Equipo Nizkor - Vivendi se garantiza la última palabra sobre el futuro de Prisa y 'desbanca' a los Polanco.

Sólo ha transcurrido un mes desde que la Junta de Accionistas de Prisa destituyera a Javier Monzón como presidente, pero son muchas cosas las que han cambiado en la compañía de medios de comunicación. La que quizás es más relevante se consumó el pasado viernes, con la entrada en su accionariado de Vivendi con el 7,6% de las participaciones. Este lunes, el gigante del entretenimiento francés anunciaba que su posición había ascendido al 10%, lo que no es un hecho anecdótico, pues ese incremento le asegura, junto a Amber Capital y Telefónica, la última palabra sobre las decisiones del grupo.

Entre los tres, aglutinarán a partir de ahora el 50% de las acciones de la compañía; a las que hay que sumar las de fondos de inversión con pequeñas-medianas participaciones que no se espera que se opongan a la política marcada por la dirección del grupo.

Son muchos los rumores que siempre se arremolinan alrededor de Prisa y eso suele avivar teorías de la conspiración -que incluyen personajes como Felipe González- y provocar marejadas, pero lo cierto es que, a día de hoy, la compañía ha adoptado la hoja de ruta de su principal accionista, Amber Capital, un fondo de inversión internacional cuya pretensión última y principal es recuperar la inversión que ha hecho desde 2011, que es de 350 millones de euros.

Fuentes conocedoras del fondo remarcan que la operación para que Vivendi aterrizara en Prisa estuvo dirigida por su dueño, Joseph Oughourlian, presidente de la dueña de El País y la Cadena SER, quien sabía de la intención de HSBC de deshacerse de su participación.

Vivendi cuenta con una clara estrategia para crecer en el sur de Europa, de ahí sus -fracasadas- intentonas por arrebatar a los Berlusconi el control de Mediaset. Y de ahí esta operación en Prisa, que tuteló Amber Capital.

Hermanos y enemigos

Hace un año hubiera sido imposible que el fondo de inversión y Vivendi fueran de la mano, dado que fueron enemigos dentro de otro campo de batalla. Fue el de Largardère, la popular compañía francesa de medios de comunicación.

Oughourlian quiso desahuciar en la Junta de Accionistas del pasado mayo al líder del grupo, Arnaud Lagardère, y maniobró para cambiar el equilibrio de poder en su Consejo de Administración. Sin embargo, no tuvo éxito, entre otras cosas, porque Vicent Bolloré (Vivendi) se opuso al cambio.

Sin embargo, el pasado agosto sellaron una alianza para redirigir el rumbo del grupo y de esa relación de conveniencia ha surgido la inversión de Vivendi en Prisa.

De momento, Vivendi guarda silencio y no ha respondido a las solicitudes de contacto que les ha enviado este medio de comunicación, pero desde el fondo aseguran que los Bolloré están de acuerdo con que Oughourlian se mantenga como presidente de Prisa más allá de la Junta de Accionistas.

En otras palabras, apuestan por reforzarle en un puesto al que llegó hace un mes y una semana por un tiempo limitado, hasta que se eligiera al sustituto de Javier Monzón. En Telefónica, declinan pronunciarse al respecto de estos asuntos, pero fuentes del Consejo de Prisa dan por seguro que la compañía de telecomunicaciones no se posicionaría en contra de Vivendi -con quien mantiene antiguos nexos- y de Amber Capital.

Próximos pasos

Vivendi solicitó un puesto en el Consejo, pues quiere tener voz y voto, lo que reforzará el peso de la entente cordiale de Amber, Telefónica y Vivendi en este órgano, donde vocales como Manuel Polanco (7,6%) han apoyado durante los últimos dos años la línea marcada por Monzón, influenciada por Santander, detallan fuentes del grupo.

No hay que olvidar que el 10% de las acciones de Vivendi en Prisa le sitúan como el segundo accionista del grupo en cuanto a número de participaciones, tan sólo por detrás de Amber Capital (29,7%) y por delante de Telefónica (9,4%), Rucandio (7,6%), Carlos Slim (4,3%) y Santander (4,1%).

Las fuentes del grupo consultadas por este periódico no tienen constancia de que Vivendi esté interesada en crecer más en el accionariado de Prisa, por el momento. Entre otras cosas, porque si su participación ascendiera a más del 10%, esa operación debería ser aprobada por el Consejo de Ministros, si es que se realizara durante el estado de alarma.

Un gigante en expansión

Sea como sea, conviene recordar que Vivendi es un gigante del entretenimiento cuya capitalización asciende a más de 30.000 millones de euros, sin deuda y con capacidad para invertir y desarrollarse gracias a las ventas de participaciones en el sello musical Universal. De hecho, su política en los últimos años ha sido expansionista, lo que ha generado fuertes dolores de cabeza en la familia Berlusconi y ha causado todo tipo de comentarios sobre su aterrizaje en España. Sea como sea, de momento los únicos mensajes que ha transmitido en Prisa es que con el 10% están cómodos y que quieren un vocal en el Consejo.

¿Qué se espera para el futuro cercano? La división de los activos de Prisa en dos partes: una, con los medios de comunicación; y, otra, con el negocio de Santillana. Ahora bien, no está previsto que esa operación se haga en el corto plazo, pues, entre otras cosas, requerirá una restructuración del grupo.

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Vivendi se garantiza la última palabra sobre el futuro de Prisa y 'desbanca' a los Polanco

[Fuente: Por Rubén Arranz, Vozpópuli, Madrid, 26ene21]

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