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26oct17
La 'vía vasca' que ha frenado la deriva de Puigdemont
De punta de lanza del nacionalismo más radical a freno de la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) que Puigdemont pretendía imponer en el Parlament. El papel de la política vasca, del PNV en concreto, está siendo clave en el desenlace de la mayor crisis institucional de los 40 años de democracia española. La discreta intermediación de Iñigo Urkullu, lehendakari gracias al apoyo del propio PNV y del PSE-PSOE, ha sido determinante para trazar un salida que, si no contenta, al menos satisface a todas las partes: elecciones en Cataluña dentro de la legalidad española.
El nudo comenzó a desatarse en Vitoria en una reunión en Lehendakaritza, sede la de Presidencia del Gobierno vasco. Allí, Iñigo Urkullu recibió a una representación de empresarios catalanes que le solicitaron que mediase. El grupo de empresarios, en el que según publica El Periódico estaban el vicepresidente de La Caixa Juan José López Burniol; el consejero delegado de Isdin Marian Puig; el abogado Emilio Cuatrecasas; y el presidente de la Fundación Carulla Joaquim Coello, pidió al presidente vasco que intercediese entre el Gobierno de Mariano Rajoy y la Generalitat presidida por Carles Puigdemont.
Tras el encuentro, que Lehendakaritza ni confirma ni desmiente oficialmente, Iñigo Urkullu trasladó su homónimo catalán la posibilidad de evitar la aplicación del 155 si él no proclamaba la DUI. Según cuentas fuentes cercanas a la mediación, la desconfianza entre los gobiernos central y autonómico es máxima, pero la presión de los empresarios relevantes que mantienen su negocio en Cataluña y la necesidad de encontrar una salida a un conflicto que abocaba al cese del Govern abrió la puerta a aceptar la propuesta.
Aprobar el 155, pero no aplicarlo
La 'vía vasca' pretende que el Gobierno de Mariano Rajoy pueda aprobar el 155 como medida que le permita actuar rápidamente si hay cualquier renacimiento de la deriva secesionista, pero que se comprometa a no aplicarlo a cambio de que Carles Puigdemont renuncie a la DUI y convoque elecciones para generar un nuevo escenario que permita el diálogo. Ese diálogo se enmarcaría dentro de la propuesta de reforma constitucional promovida por el PSOE y que cuenta con el beneplácito del PP y en ella tanto vasco como catalanes llevarían una propuesta conjunta de nuevo modelo de relación del Estado con estas comunidades históricas.
El PNV ya ha manifestado que no es partidario de promover la independencia de Euskadi pero sí de establecer una relación de bilateralidad entre su Gobierno y el español en una especie de convivencia entre dos entidades que se mantienen unidas pero con un nivel de autogobierno mayor del que ya disfrutan gracias a los derechos forales reconocidos en la Constitución.
La mediación de Urkullu con la UE
La reunión de ayer no es, ni mucho menos, el único encuentro que Urkullu ha mantenido para erigirse como mediador. El lehendakari ha establecido contactos desde hace apróximadamente dos semanas tanto con empresario como con algunos altos cargos de la Unión Europea. Además, el propio PNV ha mantenido un doble juego desde que estalló en 'procés'. El partido comandado por Andoni Ortuzar ha mantenido una cierta beligerancia en público -ha llegado a provocar la prórroga presupuestaria para escenificar su falta de sintonía con el 155 propuesto por el Gobierno de Rajoy- mientras que en privado trabajaba para afianzar una vía de diálogo de la que salir reforzado en su papel bisagra y con la que obtener apoyos en la anunciada reforma constitucional.
[Fuente: Por Igor Marín Ochoa, Vozpópuli, Madrid, 26oct17]
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