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08ago15
Chile, España, Manuel Contreras y la impunidad
A los 86 años, ha fallecido en un hospital militar Manuel Contreras, jefe de la inteligencia militar de Chile (DINA) a las órdenes del dictador Pinochet, artífice del mayor programa de detenciones, torturas y asesinatos habido jamás en la historia de este país. Condenado a más de 500 años de presido en 36 procesos criminales, Contreras afirmó durante su encierro, en julio de 2010 "Estoy orgulloso de mi trabajo al frente de la DINA" Y así ha muerto, en régimen de presidiario, sin arrepentirse de sus crímenes y ufano de su labor de exterminio de los adversarios ideológicos de la dictadura.
Su actitud de arrogancia delictiva, ha está siendo ampliamente difundida y comentada hoy en los medios de comunicación, como exponente del cinismo y perversidad tan común, entre autores de terribles delitos, enfrentados a los tribunales de Chile, Argentina, Perú, Alemania, Italia o Francia, hasta en la misma actualidad, por actos imprescriptibles como son los crímenes de lesa humanidad, previstos y calificados, por cierto, en nuestro Código Penal en su artículo 605 bis.
España es, en relación con estos delitos, un paraíso penal para la persecución de delitos de esta naturaleza -descritos en el citado artículo del CP- en el que leyes de impunidad y de punto final, como la Ley de Amnistía de 1977 y la de la Memoria Histórica de 2007, han servido de coartada legal para impedir la imputación de todos los responsable de los crímenes del franquismo, desde los perpetrados por los sublevados durante la guerra civil, hasta los últimas ejecuciones llevadas a cabo al final de la vida de vida de Franco, en 1975, en la certeza de que, extinguida la responsabilidad penal de los fallecidos, sigue vigente la de la inmenso aparato represivo del último período de la dictadura, cuyos actores siguen vivitos y coleando, paseando sus generosas pensiones y su plácida ancianidad por nuestros parques y jardines, sin atisbo alguno de arrepentimiento y sin que asome el más leve reproche, en lo más oscuro y callado de su reciente pasado.
Manuel Contreras ha fallecido, sí, pero antes ha sido juzgado y condenado por la justicia democrática chilena. Un acto de honorabilidad institucional que ennoblece a Chile y que debería producir sonrojo en los últimos gobiernos socialista y popular españoles, así como en la justicia de nuestro país, confabulados corporativamente para que los Manuel Contreras españoles, se vayan de rositas, con el único encargo de tener que responder, como decía Franco "Ante Dios y ante la Historia". Como vemos, todo ha quedado Atado y bien atado.
Manuel Contreras, que Dios -si existe- lo tenga donde se merezca.
[Fuente: Por Floren Dimas, Murcia, 08ago15]
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