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07abr18
Crece la tensión entre los Gobiernos español y alemán por Puigdemont
La tensión entre los Gobiernos alemán y español ha crecido en las últimas horas por la liberación de Carles Puigdemont. La ministra de Justicia alemana, Katarina Barley, ha considerado "absolutamente correcta" la decisión de la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein de dejar al ex presidente en libertad bajo fianza y no acusarle de rebelión. Además, Berley cree que España tendrá que explicar por qué acusa de malversación a Puigdemont.
Estas declaraciones no han sentado bien al Gobierno español. El ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, las ha calificado de "desafortunadas" en la convención del PP que se celebra en Sevilla. "La eurooorden se estableció para abordar estas cuestiones entre jueces y separándolo de las cuestiones políticas, por lo tanto, entrar a comentar decisiones de los jueces no nos parece lo más adecuado en este momento", ha agregado el titular de Exteriores.
"Este es un tema absolutamente judicial", ha destacado después el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien ha recordado que "las decisiones judiciales se cumplen y se acatan tanto de los tribunales españoles como de los demás". Rajoy ha asegurado que no ha hablado sobre esta cuestión con la presidenta alemana, Ángela Merkel, precisamente para respetar la separación de poderes. Por otra parte, fuentes gubernamentales no han dudado en señalar que la ministra Berley pertenece al SPD, los socialistas alemanes.
Ya ayer planeaba cierta tensión entre los participantes en la convención del PP a cuenta de la liberación de Puigdemont. Fuentes del partido reconocieron su disgusto por la resolución de la justicia alemana y precisaron que la confianza mutua entre los países de la Unión Europea se podría romper por resoluciones como éstas.
Para el Ejecutivo español, la liberación de Puigdemont ha supuesto un jarro de agua fría. La Fiscalía alemana había pedido su extradición y le acusaba de rebelión, por lo que el Gobierno esperaba una resolución favorable a sus intereses. Ahora, las tornas han cambiado y las declaraciones de la ministra alemana solo han servido para encender más los ánimos del Gobierno español.
[Fuente: Por Leonor Ortega, La Vanguardia, Barcelona, 07abr18]
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