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04jun20
Diez millones de mascarillas al mes: dentro de la mayor planta de producción de España
El inicio de la visita a la planta de producción de mascarillas quirúrgicas más importante de España, y donde las pautas de higiene y limpieza a seguir han quedado bien establecidas de antemano en una hoja informativa ante el coronavirus, no comienza precisamente con buen pie -más bien, con buen olfato en este caso- cuando uno se percata de que lleva puesto del revés el protector facilitado por la empresa -todos los asistentes deben llevar en teoría el mismo modelo por "cuestiones corporativas"-. Así que toca darle la vuelta a la situación en todos los sentidos.
Apenas se ha traspasado el umbral de las instalaciones de Bexen Medical en Etxebarria (Vizcaya), y uno confía en que la poca pericia demostrada en los primeros pasos de la visita con motivo de la inauguración de la nueva planta de producción de mascarillas quirúrgicas no sea una metáfora del futuro que le aguarda a un proyecto industrial que también acaba de dar sus primero pasos.
Sobre el papel, las cifras apuntan a que el proyecto está 'del derecho', con la previsión de llegar hasta los 20 millones de mascarillas quirúrgicas del tipo IIR al mes en el momento que alcance su pleno rendimiento. De momento, la producción se sitúa en los 10 millones de unidades al mes que posibilitarán las tres líneas que están operativas en la actualidad, y que se han puesto en marcha en "un tiempo récord" después de que el pasado 20 de abril varios camiones del Ejército transportaran desde Madrid las máquinas hasta las instalaciones de esta cooperativa perteneciente a la Corporación Mondragón, y que previamente habían sido diseñadas y ensambladas en la filial del Grupo en China, Mondragon Assembly, especializada en este tipo de maquinaria y que tenía su red de proveedores operativa al 100% en contraposición con lo que ocurría en España por los efectos del coronavirus.
El acuerdo alcanzado con el Gobierno español contempla la fabricación de 60 millones de unidades en un periodo de medio año para "abastecer al mercado nacional sin depender de proveedores exteriores", con un suministro "garantizado" para toda España y a un "coste fijo interior al de la importación". La producción será comprada en su totalidad por el Ejecutivo de Pedro Sánchez y se destinará a hospitales, centros sociosanitarios, empresas y a la ciudadanía de cara a evitar contagios del coronavirus.
Lo que hoy se ve en las instalaciones de Etxebarria es solo "una parte" de la "acertada" apuesta estratégica de esta cooperativa dedicada durante más de 40 años a la fabricación de material sanitario de un solo uso, pero que no incluía las mascarillas quirúrgicas. "Sinceramente, todavía no hemos hecho nada más que empezar", apunta el gerente de Bexen Medical, Carlos Arsuaga, en esta primera visita que permite llegar al corazón de la producción.
En los próximos días se pondrán en marcha tres nuevas líneas que han llegado esta misma semana a las instalaciones, y que "estarán a pleno funcionamiento en breve", lo que convertirá a esta planta en el "principal productor de mascarillas a nivel nacional". La inversión para la puesta en marcha de las seis líneas automatizadas superará los dos millones de euros. En todo caso, la producción en estas instalaciones, y que han sido facilitadas por la cooperativa vizcaína del Grupo Mondragón Cikautxo, es temporal, ya que la previsión es que la fabricación se traslade a finales del año a la planta productiva que tiene en Hernani la cooperativa Oiarso bajo la marca Bexen Medical.
En la sala blanca de fabricación de mascarillas, de 500 metros cuadrados, y cuyo acceso se realiza con bata, gorro y calzas -en este caso es difícil equivocarse de 'dirección' con el material-, operan parte de las 26 personas que trabajan en esta fase del proyecto, que prevé alcanzar una plantilla de entre 55 y 60 personas que operarán en cinco turnos. Todos ellos han recibido una "formación específica" para producir las que son las mascarillas de "mayor protección" entre las quirúrgicas y que se nutren de materias primas de "gran calidad" obtenidas tras llevar a cabo gestiones con "decenas de proveedores internacionales" en materia logística.
