Información
Equipo Nizkor
        Tienda | Donaciones online
Derechos | Equipo Nizkor       

24sep17


La lectura del 1-O


A pesar de los graves acontecimientos, en las reuniones del Govern apenas se discute sobre el referéndum y menos sobre los escenarios que se pueden abrir después. Dolors Bassa, consellera de Treball, de ERC, se armó de valor en el Consell Executiu del pasado martes para preguntar con cierta timidez: "¿Y si el plan A no funciona?". "Pues pondremos en marcha el plan B", fue la única explicación que recibió. Dos días después, el plan A saltaba por los aires cuando la Guardia Civil entraba en dependencias de la Generalitat y detenía a 14 personas por participar en la organización del referéndum. ¿Y cuál es el plan B? Muy pocos lo saben y, menos aún, lo explican. Los preparativos de la consulta han sufrido un mazazo, pero la consigna en el Govern es mantener viva la expectativa del referéndum.

Aún no se han incautado las urnas y el Govern tantea imprentas en el extranjero. Pero las mesas electorales se tendrán que formar con voluntarios, la publicación de los lugares de votación en la web es la admisión implícita de que será difícil que haya tarjetas censales, a una semana vista no hay juntas electorales, la campaña es una broma y tampoco es posible garantizar la neutralidad del recuento aunque se invite a unos cuantos observadores internacionales. El referéndum está trinchado, no puede contar con garantías, pero eso es lo de menos a estas alturas del choque. Lo que importa para el Govern es colocar urnas y que cientos de miles de personas intenten votar. Y es justo lo que Mariano Rajoy ha ordenado frenar a toda costa.

El Gobierno del PP no se va a conformar con impedir que se abran colegios electorales, sino que pretende que nadie pueda colocar urnas ni siquiera en las plazas. Y eso colisiona frontalmente con la movilización alentada por el Govern y las entidades independentistas para el 1-O. A ello hay que añadir las actuaciones que puedan realizar la Fiscalía, los jueces y los dos gobiernos en los próximos días, que sin duda elevarán la temperatura del enfrentamiento.

Los últimos movimientos para frenar el referéndum empiezan a provocar fisuras en el apoyo socialista a Rajoy. Si bien el PSOE no pone pegas a las actuaciones judiciales encaminadas a impedir la consulta, la citación de 700 alcaldes o la posibilidad de que la ANC o manifestantes sean acusados de sedición no son compartidas por los socialistas. El PSOE ha arrastrado al PP a la creación de una comisión en el Congreso sobre Catalunya con la intención de construir una pista de aterrizaje al conflicto después del 1-O, pero las heridas que pueda dejar el choque en curso ponen en riesgo esa vía.

Carles Puigdemont trató de buscar otra salida con Pedro Sánchez a finales de agosto, cuando invitó al socialista a almorzar en Barcelona después de los atentados. El presidente de la Generalitat le inquirió sobre una posible moción de censura para desbancar a Rajoy. Puigdemont estaba dispuesto a aplazar el 1-O si Sánchez activaba esa alternativa. Pero el líder socialista argumenta que un gobierno que necesita el sostén de tantos partidos sería tan inestable que en dos años el PP ganaría las elecciones por mayoría absoluta. Así que el Govern intentará que el 1-O se convierta en una gran movilización de protesta contra el PP y por eso Oriol Junqueras manifestó esta semana que "la mejor moción de censura a Rajoy es el referéndum".

Lo que ocurra el próximo domingo y la lectura que se haga de ese día será esencial. Puigdemont repite a su entorno que no tiene previsto convocar elecciones. Y la posibilidad de una proclamación unilateral de independencia (DUI) cobra fuerza. Un sector del PDECat intenta convencer al president de que ése sería un grave error, pero Puigdemont está dispuesto a llegar lo más lejos posible y hasta visualiza su detención en el Palau de la Generalitat. Otros abogan por convocar unas elecciones en cuyo programa figure la DUI si se obtiene una mayoría independentista en votos y escaños. De hecho, la secesión sin referéndum de por medio fue la promesa de Junts pel Sí para las últimas elecciones (luego rectificada), por lo que no hay margen para proponer menos. El 1-O marcará uno y otro camino. Así que ahora mismo parece difícil que el choque que se avecina y las profundas heridas institucionales que provocará la actual aplicación de factode la intervención de la Generalitat facilite a corto plazo la salida que propone el PSOE.

[Fuente: Por Lola García, La Vanguardia, Barcelona, 24sep17]

Tienda Donaciones Radio Nizkor

DDHH en España
small logoThis document has been published on 25Sep17 by the Equipo Nizkor and Derechos Human Rights. In accordance with Title 17 U.S.C. Section 107, this material is distributed without profit to those who have expressed a prior interest in receiving the included information for research and educational purposes.