EQUIPO NIZKOR |
|
13dic09
Haidar se citó en octubre con el Defensor andaluz para evitar su detención
El conflicto internacional de Aminatu Haidar tiene un antecedente que se desarrolla en Andalucía y que, aunque hasta ahora parecía una coincidencia meramente anecdótica, en este momento podría arrojar luz sobre lo ocurrido y, en concreto, sobre las decisiones que ha adoptado el Gobierno marroquí, al expulsarla, y el español, al admitirla.
Aminatu Haidar se encontraba en Sevilla a mediados del pasado octubre. Llegó a la ciudad de camino hacia Estados Unidos, donde iba a recoger el Premio Coraje, para entrevistarse con algunas de las personas lideran en Andalucía los movimientos de apoyo del Pueblo Saharaui. Estando en Sevilla, Aminatu Haidar recibe una llamada desde Marruecos: la Policía marroquí ha detenido a buena parte de los pro saharauis que, como Aminatu, defienden la independencia del Sáhara desde hace años.
La nueva oleada represiva del régimen marroquí coincide con el acercamiento del Gobierno de Marruecos a un sector saharaui, escindido del frente Polisario actual, que sí acepta la resolución del conflicto con el establecimiento de una autonomía en el Sahara. Frente a ese sector, Aminatu mantiene su reivindicación de independencia al igual que el grupo de saharauis que, como le comunican en Sevilla, han sido encarcelados por un delito de "traición al Estado" y una petición de pena de cadena perpetua.
Mediación frente a Rabat
En esas, Aminatu Haidar y los representantes andaluces de las asociaciones pro saharauis solicitan una entrevista con el Defensor del Pueblo andaluz, José Chamizo, para solicitar de esta institución algún tipo de mediación. La entrevista se produce y Haidar, por entonces una completa desconocida en España, se reúne con Chamizo y con uno de sus adjuntos, Luis Pizarro.
Los dos la recuerdan como una mujer muy delgada, de aspecto vulnerable, callada, "nada que pudiera hacer sospechar la enorme fuerza interior que hay que tener para, ante lo que le ha sucedido, no doblegarse y mantener la huelga de hambre durante todos estos días". La cuestión, en cualquier caso, es que Chamizo promete a Haidar trasladar lo ocurrido en Marruecos al Defensor del Pueblo español, Enrique Múgica, que, precisamente, unos días más tarde (el 19 de octubre), llegaría a Sevilla para un encuentro nacional de defensores del pueblo.
Lo que pretende Haidar y los representantes de la asociación de apoyo al pueblo saharaui es que, a través de esta institución, se conozca la realidad de la represión marroquí y se haga público un comunicado de defensa de los derechos humanos.
Es ya al término de la entrevista, cuando Haidar y sus acompañantes andaluces, dejan caer una advertencia premonitoria: "Lo más importante es que tenemos que estar atentos porque cuando Aminatu vuelva de Estados Unidos seguro que la detienen en cuanto pide suelo marroquí y la encarcelan, con una pena de cadena perpetua, como al resto de sus compañeros".
En efecto, Haidar viaja a Estados Unidos, recoge el Premio Coraje y el 13 de noviembre, a su vuelta de Estados Unidos, la policía marroquí la está esperando en el aeropuerto. Pero no para encarcelarla, sino para expulsarla del país y reenviarla a España.
En contra de lo ocurrido en numerosas ocasiones anteriores, esta vez Aminatu Haidar no pudo pasar. Si hasta al menos en seis o siete ocasiones, la policía no prestaba atención al hecho de que la activista saharaui dejase en blanco la casilla de la nacionalidad, o incluso que escribiera en ella Sahara occidental, esta vez se consideró motivo de traición y se le retiró el pasaporte. En vez de detenerla, como al resto de sus compañeros, la expulsaron.
[Fuente: El Mundo, Madrid, 13dic09]
This document has been published on 13Dec09 by the Equipo Nizkor and Derechos Human Rights. In accordance with Title 17 U.S.C. Section 107, this material is distributed without profit to those who have expressed a prior interest in receiving the included information for research and educational purposes. |