"Alta protección", "baja resistencia a la respiración", "resistente a salpicaduras" y "adaptador nasal moldeable", son las virtudes de estas mascarillas de tipo IIR de tres capas, como bien se resalta en la caja donde se depositan las unidades puestas a disposición para la visita.
Las primeras producciones se apilan en varias baldas del almacén, donde son visibles grandes paquetes de "producto terminado" con 48.000 mascarillas cada uno. También es perceptible la materia prima necesaria para la fabricación de mascarillas y que se distribuye por los diferentes rincones de las instalaciones. A un lado del pabellón, el espacio dedicado al "almacén rechazo" se encuentra a día de hoy vacío de material. A pocos metros, unos certificados dan cuenta de las capacidades de Bexen Medical en materia sanitaria para asumir este proyecto público-privado que responde a un encargo del Ministerio de Industria apenas nada más decretarse el 14 de marzo el estado de alarma de cara a contar a la "mayor brevedad posible una solución a nivel nacional que evitase la dependencia de otros países" a la hora de adquirir mascarillas.
Su colocación no es por azar. Arsuaga no obvia la polémica que ha suscitado la adjudicación del Gobierno español por la inexperiencia de Bexen Medical en la producción de mascarillas quirúrgicas. A todas las críticas, replica con los "hechos reales y contrastados" de 42 años de experiencia en el sector de la salud, y que han llevado a la empresa a ser un "referente" en este ámbito, con un extenso catálogo de "más de 500 referencias" certificadas por la Agencia Española del Medicamento, la presencia en el 98% de los hospitales públicos de España, el "liderazgo" en el mercado de la nutrición parenteral a nivel estatal, y el posicionamiento "pionero y de referencia" a la hora de ofrecer una solución integral para la gestión de muestras biológicas a través de Bexen Bioservices -dispone de un Biorepositorio propio en Hernani y participa en otros dos en Santiago y Madrid-.
"Las dudas son perfectamente rebatibles", asevera tras detallar la hoja de servicios de la empresa, que ahora va a sumar a su currículum el distintivo de "fabricante con mayor capacidad productiva del Estado" con "250 millones de mascarillas anuales" del tipo II2, lo que va a garantizar el abastecimiento de estos protectores para afrontar los efectos del coronavirus y la reserva estratégica de este material sanitario para hacer frente a posibles rebrotes a futuro de la pandemia. "Nos va a permitir ser un fabricante estratégico para el Ministerio de Sanidad", resalta el gerente de Bexen Medical, que a finales de año dispondrá de más de 1.200 metros cuadrados de salas blancas con la ampliación de sus instalaciones en Hernani -la empresa cuenta con otra planta productiva en Alegia, también en Guipúzcoa-.
La "responsabilidad" y el "compromiso" demostrado dan paso al "orgullo" que evidencia Arsuaga por el "ejemplo claro de intercooperación surgido entre varias empresas de Mondragón" que acompaña a este proyecto, y que ha permitido "disponer y adecuar estas instalaciones en tiempo récord". Lo evidencia ante el presidente de la Corporación, Iñigo Ucin, y los representantes de los ejecutivos español y vasco que acuden a la puesta de largo de las instalaciones; el delegado del Gobierno en Euskadi, Denis Itxaso, y la consejera vasca de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, entre otras autoridades.
Los agradecimientos también llegan al Ministerio de Defensa, con una "especial mención" por el transporte de las máquinas desde China hasta las instalaciones vizcaínas, en primer lugar vía aérea desde Shangai hasta la base militar madrileña de Torrejón de Ardoz en un vuelo operado por el Departamento que lidera Margarita Robles, y, con posterioridad, por carretera con varios camiones del Ejército hasta la planta de Etxebarria. En el transporte había una cuarta línea productiva destinada al Centro de Farmacia de la Defensa de Burgos que gestiona igualmente la cooperativa vasca.
[Fuente: Jose Mari Alonso, El Confidencial, Madrid, 04jun20]
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