los españoles de que si el próximo 24 de febrero no se aprueba el aumento de concentración en Enersis, propuesto por EE para poder concretar una Oferta de Adquisición de Acciones (OAA) por otro 32% del holding -adicional al que ya manejan-, no habrá una segunda oportunidad. Así, en medio de un mercado deprimido, EE alude directamente al bolsillo de los inversionistas.
Además, como segunda amenaza, sostiene que si se concreta la venta de Endesa Chile, buscará un nuevo vehículo para realizar su inversión en Latinoamérica. En la práctica, agrega, esto significa el fin de la alianza estratégica (ver recuadro) y la pérdida de un socio controlador con espaldas financieras. Pero este argumento contrasta con la realidad de ésta y otras empresas españolas relevantes, las que tienen una propiedad muy diluida.
Han sido justamente estas amenazas las que continúan mermando la confianza de los accionistas minoritarios en Endesa España. Una vez más, en la junta del jueves, quedó en evidencia que sus socios no olvidan la forma como EE tomó "control" del 32% de Enersis, ni confían en sus estrategias para futuro del holding.
Es por eso que, en busca del legítimo derecho de defender los intereses de los afiliados, las administradoras de fondos de pensiones aprobaron la venta de Endesa Chile y, como consecuencia directa de lo anterior, pretenden rechazar el aumento de concentración propuesto por EE en Enersis el próximo 24, si es que no se les propone una alternativa mejor.
Esto, ya que están conscientes de que EE impedirá la venta de Endesa Chile si tiene el control absoluto de Enersis y, al mismo tiempo, perderán cualquier posibilidad de limitar el poder de este actor, cuyo dominio será absoluto si logra el 65% de la propiedad.
Por lo mismo, las AFP están a la espera de una nueva propuesta de Endesa España, distinta de la OAA a $320 por acción que lanzó por Enersis, y distinta también de la propuesta de que en vez de vender el 25,28% que el holding tiene en Endesa, sean los minoritarios de la generadora los que sumen y enajenen sus acciones para atraer un nuevo controlador. De hecho, en este caso les preocupa que por permanecer Enersis en la propiedad de Endesa, se desincentive a algunos inversionistas que no gusten de compartir un sillón con EE.
Las AFP aseguran, entonces, que EE deberá mejorar su oferta. Y de ser así, estarán dispuestas a analizarla. Tienen optimismo en que su posición prevalecerá, lo que se basa en datos como el alto quórum que requiere el aumento de concentración en Enersis (75%), prerrequisito establecido por los españoles para concretar su OAA. Además, como las mismas AFP dijeron, la intervención del representante de EE en la junta les refrendó su idea de que Endesa "vale mucho". Y si es así, como dijo un importante ejecutivo del sector previsional, "Enersis también vale más", aludiendo a los $320 por título. Este monto, sostienen, no refleja el valor real de la inversión en Endesa Chile ni compensa la caída que registrará el paquete accionario que no sea adquirido por EE.
Además, tampoco creen que EE pueda concretar su amenaza de adoptar una actitud confrontacional si no cumple sus objetivos. Directores de Enersis ligados a las AFP sostienen que es improbable que EE opte por dejar su inversión en Enersis, porque sería "perder mucha plata".
Además, rescataron que una eventual disolución del pacto no tendrá efecto sobre las actuales operaciones conjuntas entre Enersis y Endesa España, como son por ejemplo las inversiones que concretaron en el extranjero entre 1997 y 1998, según lo establece el propio contrato.
Y si EE efectivamente rescilia el acuerdo, no podrá echar pie atrás al aumento de capital por US$ 600 millones, que ya fue aprobado en junta el año pasado. Esto, porque no suscribir implica diluirse, con lo cual pierde la oportunidad de bloquear futuras decisiones.
Es así que las administradoras devolvieron la pelota al lado contrario de la cancha, y sólo factores como un compromiso formal para vender Endesa o un incremento en el volumen que EE está dispuesta a adquirir de los accionistas minoritarios de Enersis, podría volcar a favor de la ibérica la junta del jueves 24 de este mes, que hasta ahora se les presenta como adversa.