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09sep11
Zapatero compromete 200 militares más para Afganistán sin informar al Congreso
El Gobierno de Zapatero ha comprometido este verano y para enero próximo un nuevo aumento de las fuerzas españolas destinadas en la guerra de Afganistán pese a que en junio llegó a "vender" un calendario de retirada de tropas. Unos 200 militares, en buena parte oficiales, se preparan ya con destino al mando de la operación internacional con sede en Kabul. El Ejecutivo no tiene previsto informar de ello al Congreso ni se lo ha explicado al Partido Popular.
José Luis Rodríguez Zapatero, que cultivó decididamente su faceta pacifista para auparse a La Moncloa desde la oposición, se encontró cuando llegó al poder en 2004 con un contingente español de unos 350 hombres en el país asiático. Siete años después, lo ha multiplicado por cinco, de forma que dejará unos 1.650 militares en la guerra de Afganistán cuando se vaya de La Moncloa dentro de unos cuatro meses.
El Ejecutivo que presumiblemente forme Mariano Rajoy se va a encontrar una política de hechos consumados en materia de misiones internacionales en cuanto los ministros tomen posesión de sus cargos. El criterio de los compromisos adquiridos o la imprescindible lealtad a los países aliados que Zapatero obvió al llegar al Gobierno para retirar las tropas españolas de Irak, es el que ahora sigue el Ministerio de Defensa para preparar el envío de más militares a Afganistán sin informar al Parlamento. Tampoco al Partido Popular, que deberá gestionar ese nuevo despliegue requerido por la OTAN.
A España le tocaba hacer un nuevo esfuerzo en la misión de la Alianza Atlántica (ISAF) para estabilizar el régimen de Hamid Karzai frente a los talibanes, y más en concreto en la tarea de dirección y mando. El general de división Javier Cabeza será durante el próximo año el adjunto al jefe del mando conjunto de las tropas de la OTAN en Afganistán, el teniente general estadounidense David M. Rodríguez (a su vez segundo de David Petraeus), según anunció Defensa en julio. Sin embargo, el ministerio disimuló las consecuencias prácticas del nombramiento.
"Compromisos adquiridos que no contabilizan"
A partir de enero -y los primeros enlaces aterrizarán en diciembre de este año- 200 militares del cuartel de alta disponibilidad que la Alianza Atlántica tiene en Bétera se tendrán que incorporar a ese mando único en Kabul en turnos de seis meses. Cabeza es el actual jefe de Estado Mayor del cuartel situado en Valencia y se desplazará con todo su equipo, la mayoría españoles. Además, por la vía de otro contingente de mandos militares que debe enviar el Eurocuerpo, al cuartel general de la OTAN en Kabul llegará otro nutrido grupo de militares españoles, no menos de 60.
La explicación de Defensa para eludir dar información al Congreso es, cuanto menos, rebuscada. Aunque entre 120 y 200 militares españoles, según las fases de los relevos, se suman a la operación de ISAF en Afganistán considera que son compromisos adquiridos y que no deben contabilizar junto con el contingente que ya está sobre el terreno: casi 1.600 hombres y mujeres entre los soldados y los guardias civiles desplegados en las provincias de Herat y Badghis en misiones de estabilización, vigilancia y formación de unidades del Ejército y la Policía de Karzai. Como los militares españoles que irán a Kabul lo harán como mandos de la OTAN, Defensa no cree obligado explicarlo en el Congreso, como establece la ley impulsada por el propio Zapatero.
El Gobierno cerró el nombramiento del general Cabeza y el despliegue consiguiente de otros 200 militares en Afganistán semanas después de que el jefe del Ejecutivo anunciara en Bruselas un calendario de retirada de las tropas españolas en la misión, justo en el sentido contrario. Obama acababa de hacer algo parecido y Zapatero aseguró que un 10% del contingente español dejaría el país asiático en 2012, un 40% en 2013 y el resto en 2014. Sembró el desconcierto y la incredulidad en medios militares. En la provincia de Badghis encomendada a los españoles queda mucho por hacer. De entrada, habrá aumento de tropas.
La oposición -y en este asunto CiU se suma al Grupo Popular- no está dispuesta a dar la legislatura por cerrada y pretende que Carme Chacón cumpla con la obligación de informar al Congreso de la marcha de las misiones internacionales antes de que termine el año pese a que Zapatero vaya a disolver las Cortes este mismo mes. Consideran imprescindible la comparecencia de la ministra para que haga el balance habitual y para pedir explicaciones sobre la herencia que deja en el departamento.
[Fuente: Por Ángel Collado, El Confidencial, Madrid, 09sep11]
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