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02jul13
Caja Madrid no reveló los créditos a los yernos de Díaz Ferrán y Álvarez-Cascos por un vacío legal
La investigación del crédito de 26,6 millones de euros que Caja Madrid concedió al ex presidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán cuando Miguel Blesa ocupaba la presidencia de la entidad aportó nuevos datos sobre la relación que mantenían ambos directivos. Pero el procedimiento ha sido anulado por la Audiencia Provincial de Madrid antes de que la instrucción judicial pudiera profundizar en aspectos relevantes reflejados en su sumario y que pueden ser claves para la reapertura del caso en otro tribunal, una posibilidad que ha admitido la propia Audiencia.
Este diario informó este lunes de que Caja Madrid había concedido préstamos millonarios sin los avales necesarios y en condiciones preferentes a los yernos del ex consejero de la entidad y ex presidente del Grupo Marsans Gerardo Díaz Ferrán y del ex vicepresidente del Gobierno Francisco Álvarez-Cascos. En concreto, las receptoras de estos créditos habrían sido sociedades mercantiles vinculadas con Higinio Aldaz González-Mayo -casado con la hija de Díaz Ferrán, Marta Díaz Santamaría- y de Joaquín Valcarce Lledó -esposo de Elena Álvarez-Cascos Fernández-Escandón-. Los préstamos se habrían destinado a la adquisición de unas oficinas en la calle de Serrano, dos yates, un Ferrari 612 Scaglietti Sessanta, un Lamborghini y un Rolls Royce.
Así consta en una denuncia ampliatoria presentada por el sindicato de funcionarios Manos Limpias que el instructor, el juez Elpidio José Silva Pacheco, incluyó en el sumario del crédito de 26,6 a Díaz Ferrán y comenzó a investigar antes de que le expulsaran del caso. Sin embargo, estos préstamos dudosos no fueron detectados por el informe pericial que elaboró la consultora KPMG sobre todos los créditos de Caja Madrid que llegó a recibir el ex presidente de la CEOE y su entorno.
El motivo de esta sombra es un vacío legal. La legislación obliga a las cajas de ahorro a pedir a las comunidades autónomas correspondientes una autorización previa para cualquier operación de crédito que tenga como beneficiario a un miembro del Consejo de Administración de la entidad o a alguien de su entorno familiar. Pero, paradójicamente, la ley no considera que los yernos o nueras formen parte del núcleo familiar de los consejeros.
En concreto, el artículo 56 de la Ley de Cajas de la Comunidad de Madrid, estipula que "los Vocales del Consejo de Administración o sus cónyuges, ascendientes, descendientes o hermanos, así como las sociedades en las que estas personas tengan una participación que aislada o conjuntamente sea mayoritaria, o en las que ejerzan el cargo de Presidente, Consejero, Administrador, Gerente, Director General o asimilado, no podrán obtener créditos, avales ni garantías de la Caja ni enajenar a la misma bienes o valores de su propiedad o emitidos por las entidades en que ejerzan tal cargo, sin previa autorización expresa del Consejo de Administración de la Caja y de la Consejería competente de la Comunidad de Madrid". Como se puede comprobar, la norma no dice nada de los yernos.
Por esta razón, el comunicado que Caja Madrid envió a la Consejería de Hacienda al cierre del ejercicio 2008 -el utilizado por KPMG en su informe pericial- para informar de todos los préstamos concedidos por la entidad a miembros de su consejo y del entorno de estos no mencionó los créditos dudosos, sin avales y en condiciones preferentes que habrían recibido las sociedades de Aldaz y Valcarce para la compra de bienes de lujo.
El informe de KPMG sí detectó, en cambio, los préstamos que la entidad concedió a los hijos de Díaz Ferrán cuando éste era miembro de su Consejo de Administración. En concreto, su vástago Gerardo Díaz Santamaría acumulaba en 2010 créditos de la caja de ahorros por valor de 5.625.000 euros. Algunas de estas operaciones fueron concedidas "sin más garantía que la personal del beneficiario y la garantía de sus progenitores" y "fueron comunicadas a la Comunidad de Madrid" después de haber sido autorizadas, incumpliendo de este modo la normativa. Por su parte, su hija Marta Díaz Santamaría tenía en 2010 créditos abiertos con la entidad que sumaban 3.120.506 euros. Según detalla KMPG, para estas operaciones se utilizaron avales que apenas cubrían el 19% de las cantidades concedidas.
[Fuente: Por José María Olmo, El Confidencial, Madrid, 02jul13]
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