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09oct03
Endesa comienza su segregacion para minimizar los riesgos del pasivo de Enersis.
Sorpresa, y de las gordas, en el mercado, por la decisión de Endesa de descentralizar sus filiales. Después de meses de tira y afloja con el Gobierno de la Generalitat, la compañía que preside el gran Pizarro ha confirmado el traslado a Barcelona de la sede de su filial de distribución y a Sevilla la de generación.
Se trata de dar gusto a dos Gobiernos autonómicos donde desde hace tiempo reina la eléctrica sobre las ruinas de sociedades tan emblemáticas como Sevillana o FECSA. ¿Son razones políticas las que imponen el cambio, o razones de eficacia económica? ¿Dónde quedan las famosas economías de escala con este movimiento?
Es el misterio de una empresa que, en los últimos tiempos, no ha parado de rebajar su perfil público, quizá contagiada por la querencia a las sombras de ese tipo tan brillante como enigmático llamado Manuel Pizarro, cuya foto apenas ha aparecido tres veces en prensa desde que ocupara el puesto dejado vacante por Rodolfo Martín Villa.
Como no podía ser de otro modo, las obsesiones del presidente acaban por contagiar a la empresa que preside. Los rumores sobre cambios en el organigrama directivo de Endesa no han dejado de circular desde la llegada de Pizarro. El aragonés, sin embargo, manejando esa indefinición como un cierto elemento de competitividad interna, no ha movido pieza, aparentemente dispuesto a mantener el mismo equipo que sirvió a Martín Villa, una ventaja de lo cual, sugieren las malas lenguas, es poder echar a las espaldas de Martín Villa las culpas de los errores nuevos o viejos cometidos en la sociedad.
Justo es reconocer, sin embargo, que Pizarro y Miranda han realizado un encomiable esfuerzo a la hora de recortar de forma drástica el colosal endeudamiento que arrastraba la sociedad. Las incógnitas, sin embargo, no han desaparecido, como las dudas de los analistas o el discreto comportamiento de la acción en Bolsa, inferior a sus posibilidades reales.
El futuro de Endesa, reconocida antaño como una de las sociedades bandera de los inversores, sigue estando lastrado por la aventura latinoamericana y por el paralelo escaso protagonismo en la Unión Europea, que es su mercado natural. Sin un papel relevante en la UE, la compañía parece condenada a jugar en la segunda división continental. ¿Contribuirá la decisión de dar gusto a los Gobiernos autonómicos catalán y andaluz a mejorar la posición competitiva de Endesa y, en definitiva, a aclarar su horizonte empresarial? Muchos lo dudan.
[Fuente: Jesús Cacho, El Confidencial, Madrid, Esp, 09oct03]
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