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10nov12
España sale del 'top ten' mundial de fabricantes de coches por primera vez desde 1990
"España saldrá este año del top ten mundial de fabricación de vehículos por primera vez desde el año 1990", se lamenta Mario Armero, vicepresidente ejecutivo de Anfac, asociación que agrupa a las principales marcas en España. Una tendencia inquietante que el lobby de los fabricantes quiere revertir. Y para ello presentará la próxima semana un ambicioso plan para cumplir tres hitos de aquí a 2016: alcanzar los tres millones de vehículos fabricados al año, los 2,5 millones de unidades exportadas y los dos millones de coches vendidos. Un esfuerzo que parte con el lastre de precisar la colaboración de la Administración en pleno ajuste del gasto, ya que incluye -entre otras- medidas fiscales con claro impacto presupuestario.
Para vencer esas resistencias políticas, los interesados llevan semanas de road show con los miembros del Ejecutivo para vender el denominado Plan 3 millones, que "busca volver a cifras que ya se dieron en el año 2000", explica Armero. De hecho, los fabricantes se han reunido ya con los ministros y segundos espadas de Industria, Economía, Hacienda y Medio Ambiente, así como los responsables de la Oficina Económica de Moncloa. También tienen previsto celebrar encuentros con las ministras de Empleo y Fomento. El reto se antoja complejo a tenor de los actuales guarismos. Por ejemplo, entre enero y octubre apenas se matricularon 600.000 turismos, mientras que hasta septiembre los vehículos ligeros e industriales no añadían ni 70.000 ventas. La meta de los dos millones de ventas parece muy lejana si la demanda no responde.
La evolución de las cifras justifica la preocupación de Anfac. Según los datos facilitados recientemente por la Organización Internacional de Constructores de Automóviles (OICA), España cayó en 2011 al noveno puesto entre los mayores fabricantes del mundo, lo que supone ceder un puesto en relación al ranking del año 2010. La industria española se veía superada por la mexicana, en una clasificación encabezada por China -con 18,42 millones de vehículos-, EEUU, Japón y Alemania. Los 2,35 millones de coches con que España cerró el ejercicio la ponían ya a tiro de piedra de Francia, que fabricó 2,29 millones de unidades. La patronal no tiene dudas de que España saldrá este año de los puestos de privilegio.
"Es el momento oportuno para reforzar nuestra industria -explica Armero-. Lo han hecho Obama y Hollande. Además, las presiones de los últimos tiempos afectan menos a un país como Italia porque un 30% de su PIB es industrial. Y el sector del automóvil está en plena ebullición en estas semanas, con las marcas tomando decisiones sobre dónde ubican sus plantas. Nissan, Iveco y Ford han demostrado que España está en el mapa, al punto que sus inversiones supondrán entre 1.500 y 2.000 millones. Nuestro país tiene capacidad para producir tres millones de vehículos, muy por encima de los dos que se fabricarán este año. Sin contar con que el automóvil tiene mucho potencial a nivel mundial: la flota de vehículos es hoy de 800 millones; en 2025 alcanzará los 2.200 millones. Una cuota importante tiene que ser made in Spain".
Una nueva 'hoja de ruta'
Las líneas maestras de la propuesta que los fabricantes presentarán el martes próximo obliga a que la Administración den un paso adelante, en un momento especialmente delicado desde el punto de vista de las arcas públicas. Aunque algunas de las iniciativas que se pondrán sobre la mesa no comportan un gasto extra, otras sí tienen repercusión presupuestaria. "Es muy importante reforzar los acuerdos de comercio internacionales, sobre todo con países emergentes. También se plantean medidas de gestión, como las que afectan al modelo laboral o a la liberalización de las ITV, una disposición que permitiría fomentar la red comercial. Y se apuesta por eliminar bolsas ilegales, tanto de talleres como en operaciones de compraventa", explica el vicepresidente de Anfac en referencia a algunas de las medidas que salen gratis.
Más complejo se atisba el planteamiento fiscal. "El sector soporta hasta nueve tributos. No creemos en el Impuesto de Matriculación, que en su día gravaba un bien de lujo, algo que ya no tiene sentido. De hecho, no existe en nuestros países competidores. También habría que evitar otras tentaciones regulatorias. No podemos levantarnos cada día con un sobresalto. Lo hemos visto con la sugerencia de que la euroviñeta podría convertirse en una tasa. Parece fácil incrementar la presión fiscal sobre el automóvil", remata. La reclamación es de largo aliento. Ya antes de las últimas elecciones, Anfac lanzó una batería de propuestas en que las pedía la eliminación o la reducción sustancial del Impuesto de Matriculación. Asimismo, abogaba por revisar el Impuesto de Circulación, incluso rebajando la tributación a aquellos vehículos con menores emisiones de dióxodo de carbono, y por reducir la fiscalidad asociada a las remuneraciones en especie del vehículo en el IRPF
Los fabricantes plantean este proyecto apenas semanas después de que el Gobierno aprobara un plan de incentivos a la compra de vehículos eficientes, el denominado Plan PIVE. Una iniciativa que contempla una ayuda de mil euros del Ejecutivo y otros mil por las marcas para la adquisición de vehículos. El esfuerzo convierte al automóvil en el único sector con el que el Ejecutivo ha mostrado cierta sensibilidad a la hora de plantear ayudas. Para Anfac, la cuestión está clara: el sector es estratégico para la economía y la industria del país. "Llevamos 16.000 reservas a través del plan, en torno a 1.400 al día", actualiza los datos Armero. Eso sí, el Ejecutivo ha puesto límite al programa: 75 millones de euros. La industria ya piensa en el medio plazo.
[Fuente: El Confidencial, Madrid, 10nov12]
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