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26mar11
Garzón se empeña con la Memoria Histórica y se olvida de 'Gürtel'
Baltasar Garzón ha dado otro golpe de efecto. El juez ha decidido demandar al Tribunal Supremo ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos antes de haber una sentencia contra él, un hecho inédito en el mundo judicial. El magistrado, suspendido en funciones, ni siquiera ha sido juzgado y, sin agotar la vía nacional, ha acudido a la vía europea. Sorprende su ahínco en abortar el juicio por la Memoria Histórica cuando tiene dos causas que siguen su curso.
Es cierto que su procesamiento por prevaricación por investigar los crímenes de la Guerra Civil y el franquismo es la causa que, hoy por hoy, está más avanzada. Sin embargo, con todas las trabas puestas en este proceso, parece que al final no será ésta la primera en ser juzgada. Fuentes del Alto Tribunal explican que la instrucción por las supuestas escuchas ilegales en el caso Gürtel está ya a punto de concluir. A partir de ahí, sólo quedaría fijar fecha para juicio. Esta causa ha sido menos compleja de instruir que las otras dos y es presumible que la tramitación vaya más rápida.
Garzón está empecinado con la causa de la Memoria Histórica, en la que fueron innumerables los recursos interpuestos como, por ejemplo, la recusación de cinco de los siete magistrados que componen la Sala que debe juzgarle. Las fuentes mencionadas subrayan que este trámite, que debe resolver la Sala del 61, llevará su tiempo. Asimismo, hasta hace tres días estos magistrados han estado volcados en los recursos contra la inscripción de Sortu como partido político.
Amplio respaldo internacional
En estos momentos, Garzón ha recusado a cinco magistrados y ha demandado al órgano judicial ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Los apoyos sociales del magistrado en esta causa son amplios y el respaldo internacional también. Sin embargo, no cuenta con que mientras utiliza las herramientas judiciales para retrasar el proceso hay otro que corre a un ritmo muy ágil y que podría alcanzar la primera posición.
En caso de que fuera juzgado por la intervención de las comunicaciones en la trama de corrupción de Gürtel y, finalmente, fuera condenado, su red de apoyos podría verse mermada. El magistrado Alberto Jorge Barreiro le ha imputado por ordenar grabar las conversaciones entre los tres principales implicados de la trama, Francisco Correa, Pablo Crespo y Antoine Sánchez, y sus abogados desde la cárcel tras su detención. Fuentes próximas al proceso explican que Garzón reconoció ante el juez instructor que no tenía indicios de criminalidad contra los letrados, entre los que se encuentran Pablo Rodríguez Mourullo, Ignacio Peláez y José Antonio Choclán. Es cierto que el juez tenía sospechas del primer abogado de Correa, que finalmente fue imputado. Aún así, ordenó prorrogar la intervención de las comunicaciones cuando contra los nuevos abogados no había ninguna sospecha de incriminación. El Supremo deberá dilucidar si está actuación está amparada por el derecho o, por el contrario, cometió un delito de prevaricación y contra las garantías constitucionales.
Según fuentes del órgano judicial, la tercera causa, por los cobros supuestamente fraudulentos de la Universidad de Nueva York, va algo más lenta porque hay que investigar cuentas y movimientos de dinero que están dificultando la instrucción.
[Fuente: El Confidencial, Madrid, 26mar11]
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