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07abr22


Por qué se dispara el rublo si Rusia se enfrenta a una recesión histórica y sanciones masivas


La economía de Rusia se enfrenta a la peor recesión económica desde la desintegración de la Unión Soviética. Además, Moscú está lidiando con una batería de sanciones impuestas por Occidente que golpean de lleno la inversión y el consumo del país. A todo lo anterior hay que sumarle la incertidumbre que genera una guerra en la que Rusia es el gran implicado. En teoría, todo esto debería haber llevado al rublo hasta los infiernos, y en un principio fue así. Sin embargo, tras una caída violenta y rápida, el rublo ha iniciado una remontada que le ha permitido recuperar los niveles previos al inicio de la guerra. ¿Qué hay detrás de esta milagrosa recuperación?

Desde que el rublo tocara mínimos el pasado cuatro de marzo en 0,0073 dólares por unidad, el rublo se ha disparado más 70% hasta rebasar los 0,0131 dólares por unidad. Este rally que prosigue vivo este jueves se ha producido pese a que la guerra no está yendo bien para Rusia y, sobre todo, pese a que las expectativas económicas para el país son cada vez peores y las sanciones internacionales no paran de llegar. Todo hace indicar que la fortaleza del rublo es un espejismo provocado por un tipo de cambio intervenido en el que no se reflejan ni de lejos los fundamentales de la economía rusa y la fuerte subida del precio de las materias primas.

Es más, las nuevas sanciones internacionales están impidiendo que Gobierno de Rusia pueda realizar pagos en dólares, lo que ha llevado al Tesoro a abonar el cupón de un bono en rublos, cuando ese bono está denominado en dólares. Esto deja a Rusia al borde del impago técnico. El default oficial llegará en 30 días si Rusia no es capaz de sortear las sanciones y realizar el pago en dólares, algo que parece muy poco probable.

Con todo lo anterior, en un escenario sin la intervención directa del Banco de Rusia (drásticos controles de capital) y con total libertad de intercambios comerciales, el rublo ruso se debería haber depreciado mucho más. Los fundamentales de la economía son muy negativos: se espera que el PIB se hunda un 10% este año (una crisis peor que la de 1998), que la inflación se dispare por encima del 15%, mientras que la inversión extranjera ya se ha congelado y no se espera que vuelva, lo que lastrará el crecimiento, la innovación y la productividad a medio plazo.

Los economistas de Deloitte esbozan de forma sumaria las claves de esta sorprendente resurrección del rublo: "En parte se debe a que el gobierno ruso impuso severos controles de capital, limitando así la capacidad de los rusos para sacar dinero del país. También es la prueba de que los inversores extranjeros tienen restricciones para disponer de sus activos en Rusia. Además, la fuerte subida de la tasa de interés de referencia del banco central proporcionó a los ahorradores un incentivo para retener sus depósitos bancarios rusos. Por otro lado, los precios más altos del petróleo y otras materias primas han permitido a Rusia seguir generando ingresos en divisas, a pesar de los obstáculos".

Un laberinto sin salida para el dinero

Rusia se ha convertido en una suerte de laberinto sin salida para el dinero que ya se encontraba dentro del país, por lo que la fuga masiva de capitales se ha detenido gracias a los férreos controles del banco central y las autoridades rusas. Este movimiento ha impedido que miles de millones salgan del país (a través de la venta de rublos por divisas extranjeras) ejerciendo una presión vendedora mayor sobre el rublo, lo que ha creado un 'suelo' sólido a corto plazo para el tipo de cambio de la divisa rusa.

Desde el Instituto Internacional de Finanzas (IIF) comentan en una nota que además "el Banco de Rusia reaccionó rápidamente a las sanciones más que duplicando sus tipos de interés el 28 de febrero, que ha pasado del 9,5% al 20%, brindando apoyo de liquidez específico al sector bancario e introduciendo severos controles de capital. En los primeros días de la crisis, el Banco de Rusia intervino en el mercado para estabilizar el rublo, cuya caída se detuvo tras la congelación de activos, como reconoció la gobernadora Nabiullina".

Pese a todo, el banco central perdió 38.800 millones de dólares en reservas entre el18 de febrero al 25 de marzo (defendiendo el tipo de cambio del rublo), lo que ha reducido las reservas totales a 600.000 millones (incluidos los activos congelados). Además, las autoridades rusas también echaron el cierre en el mercado de valores nacional durante un mes y redujeron el número de sesiones de negociación de rublos, cualquier medida restrictiva era buena para impedir cualquier filtración por la que pudieran escaparse los rublos.

Todo la anterior ha impedido que el rublo siguiera hundiéndose, pero además hay otros factores que han dado 'alas' a la moneda rusa estas últimas semanas, como es el comercio internacional. Las sanciones y la propia repulsa de las empresas multinacionales a la invasión de Ucrania han dejado a Rusia sin buena parte de sus importaciones (casi nadie en Occidente sigue haciendo negocios con Rusia), mientras que Moscú sigue exportando grandes cantidades de petróleo y gas, que además se han encarecido sobremanera durante los últimos meses. Fuertes caídas de las importaciones junto a unas exportaciones que han resistido mejor han generado unos superávits por cuenta corriente muy importantes para Rusia.

Superávit por cuenta corriente

Estos superávits suponen la entrada directa de divisas que han ayudado a contener el tipo de cambio del rublo, que a su vez se ha visto también beneficiado por la presión de Vladimir Putin para que Europa y otros países compren el gas y el petróleo en rublos (una forma de incrementar la demanda de rublos en los mercados internacionales), aunque más tarde Europa haya conseguido evitar parcialmente el uso del rublo para seguir adquiriendo gas y crudo.

Todo lo anterior, según datos del IIF, ha generado unos superávits por cuenta corriente históricamente altos: 39.000 millones de dólares en enero-febrero y probablemente unos 40.000 millones adicionales en marzo, y posiblemente más de 250.000 millones para todo el año (en ausencia de un embargo de energía). Así las cosas, "Rusia debería poder recuperar las reservas 'perdidas' en un período de tiempo relativamente corto", aseguran desde el IIF.

Además, los exportadores rusos están obligados a convertir el 80% de sus ingresos en rublos, lo que contribuye a la entrada de divisas en el mercado local. Al mismo tiempo, las familias no pueden cambiar más de 10.000 dólares (rublos a dólares) hasta septiembre y hay bastante evidencia de que incluso esta cantidad es difícil de obtener en los bancos.

Por otro lado, los intermediarios financieros rusos deben recibir aprobación explícita para el pago de la deuda a los no residentes (pagos en divisa dura como el dólar o el euro, normalmente). Todos estos controles han fortalecido al rublo de forma artificial. "Por lo tanto, el reciente fortalecimiento del rublo no sorprende y podría revertirse una vez más si las sanciones se endurecieran en las próximas semanas. Es poco probable que esta posición pueda mantenerse por mucho más tiempo si surgen más pruebas de los crímenes de guerra rusos", advierten desde el IIF.

[Fuente: Por Vicente Nieves, El Economista, Madrid, 07abr22]

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