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15nov05
Las multinacionales aceleran la descapitalización de sus filiales españolas.
Las empresas multinacionales instaladas en España han decidido hacer caja. En el año 2004 sus filiales españoles les entregaron 1.966 millones de euros en concepto de pago de royalties. Una cantidad muy elevada y verdaderamente representativa que pone de manifiesto dos cosas: la falta de competitividad de la economía española y la intensificación del proceso deslocalización de empresas.
La falta de competitividad se manifiesta en el hecho de que las multinacionales españoles únicamente repatriaron fondos procedentes de sus filiales por valor de 272 millones de euros el año pasado, lo que sitúa la tasa de cobertura en un raquítico 14%, según datos del Banco de España recopilados por el profesor Rafael Pampillón, del Instituto de Empresa. Esa tasa no ha dejado de caer desde el año 2000, y es una de las más bajas de la Unión Europea.
Detrás de estas cifras se esconde, igualmente, un proceso de deslocalización industrial sin precedentes. El primer paso que suelen dar las multinacionales antes de abandonar o reducir sus inversiones en España -o en cualquier otro país que ya no interesa- es descapitalizar la empresa filial, para lo cual habitualmente se utiliza de forma fraudulenta el pago de royalties. Estos pagos se refieren a las cantidades que deben abonar las filiales por la utilización de tecnología procedente de su casa matriz.
El precio fijado para el pago de esas transferencias suele ser motivo de polémica entre las compañías afectadas y las autoridades tributarias, pero los estudiosos del asunto coinciden en que normalmente se inflan para pagar menor impuestos. Los beneficios de las empresas están gravados en estos momentos en España con un tipo nominal del 35% en el Impuesto de Sociedades, por encima de lo que pagan las multinacionales en sus países de origen en concepto de cobro de royalties.
El caso de Seat
En los últimos meses, el caso más llamativo y representativo ha sido el de SEAT, que en 2004 pagó a su casa matriz, Volkswagen, nada menos que 442 millones como pago de royalties, más del triple de lo que obtuvo como beneficios. Las consecuencias para la filial es una descapitalización profunda que puede llegar a poner en peligro su viabilidad. Este fenómeno, según los especialistas, se ha intensificado en los últimos años, como pone de manifiesto el hecho de que la factura por pago de royalties haya pasado de apenas 500 millones de euros en 1990 a los actuales 1.966 millones.
En el caso de las empresas españolas, la evolución ha sido muy dispar, ya que en 2004, por ejemplo, la repatriación de capital por la venta de tecnología a sus filiales cayó respecto al año anterior, cuando se alcanzaron los 370 millones de euros.
[Fuente: El Confidencial, Madrid, Esp, 15nov05]
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