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15feb06
Moratinos media ante Kirchner para la construcción de una fábrica de Ence en la frontera entre Argentina y Uruguay.
Miguel ángel Moratinos, ministro español de Asuntos Exteriores, llega a Argentina para intentar resolver el conflicto desatado entre este país y Uruguay por la construcción de dos plantas de celulosa en la costa oriental del Río Uruguay, frontera natural de los dos países. Moratinos tiene previsto reunirse con el presidente Néstor Kirchner y con los ministros de Planificación Federal, Julio de Vido, y de Relaciones Exteriores, Jorge Taiana, para solucionar un enfrentamiento que se prolonga ya varios meses y en el que está directamente implicada una compañía española, la papelera Empresa Nacional de Celulosa Española (Ence), y otra finlandesa, Botnia.
Moratinos ha asegurado que España hará todo lo posible para que Argentina y Uruguay logren un acuerdo en este conflicto, sobre el que los dos países tienen opiniones muy opuestas. Uruguay defiende que los dos proyectos, que supondrán una inversión de 1.514 millones de euros -las mayores que ha recibido este país en su historia-, cumplen con la legislación. Por el contrario, el Gobierno de la provincia argentina de Entre Ríos asegura que estos proyectos generarán unas pérdidas en 20 años por valor de 1.075 millones de euros en concepto de lucro cesante y daño medioambiental.
"España desea que haya un arreglo, y haremos todo lo que esté en nuestra mano para encontrar una solución, que estoy convencido de que se encontrará", dijo Moratinos en compañía de su homólogo uruguayo, Reinaldo Gargano, después de reunirse con directivos de la empresa española Ence, entre ellos, el consejero delegado, Juan Villena, y el director de la dirección de celulosas de la entidad.
Más de seis meses de conflictos
Mientras tanto, los conflictos persisten. La Asamblea Ambiental de la ciudad argentina de Gualeguaychú ha resuelto continuar, "por tiempo indeterminado", con el bloqueo de uno de los tres pasos a Uruguay, en protesta por la instalación de las dos fábricas. Los vecinos aprobaron en asamblea seguir con el corte en el puente internacional General San Martín, que une a Gualeguaychú con la uruguaya Fray Bentos, donde se construyen las plantas de celulosa.
El conflicto dura ya más de seis meses y la tensión se incrementó al llegar el verano austral, cuando comenzaron los cortes de los puentes que enlazan los dos países, debido a las protestas desde el lado argentino. Desde hace más de diez días, uno de los puentes fronterizos está cortado y más de 300 camiones no pueden circular.
El ministro uruguayo dijo que la situación es "muy grave" y que su gobierno estudia las posibilidades jurídicas con que cuenta, pero que ya ha "adoptado la decisión de recurrir judicialmente por los daños y perjuicios ocasionados por los cortes". Por su parte, el Gobierno argentino ha anunciado que también recurrirá a la Corte Internacional de Justicia de La Haya para dirimir la controversia abierta con Uruguay, reclamación que prevé contar con el respaldo del Parlamento argentino.
Suecia quiere instalar celulosas en la Argentina
Mientras el conflicto persiste, el periódico online Urgente 24 revela que otro país, Suecia, está pensando en instalar plantas de celulosa sobre suelo argentino. Entre las compañías interesadas figura Stora Enso, firma que posee multimillonarias inversiones en Brasil, qu desplazará en los próximos meses a varios empresarios a Argentina. El gobierno enviará próximamente una delegación a la Argentina con la intención de realizar inversiones en el país, entre ellas la posible instalación de nuevas papeleras, anunció el embajador de Suecia, Arne Rodin. La empresa sueca, Stora Enso, informó que entre esos empresarios, entre 13 y 14 en total, estarán los de la papelera sueca, Stora Enso, que comparte la sociedad en un 50% con capitales de Finlandia. Es desde este último país desde donde provienen los capitales de la empresa Botnia que se está levantando en la costa del Río Uruguay. En 2005 el presidente brasileño Lula da Silva anunció una inversión de US$1.200 millones mediante la fusión de Stora Enso y la brasileña Aracruz Celulose. El embajador sueco aclaró que "ninguna de estas empresas están exportando contaminantes del medio ambiente". Como muestra del histórico interés por Argentina, Rodin mencionó el fuerte trabajo realizado áquí por empresas suecas, como Volvo, Scania, Ericsson y SKF.
[Fuente: El Confidencial, Madrid, Esp, 15feb06]
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