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04nov05
El PSOE admite la condonación de deudas a los grandes bufetes y el
PP lo apoya sin rechistar.
Lo nunca visto. El Pleno del Congreso de los Diputados aprobó ayer hacer tabla rasa de las deudas contraídas por algunos de los grandes bufetes de abogados con la Inspección de Trabajo por contratación irregular de sus abogados. Lo novedoso no fue el visto bueno de la Cámara Baja -era esperada y hasta coherente con la enmienda aprobada en el Senado por el PSOE-. Lo sorprendente fue que el ponente socialista, el diputado canario por La Gomera, Erasmo Armas Darias, aceptara que se trata de una condonación de deudas, lo que está taxativamente prohibido por el ordenamiento jurídico.
“Es verdad que con esta regulación puede entenderse que, en cierta medida, se condonan esas deudas”, dijo sin tapujos el parlamentario, después de que varios grupos parlamentarios le pidieran cuentas por la enmienda del Senado. La amnistía se camufló tras el ropaje jurídico de una ley que no tiene nada que ver con regulación laboral de los abogados, pero se coló de rondón en un texto destinado a trasponer a la legislación nacional una Directiva comunitaria sobre fiscalidad de los productos energéticos. Esta ley se ha convertido en una auténtico cajón de sastre, toda vez que en ella también se han incorporado asuntos tan dispares como el Impuesto de Actividades Económicas de la provincia de Córdoba o normas sobre el funcionamiento de la ONCE.
Una técnica jurídica de la que abusaba el PP en el Gobierno y que fue criticada de forma reiterada por un PSOE que estaba por entonces en la oposición. Lo que explica que el actual Gobierno acabara con la Ley de Acompañamiento, que se tramitaba en paralelo a la de Presupuestos. El hecho de que la enmienda se presentara en el Senado no era inocuo, ya que de esta manera se evitaba que el Consejo de Estado opinara sobre la disposición adicional que viene a convertir el contrato de los abogados en una relación laboral de carácter especial, tal como denunció el portavoz de Izquierda Verde, Joan Herrera.
Pero si sorprendente fue el procedimiento adoptado para aprobar la polémica amnistía, más paradójico resultó oír ayer a los portavoces de CiU, PNV y ERC, que se mostraron contrarios a la enmienda de los abogados, pese a que sus correligionarios del Senado dieron el visto bueno sin matices al texto apadrinado por el Grupo Socialista. No sabíamos nada, vinieron a decir ante el Pleno durante sus intervenciones. La sesión fue tan surrealista que en su discurso la diputada cántabra Ana María Madrazo, del Partido Popular, evitó cuidadosamente hacer alguna mención a la citada enmienda de los abogados, sin duda la de mayor calado de todas las que se aprobaron, ya que afecta a decenas de miles de letrados.
Y eso explica la votación final. De los 319 diputados presentes en el Pleno, 305 votaron a favor; 13, en contra y uno se abstuvo.
“Traje a medida para los grandes abogados”
Joan Herrera, el portavoz de Izquierda Verde, fue ayer el que llevó la voz cantante contra la medida. “Estamos ante una condonación encubierta de deudas millonarias de la Seguridad Social de grandes despachos de abogados a los que parece ir dirigida esta enmienda. Es un traje a medida hecho para los grandes abogados”, dijo a los diputados.
Para el portavoz socialista, sin embargo, “las sanciones que por esta razón establecía la Inspección tenían difícil cumplimiento, por cuanto esa relación laboral no estaba regulada, no existía”. Un argumento sorprendente teniendo en cuenta que el Tribunal Supremo ya ha dictaminado la relación laboral de los abogados por cuenta ajena con sus despachos. Algunas actas de infracción, de hecho, ya se encuentran en los juzgados de lo social -última fase del procedimiento-, una vez satisfechas las correspondientes alegaciones.
Para el diputado socialista canario, “es cierto que CCOO y UGT no participaron en esta negociación, pero no es menos cierto que la representación de los abogados está recogida en el Consejo General de la Abogacía, que es el órgano que ha tenido la oportunidad de colaborar con el Grupo Socialista para regular esta materia”. El diputado Armas se refería al papel que ha desempeñado como mediador el decano de los abogados de Madrid, Luis Martí Mingarro.
Como dicen los viejos cronistas parlamentarios, la sesión se levantó a las dos y cincuenta y cinco minutos de la tarde.
[Fuente: El Confidencial, Madrid, Esp, 04nov05]
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