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16nov17
Puigdemont admite que hizo un "análisis equivocado" porque pensó que Rajoy dialogaría
El presidente de la Generalitat cesado, Carles Puigdemont, ha admitido este miércoles que su Govern hizo un "análisis equivocado" de la situación en Catalunya ya que pensó que en el algún momento el Gobierno central se abriría a negociar con el Govern y su hoja de ruta soberanista, y esto no ha pasado.
Lo dicho en una entrevista al Punt Avui Televisió desde Bruselas donde ha afirmado que también pensó que la Unión Europea y la OTAN controlarían la "pulsión autoritaria" del Estado contra Catalunya, y ha concluido que esto tampoco ha sido así.
El ex president también ha afirmado que la aplicación del artículo 155 no es legal, y ha asegurado que, tras someterse a la justicia belga, confía en que algún día podrá volver a su casa "con normalidad" ya que considera que no ha infringido ninguna ley.
Acerca de las elecciones, Puigdemont, ha asegurado que confía acudir al Parlament para tomar posesión si el 21 de diciembre sale escogido como diputado, tras haber encabezado la lista de Junts per Catalunya. El presidente cesado ha advertido de que "sería una anomalía democrática muy grave que diputados no pudiesen tomar posesión porque están privados de libertad por haber defendido las ideas que les han llevado a ser escogidos como diputados".
Puigdemont considera una "exigencia moral" que "los del clan del 155" -PP, Ciudadanos y socialistas- digan si "respetarán" los resultados del 21D y retirarán el artículo 155 de la Constitución en caso de que "salga derrotado" en las urnas, y ha añadido: "Si hay un pueblo que quiere un Parlament en el que la mayoría de los diputados quieren escoger a un candidato que ha sido elegido como presidente, ¿el Estado español dirá que no lo puede hacer?".
"Ganar unas elecciones y no poder tomar posesión porque las ideas que te han llevado a ganar las elecciones son consideradas un crimen por el Estado es una gravísima anomalía. ¿No se dan cuenta de lo absurdo de este planteamiento?", ha ahondado.
Puigdemont ha reconocido su "decepción" por no haber podido conformar una lista única del soberanismo, ya que "la gente esperaba que hubiese la máxima unidad en este momento de emergencia nacional", aunque ha pedido "no hacerse mala sangre" porque las candidaturas independentistas tendrán "comunes denominadores".
Puigdemont se ha mostrado crítico con el papel de Felipe VI, ya que "ha decepcionado a mucha gente" al amparar, ha dicho, la "violencia" contra el 1-O y la actitud del "a por ellos", por lo que "rompió la neutralidad obligada".
Ha recordado que el 26 de octubre, el día antes de que el Parlament declarara la independencia, pensó que lo "acertado" era convocar elecciones. Sin embargo, ha dicho que no lo hizo porque el Gobierno del Estado no le trasladó su "compromiso explícito" de que renunciaría al artículo 155, retiraría a los 10.000 agentes desplazados a Catalunya, dejaría de intervenir las cuentas de la Generalitat y permitiría que Jordi Sánchez y Jordi Cuixart salieran en libertad.
Sobre el exconseller de Empresa y Conocimiento Santi Vila, ha señalado que no le "sorprendió" su dimisión justo antes de que el Parlament declarara la independencia, porque "siempre ha tenido esta duda" y "ambivalencia" en sus argumentos, pero sí ha reconocido que le decepcionó "claramente" por "cosas que han pasado después".
[Fuente: La Vanguardia, Agencias, Barcelona, 16nov17]
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