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13ene20
PSOE, PP y Cs mantienen la unidad en la UE para retirar la inmunidad de Puigdemont
Este lunes 13 de enero el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, leerá ante el hemiciclo los nombres de Carles Puigdemont, Toni Comín y Oriol Junqueras, este último inhabilitado y que ha quedado suspendido su reconocimiento como eurodiputado. Será un momento clave para el independentismo y el inicio de una nueva etapa.
En los últimos días, desde que el 19 de diciembre de 2019 el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) dictara una sentencia que consideraba que Junqueras era eurodiputado y contaba con inmunidad tras la proclamación oficial de los resultados por parte de la Junta Electoral Central (JEC), el PSOE, el Partido Popular y Ciudadanos han pasado de la desorientación general tras la sentencia a volver a intentar trazar estrategia, ERC sigue la suya, y Puigdemont y Comín la propia. Todos mirando por sus intereses en un conflicto cruzado.
Ahora mismo en el Parlamento Europeo hay dos pulsos fundamentales, separados pero interconectados. Por un lado está la batalla del suplicatorio, un proceso por el cual se levantaría la inmunidad a Puigdemont y Comín. PSOE, PP y Ciudadanos buscan que nadie rompa filas y el procedimiento sea rápido y sin sorpresas.
La otra batalla es la de Junqueras. Diana Riba, ahora mismo única eurodiputada de ERC a la espera del sustituto del antiguo vicepresidente de la Generalitat, ha estado presionando en los últimos días para lograr que Sassoli contradijera al Tribunal Supremo, que decidió el pasado jueves que Junqueras no podía ser eurodiputado. Ahora Riba, sus allegados y el equipo legal del líder de Esquerra pasan a la siguiente fase: presentar recurso ante el Tribunal General de la UE (TUE) y buscar un debate político en el Parlamento Europeo.
La interconexión entre una y otra batalla son los intereses de Puigdemont y Comín. Su mejor baza para lograr que se complique el suplicatorio o que al menos haya algo más de ruido es elevando las emociones y enarbolando el caso de Junqueras como un ejemplo de que no existen garantías judiciales en España y que existe una persecución política. La experiencia de octubre de 2017 enseña que si se logra generar un ambiente lo suficientemente caldeado aparecen brechas en el bloque que conforman las familias políticas europeas del PSOE, PP y Ciudadanos.
Cooperación del bloque constitucionalista
Desde 2017 la cooperación entre los equipos socialista, popular y de Ciudadanos ha sido continua. Ha existido un alto nivel de colaboración con el objetivo de cerrar las puertas de la institución a los fugados a Bélgica mientras fue posible, e intentar modular el mensaje de Sassoli inmediatamente posterior a la sentencia del 19 de diciembre.
Durante los últimos días y horas las oficinas de los eurodiputados clave de cada partido han echado humo a la espera de la decisión final de Sassoli respecto a Junqueras. Socialistas, populares y naranjas han apretado al presidente del Parlamento Europeo y a su oficina para que la respuesta a la resolución del TS saliera cuanto antes a la luz. Todas las fuentes consultadas coinciden en que la colaboración entre los tres partidos sigue siendo total.
Por un lado quieren dar por zanjado el caso Junqueras cuanto antes, porque saben que va a ser utilizado por Puigdemont y Comín como gasolina para caldear el ambiente de cara a su suplicatorio. Saben que este lunes el Pleno va a ser escenario de una trifulca política a raíz del caso del antiguo vicepresidente de la Generalitat, pero su objetivo es minimizar los daños que eso pueda generar.
Porque el objetivo principal es completar el proceso de los suplicatorios cuanto antes. Y para eso hace falta que nadie en las familias políticas del PSOE, PP y Ciudadanos, los Socialdemócratas, el Partido Popular Europeo (PPE) y Renew Europe, rompan filas: quieren reducir al máximo el número de eurodiputados que pueden simpatizar con la causa de Puigdemont y Comín y que puedan acabar votando por no levantar la inmunidad.
Por eso los eurodiputados socialistas, populares y naranjas han estado en los últimos días haciendo trabajo de fontanería, hablando con propios y extraños. Con cartas, e-mails, cafés y reuniones, los tres principales partidos españoles en la Eurocámara han estado explicando la situación de Cataluña a los eurodiputados de sus grupos y de otras formaciones.
La delegación de Ciudadanos, por ejemplo, ha enviado una carta en inglés a todos los eurodiputados explicando la situación de España y el conflicto catalán, e Iratxe García, líder de los Socialdemócratas europeos, ha mantenido contacto continuo con Sassoli y ahora trata de allanar el camino de los suplicatorios. Por su parte Esteban González Pons, del PP, conoce bien todos los resortes de Bruselas desde la legislatura pasada, cuando ya desenvolvió un papel central en la gestión de la crisis catalana, y tiene mucha ascendencia dentro del PPE, donde es menos probable que haya tránsfugas en el proceso del suplicatorio.
Estrategia independentista
Por el otro lado ERC planea agotar todas las vías posibles para reclamar el escaño europeo de Oriol Junqueras, y ya ha anunciado un recurso a la decisión de Sassoli ante el Tribunal General de la UE (TUE).
Desde otros grupos se cree que este lunes Los Verdes/ALE, la familia política a la que pertenece ERC, se hablará de la activación del artículo 7 contra España, una cláusula destinada a sancionar a los países que minan el Estado de derecho. Es una idea recurrente en el discurso independentista, pero muy alejado de la realidad y, además, muy alejado de obtener los votos necesarios para hacerlo posible.
Así que el objetivo real este lunes, tanto de ERC como de Puigdemont y Comín, es el de crear ruido y lograr que en el Pleno se escenifique una crítica a España por mantener a Junqueras en prisión. Los dos líderes independentistas huidos lo hacen también esperando que esto ayuda a su causa ya iniciada para levantar la inmunidad que les protege de las euroordenes.
El suplicatorio es lo que más esfuerzos va a concentrar. Dolors Montserrat, portavoz del PP en el Parlamento Europeo, augura que ha comenzado "el tiempo de descuento" de Puigdemont y Comín, un mensaje en el que ha coincidido en los últimos días Luis Garicano, líder de la delegación de Ciudadanos en la Eurocámara.
Este lunes será el día más importante, porque es cuando pueden aprovechar un efecto inicial los dos políticos catalanes. Una vez haya pasado su primera jornada en la Eurocámara, los partidos constitucionalistas apuestan porque su efecto inicial se diluya y confían en la seriedad de la comisión de Asuntos Jurídicos (que es la que lleva el peso del suplicatorio) por no dejarse afectar por sus mensajes durante las audiencias. Lo cierto es que pasado el primer día el tortuoso y largo proceso del suplicatorio solo habrá comenzado.
[Fuente: Por Nacho Alarcón, El Confidencial, Madrid, 13ene20]
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