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11mar13
Carlyle sigue de mala racha: ultima la entrega de su mejor edificio a la banca acreedora
Corren malos tiempos para Carlyle en España. El grupo de capital riesgo ultima actualmente la entrega de su principal activo inmobiliario en España a la banca acreedora, según han confirmado fuentes financieras, después de que haya intentado venderlo sin éxito durante los últimos meses. El activo es la antigua sede de Telefónica en Barcelona, el edificio Estel, cerca de 73.000 metros cuadrados que ocupan media manzana del Eixample en la Avenida de Roma, por el que Carlyle pagó 219 millones de euros en 2007.
El inmueble lleva más de dos años cerrado a la espera de que el mercado mejore. Pero no lo ha hecho, y Carlyle ha sido incapaz de cumplir los términos crediticios y pagar los intereses. Como los préstamos sólo están garantizados por el edificio, la banca teme que el inmueble siga deteriorándose. De manera que los bancos, liderados por el BBVA, apuestan por quedárselo, asumir la reforma y afrontar las pérdidas que de ello se deriven, evitando, eso sí, que en el futuro sean mayores. Además, buena parte del préstamo ya está provisionado, fruto de las obligaciones que han supuesto para el sector financiero los decretos De Guindos.
Carlyle ha optado por acogerse a la solicitud de preconcurso voluntario con la filial que había tomado la propiedad del edificio y así disponer de los cuatro meses que prevé la ley para renegociar una nueva financiación con la banca. Pero los números no salen en una ciudad como Barcelona, donde los precios de la vivienda han caído un 25% desde 2007, justo cuando Carlyle hizo su entonces exitosa operación. De manera que las fuentes financieras consultadas ven como la salida más probable el que los bancos se queden con el inmueble en un período relativamente breve de tiempo.
Los bancos acreedores son el BBVA, Catalunya Banc (Catalunya Caixa), Banco Popular y Bankia. El BBVA ha impulsado diversos embargos en el sector inmobiliario para promover directamente los proyectos y atajar las pérdidas por el deterioro de los activos: la más sonada en Cataluña de este tipo de operaciones fue la de los terrenos de Finestrelles, propiedad de los Sanahuja.
En el caso de la antigua sede de Telefónica en Barcelona, cada banco tiene un 25% del crédito, y en este momento ya hay acuerdo para ejecutar el préstamo y quedarse con el inmueble. Si bien se barajan diversos proyectos, el más probable es un complejo residencial, aunque a precios más ajustados que los que inicialmente preveía Carlyle, que a través del estudio de arquitectura CGA quería hacer viviendas de alto standing. Otra alternativa para la banca sería proyectar un hotel, ya que el edificio Estel se encuentra muy cerca de la estación del AVE en Sants.
Operación liderada desde Francia
La operación de compra del inmueble fue liderada por el equipo de Carlyle en Francia. En 2007, pujó contra grupos locales como Núñez y Navarro o Acciona. Sin embargo, primeros espadas en España como el director ejecutivo, Pedro de Esteban, pusieron reparos a la operación. Finalmente, la compra se llevó a cabo y Telefónica traspasó el inmueble al fondo Carlyle Real Estate II, que contaba en ese momento con 760 millones de euros para invertir en inmobiliario en Europa. Telefónica hizo un gran negocio y, de paso, financió buena parte de su nueva sede en Barcelona, ubicada en Diagonal 0-0.
No fue la única operación que este fondo hizo en España, aunque la de Barcelona fue la más importante por cuantía. También compró el edificio Gran Vía-68 en Madrid en 2005 y unos terrenos en la zona del Fórum de Barcelona. Estos ya están en manos de la banca y la sociedad propietaria del edificio en Madrid presentó preconcurso en 2012, precisamente para lo mismo que su homóloga en Barcelona: conseguir renegociar con los bancos, en este caso 62 millones que adeudaban básicamente al alemán Hypo Real Estate Bank.
Pero la mala racha en España del grupo de capital riesgo no se limita al sector inmobiliario. Carlyle también pagó 900 millones a la familia Fluxà por el operador turístico Orizonia. Ahora, Carlyle ha tenido que salir de su capital porque no ha podido hacer frente al fuerte endeudamiento que asumió en esta operación. La venta para intentar minimizar las pérdidas para la banca acreedora acabó como el rosario de la aurora y, finalmente, el grupo ha sido troceado entre Globalia y Barceló. Si las negras perspectivas se confirman, la gestora de ITV Applus+ será la mejor inversión del fondo de capital riesgo en España y la única que le pueda dar jugosas plusvalías.
[Fuente: Por Marcos Lamelas, El Confidencial, Madrid, 11mar13]
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