14dic10
Defensa alega que ya se ha recuperado la normalidad.
Paradójicamente, los militares son los menos entusiastas con la prórroga del estado de alarma. Desde
las 0.15 horas del 4 de diciembre, 190 jefes y oficiales del Ejército del Aire se encargan de dirigir
el tráfico aéreo. No son controladores -los controladores militares aún no están habilitados para
operar en aeropuerto civiles- sino mandos que organizan el trabajo de los controladores de AENA.
Se limitan a resolver dudas, regular los turnos en los centros de control y torres de los aeropuertos
y, desde la entrada en vigor del estado de alarma, a mediodía del día 4, denunciar ante el juez militar
al controlador que se ausente sin justificación. Sin embargo, hasta ahora no han elevado una sola
denuncia. Tampoco han aplicado el código disciplinario castrense, aunque podrían hacerlo. "No se
trata de arrestar a nadie por llevar los zapatos sucios. Esto no es la mili", advierte un mando. El
Ministerio de Defensa aboga por mantener el control militar del espacio aéreo, que no tiene plazo
de caducidad, pero no el estado de alarma. Y ello porque lo cree innecesario -las sanciones previstas
en la Ley de Navegación Aérea son lo bastante duras- y porque, desde la tarde del día 4, la situación
es de total normalidad y la ley que regula estos estados excepcionales, de junio de 1981, dice que su
duración será la "estrictamente indispensable para asegurar el restablecimiento de la normalidad".
[Fuente: M.G., El País, Madrid, Esp, 14dic10]