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16feb06
Warren Buffett abandona el Consejo de Coca-Cola para satisfacción de los minoritarios.
La relación del multimillonario inversor Warren Buffett con Coca-Cola data de su infancia. Tomó su primer refresco cuando tenía cinco años. Poco después, compraba lotes de seis botellas por veinticinco centavos en el dispensario de su abuelo y las revendía por cinco centavos la unidad por el vecindario. Tuvieron que pasar varias décadas hasta llegar al verano de 1988, cuando el financiero estadounidense se convirtió en accionista del mayor fabricante, comercializador y distribuidor de bebidas refrescantes del mundo.
En la actualidad, Buffett controla 200 millones de acciones de la compañía, representativas de un 8,4%, a través de su reconocida sociedad de inversión, Berkshire Hathaway. La llegada a la presidencia de la multinacional del cubano Roberto Goizueta fue determinante para el futuro de Coca-Cola y para terminar de convencer al propio financiero, que durante los primeros diez años vio cómo su inversión recogió continuas revalorizaciones. Entonces, el fabricante de refrescos no valía más de 20.000 millones de dólares. Al cierre de ayer, su capitalización era de 98.400 millones.
Multimillonario, considerado por la revista Forbes como el segundo hombre más rico del mundo después de Bill Gates, y con 75 años a sus espaldas, Warren Buffett ha decidido concentrar sus esfuerzos como consejero en otras de las compañías participadas por Berkshire Hathaway. Abandona por voluntad propia, aunque durante los últimos años no han faltado colectivos de accionistas, como Calpers o ISS, que pidieran su salida del consejo de administración por colusión de intereses entre empresas participadas por su sociedad de inversión y Coca-Cola.
En principio, Buffett mantendrá su 8,4% en la compañía, una decisión que ha contribuido a que la acción de Coca-Cola no sufra ninguna corrección tras el anuncio de su salida. “Es muy listo y sabe donde le da buenos dividendos su dinero”, afirman desde la multinacional. “Coca-Cola lleva 43 años consecutivos con aumentos de la retribución al accionista”. El hombre que afirmó que bebía cinco latas diarias de Cherry Coke, el mismo que se opuso a la adquisición de la isotónica Gatorade, que recayó en manos del rival PepsiCo, ha puesto fin a una provechosa etapa. Seguro que sillones no le faltan.
[Fuente: El Confidencial, Madrid, Esp, 16feb06]
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