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20abr04
Manuel Pizarro y Jesús Polanco almuerzan en la bolsa de Madrid con la presidencia de Endesa como telón de fondo.
Son amigos o, al menos, eso dicen ambos: "nos vemos de cuando en cuando, charlamos sobre temas de actualidad...". Por un lado, Manolo Pizarro, presidente de Endesa, sin adscripción política conocida –o eso dice él-, pero estrechamente ligado a Rodrigo Rato, que es el responsable de su actual ocupación. Por el otro, Jesús Polanco, presidente de Prisa, ese entramado mediático sin intereses políticos –o eso dice él- capaz de quitar y poner presidentes a su libre albedrío.
Pues bien, Pizarro y Polanco compartieron mantel el martes de la semana pasada en el edificio de la Bolsa de Madrid, de la que el primero sigue siendo vicepresidente gracias a que Ibercaja, la entidad que preside, tiene el 5% del holding de mercados. La explicación oficial de tan peculiar encuentro es que ambos almorzaron por motivos profesionales. Pizarro en calidad de número dos de la Bolsa y Polanco como representante de una sociedad cotizada.
Sin embargo, hete aquí que, según los mentideros de la Villa y Corte, Pizarro, además de amistad, también ha compartido con Polanco objetivos empresariales comunes, caso de la fusión digital, ese regalo que Aznar le hizo a Prisa y que tan caro le ha costado al Partido Popular.
Ahora, el futuro de Pizarro al frente de la mayor eléctrica del país –con permiso de Iberdrola- pende del hilo de una decisión política que, según la mayoría de expertos, no pasa por La Moncloa sino por Gran Vía 32, sede del Grupo Prisa en Madrid. Ahora los beautiful friends, es decir, los empresarios amamantados a la vera del PP, le piden explicaciones a su amigo Rato. Pero Rato ya tiene un pie en el FMI y difícilmente les va a poder echar una mano.
Así, puestos a buscar un noray donde amarrar el cabo, Pizarro ha pensado en el dueño del Grupo Prisa que tanto favor le ha hecho a la causa del España va bien dando por sentado que con Zapatero irá mejor. Y si para ello es menester renunciar a los principios fundacionales de la causa, pues se renuncia, que en esto del dinero y los negocios no hay colores políticos sino intereses comunes, que es lo mismo que decir aquello de que ‘favor con favor se paga'. Y Polanco, a Pizarro, le debe uno y de los que valen un potosí, al menos tanto como Vía Digital.
[Fuente: El Confidencial, Madrid, Esp, 20abr04]
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