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10oct22
El FMI añade pesimismo a 2023 y rebaja el crecimiento de España del 2% al 1,2%
El Fondo Monetario Internacional (FMI) mantiene su discurso de siempre, pero la gravedad va aumentando a medida que avanza la guerra en Ucrania y la correspondiente espiral inflacionista. Lo que hace solo tres meses era "debilitamiento significativo de la actividad" ahora es "riesgo real" de recesión, en palabras de la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva. La crisis energética que azota Europa ya amenaza el crecimiento global y ha convertido las previsiones económicas, como las presentadas este martes, en una constante revisión a la baja. España, que depende menos que sus vecinos del suministro ruso pero es sensible como pocos a los precios de la energía, no escapa a la quema.
Nuestro país crecerá el año que viene un 1,2%, ocho décimas menos de lo proyectado en julio y apenas la tercera parte de lo que la institución, con sede en Washington, calculaba en abril. La ralentización de la economía nacional en medio de la complicadísima coyuntura europea es un hecho que todos, hasta el Gobierno, asumen para el año que viene. Sin embargo, las previsiones del FMI vuelven a dejar en evidencia el cuadro macro del Ejecutivo, que acompaña los presupuestos para 2023 y estima un aumento del PIB del 2,1%. Antes ya lo hicieron el Banco de España (1,4%), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (1,5%) y numerosos institutos privados. El último de ellos, BBVA Research (1%), incluso vaticinaba una recesión moderada para los próximos dos trimestres.
Como el Banco de España, el FMI no ofrece proyecciones trimestrales, pero sus conclusiones refuerzan el 'consenso' de las últimas semanas. La primera mitad de 2022 ha sido muy buena, mejor de lo esperado, lo que explica que todos los organismos estén revisando al alza las previsiones para este año: en este caso, pasan del 4% que se esperaba en julio al 4,3% por "la recuperación de los servicios relacionados con el turismo y la producción industrial", destaca el informe. Sin embargo, todos los fantasmas han reaparecido tras el verano: "El crecimiento se va a ralentizar bruscamente".
La directora adjunta del departamento de Investigación del Fondo, Petya Koeva, ha matizado en una rueda de prensa que la proyección para el año que viene se realizó antes de conocer los buenos datos de PIB del segundo trimestre, por lo que el efecto arrastre no será tan negativo como el que prevé el documento: "Para 2023 probablemente veremos números aún más altos que los que tenemos actualmente".
El FMI vuelve a recortar sus previsiones
Pese a todo, la previsión para España sufre uno de los mayores recortes de la zona euro, que el director de investigación del FMI, Pierre Olivier Gourinchas, ha relacionado con la crisis energética, una demanda débil y una política monetaria más estricta. Solo experimentan mayores hachazos Italia y Alemania, que entrarán en recesión el año que viene, con un crecimiento negativo de dos y tres décimas, respectivamente. Es la primera vez en la crisis actual que el organismo prevé una caída del PIB en dos de las tres grandes economías de la zona euro, las más afectadas por la guerra; la otra, Francia, aguanta mejor y crecerá un 0,7%.
Nuestro país seguirá encabezando el crecimiento de la eurozona --que se situará en una media del 0,5%--, algo lógico si se tiene en cuenta que está más lejos de recuperar los niveles previos a la pandemia, pero se ve arrastrado por el mal comportamiento de algunos de sus principales socios comerciales y emisores turísticos. De hecho, el Reino Unido se acerca a la temida estanflación, al crecer un exiguo 0,3%.
La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, ha hecho una lectura positiva de los datos: "La economía española seguirá creciendo en 2023 muy por encima de los países del entorno". Desde su departamento, destacan que el PIB aumentará más del doble que la media de la zona euro.
Pero, en el escenario actual, nada está garantizado. El FMI advierte de que los riesgos a la baja "siguen siendo elevados", lo que abre la puerta a nuevos recortes en las previsiones durante los próximos meses. En el horizonte, se mantienen los nubarrones que han marcado este 2022: la crisis energética, la inflación, las subidas de los tipos de interés y la ralentización de la economía china, golpeada por la política de 'covid 0' y cada vez más expuesta a una crisis inmobiliaria. El gigante asiático crecerá un 4,4% el año que viene, frente al 1% de Estados Unidos y el 2,7% de la media mundial, que sufre un recorte de dos décimas. Un dato da cuenta de la gravedad de la situación: un tercio de la economía global entrará en recesión el año que viene, en parte debido al impacto de la fortaleza del dólar en los países emergentes. "Lo peor está por llegar, y para muchas personas 2023 se sentirá como una recesión", ha enfatizado Gourinchas.
"Mantenerse firmes" con los tipos
El Fondo advierte de los peligros de una política monetaria descoordinada, una vez que Estados Unidos se ha adelantado con subidas de tipos más agresivas, y considera que los bancos centrales deben mantener un equilibrio para evitar las consecuencias de ser demasiado restrictivos o demasiado expansivos. Sin embargo, recuerda que el mayor riesgo para la economía mundial sigue siendo la inflación, y anima a los reguladores a no sucumbir a las presiones que sufrirán durante los próximos meses, cuando el encarecimiento del precio del dinero empiece a ahogar el crecimiento económico: "Deben mantenerse firmes".
Gracias a las subidas de los tipos de interés, el informe prevé que la inflación alcance su techo a finales de año, "pero seguirá elevada durante más tiempo de lo que se esperaba", matiza. Europa es el epicentro del problema. De hecho, el FMI no descarta restricciones de gas y advierte de que el invierno de 2023 será incluso peor que el de este año: "La crisis energética, especialmente en Europa, no es un 'shock' transitorio". De momento, calcula que España cerrará 2022 con una inflación del 8,8%, mientras que en 2023 se moderará hasta el 4,9%. La media de la eurozona se situará en el 5,7%, con Alemania 1,5 puntos por encima.
Como lleva haciendo durante los últimos meses, el Fondo Monetario Internacional alerta del riesgo de que las políticas fiscales para paliar los efectos de la espiral de precios acaben ayudando a cronificarla, y reclama que sean "transitorias" y se centren en apoyar a los más débiles. De momento, los gobiernos de los principales países han ignorado estas recomendaciones. España, en este caso, tampoco es una excepción.
[Fuente: Por Marco Lema, El Confidencial, Madrid, 11oct22]
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