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30may05
El textil y el granito gallegos tratan de combatir el impacto del gigante asiático.
China ha dibujado un nuevo escenario a nivel mundial. El crecimiento exponencial de su economía es proporcional al de sus exportaciones, extraordinariamente competitivas en costes. Los ajustados precios de sus productos son la consecuencia directa de unos salarios que pueden llegar a ser hasta 40 veces más bajos que en Galicia. El granito y el textil son dos de los sectores de la comunidad que acusan ya el impacto del desafío asiático.
En el caso del granito, China ha logrado dar la vuelta a la tortilla y de los tiempos en los que las empresas gallegas acometían importantes obras en el país asiático (aeropuertos, edificios...) se ha pasado a una etapa en la que se ha convertido en el primer productor mundial de este mineral. Para alcanzar este liderazgo, contrató a los mejores profesionales del mundo y compró tecnología en Italia para producir, una receta que ha extendido a otros sectores.
El efecto inmediato de esta nueva coyuntura ha sido una caída de las exportaciones españolas (Galicia representa el 60% del total nacional) en el 2004. En toneladas, el descenso respecto al año anterior ha sido del 2,58%, pero en valor la pérdida se eleva al 8%. La Asociación Galega de Graniteiros atribuye este retroceso al granito chino, cuyo precio es entre un 40 y un 60% más barato que el del gallego o el italiano.
El secreto de estos costes radica en los salarios. Un trabajador chino del granito cobra unos cien dólares al mes, pero la cantidad no depende del tiempo trabajado, sino del metro cúbico de piedra extraído. Por si fuera poco, según explica un ex asesor de la Oficina Comercial de España en Pekín, «es muy habitual que una misma cantera la exploten veinte o treinta empresas, que compiten entre ellas y tiran los precios».? Para los graniteros gallegos, la fórmula para competir en el futuro con los productos chinos es hacerse con una imagen de calidad que, además, relacione el proceso de producción con un elevado factor tecnológico.
La losa de los costes
La apuesta parece adecuada, toda vez que competir en costes con China será imposible en los próximos años. En este sentido, Pablo Bustelo, catedrático de Economía de la Complutense e investigador principal del Instituto Elcano, explica que los salarios subirán en el país asiático, «sin duda, pero no hasta el extremo de hacer perder mucha competitividad».
La receta para combatir este fenómeno en el caso del textil es similar: diseño y calidad. Y es que si las exportaciones chinas de granito ya empiezan a tener consecuencias importantes para la industria gallega, las textiles han desatado una auténtica conmoción no sólo en la comunidad, sino también en el conjunto de la UE.
La supresión en enero pasado de los aranceles a la ropa procedente del país asiático desató un proceso de importación masiva de estos productos tanto en la UE como en EE.?UU., que finalmente se han visto obligadas a establecer de nuevo trabas a la entrada de algunas categorías de textiles chinas, tales como pantalones, camisetas, hilo de lino o telas.
[Fuente: La Voz de Galicia, 30may05]
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