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11jun07


El capital de los grandes bancos españoles se concentra en manos de 5.000 inversores


Cada vez menos inversores controlan mayor parte del accionariado de Santander, BBVA, Popular, Banesto, Sabadell, Bankinter y Pastor. Esta tendencia viene impulsada por las cúpulas directivas, que quieren consolidar núcleos estables.

El accionariado de los mayores bancos que cotizan en bolsa está sufriendo drásticos cambios. Paralelamente a los movimientos corporativos de gran envergadura -como la entrada de Caixanova y la familia del Pino en Banco Pastor, o el reforzamiento del núcleo estable de Popular- la distribución del capital de las entidades camina de forma inexorable hacia una gran concentración.

La metamorfosis que se está produciendo es sencilla: por regla general, cada vez mayor porcentaje del capital de Santander, BBVA, Banco Popular, Banesto, Sabadell, Bankinter y Pastor -los siete mayores bancos cotizados- está en manos de un número menor de inversores. Así se desprende de los últimos datos que ofrecen las entidades, bien a través de sus memorias anuales o, en algunos casos, con estadísticas trimestrales actualizadas de forma online.

Apenas unos 5.000 accionistas controlan actualmente una media superior al 65% del capital de esas siete entidades, aunque su base accionarial agregada roce los cuatro millones de inversores. En la mayoría de los casos -ver cuadros con la información individualizada de cada entidad- los accionistas con más poder se han ido reduciendo en número, pero han ido ganando más peso dentro del capital. Por ejemplo, en diciembre de 2005, los accionistas top de BBVA eran 4.073, y entre todos controlaban el 70%.

Un año más tarde, ese selecto grupo contaba con 3.956 miembros, pero tenía el 74,6% del capital. Los grandes accionistas en Santander eran 689 en diciembre de 2005, y tenían el 65,16%. Doce meses más tarde, eran 657 y su peso había aumentado hasta el 67,71%. En los dos grandes bancos, los grandes accionistas han ido aumentando peso en el capital desde sus respectivas fusiones.

Así, en 2002, éstos representaban el 67% en 2002, y en Santander, el 63%. En todos estos cálculos se considera que los accionistas de cada entidad son distintos, aunque posiblemente en algunos casos un mismo inversor esté presente en dos o más bancos, lo que implicaría una mayor concentración accionarial. sería mucho mayor.

Este fenómeno se ve favorecido también por casos muy concretos, como el de Banesto, del que Santander -es decir, un solo accionista- posee el 88%, o el de Pastor, donde la Fundación Barrié de la Maza no baja del 40%. Cada entidad, en cualquier caso, tiene parámetros distintos para clasificar su base accionarial en función del número de títulos que posee cada accionista (tramos).

Por ejemplo, Santander clasifica a sus accionistas en seis tramos, siendo el más elevado el de inversores que poseen 400.000 acciones o más. BBVA segmenta a sus inversores en siete tramos, pero en la parte más alta de la tabla se limita a identificar a los que poseen más de 45.000 acciones -un número muy inferior al de Santander-. La banca española, a pesar de su atractivo en bolsa -donde está teniendo un buen comportamiento por la expectativa de movimientos corporativos- está sufriendo, salvo alguna excepción como Popular, una sangría permanente de minoritarios. Esto alienta aún más la concentración accionarial, impulsada adicionalmente por el deseo de algunas cúpulas directivas de consolidar núcleos estables de accionistas, como en Popular, Sabadell y Pastor.

En otras ocasiones, las razones para que los grandes accionistas aumenten posiciones son más variadas. Pueden responder a la apuesta personal de algunos inversores muy implicados con el banco (caso de la familia Botín en Santander); o puede haber detrás una convicción de futuros movimientos corporativos (Ram Bhavnani en Bankinter). A veces, como en Pastor, es un híbrido. La familia Del Pino y Amancio Ortega han reforzado su núcleo estable, pero el 5% que ha comprado Caixanova es una inversión financiera oportunista.

Pastor. Banco Pastor ha vivido en los dos últimos años una profunda reestructuración accionarial, que se inició con la salida de Caixa Galicia y Caja España de su accionariado. A finales de 2006, entró en el capital Amancio Ortega, con el 5%. La intención de José María Arias Mosquera, presidente del banco, era ir configurando en torno a la Fundación Barrié de la Maza, que posee más del 40% del capital, un núcleo estable de accionistas para evitar contratiempos en un sector sometido a permanentes amenazas de movimientos corporativos. A la llegada de Ortega se ha sumado el aterrizaje de la familia Del Pino, con otro 5%. Ambos han entrado en el consejo. Lo que no estaba previsto es que en este reajuste se colara, este año, Caixanova, que ha adquirido un 5% como inversión financiera. No se le dará acceso al consejo.

Bankinter. La sexta entidad financiera española por capitalización ha vivido en los últimos años bajo la sombra permanente de la pugna que mantienen Jaime Botín, ex presidente de la entidad, y el inversor Ram Bhavnani, por mantenerse como líderes del accionariado del grupo. A finales de 2005, Botín tenía el 14% de Bankinter, mientras que Bhavnani poseía el 11%.Ahora, el ex presidente del banco tiene más del 16%, mientras que Bhavnani casi roza el 15% y ha manifestado su petición al Banco de España de superar esa participación. La expectativa de que Bankinter terminará siendo objeto de venta nunca desaparece. En ese entorno, Juan Arena, presidente de Bankinter, dimitió hace dos meses como presidente. Fue revelado por Pedro Guerrero.

Santander. El mayor grupo financiero español, ahora embarcado en la oferta de compra de ABN Amro, ha vivido una silenciosa transformación de su capital en el último año, con la toma de mayores posiciones por parte de los grandes inversores presentes en su consejo y/o sus órganos de dirección. La participación de la familia Botín en el capital de Santander se sitúa ya en el 2,506%, frente al 2,035% de septiembre de 2005 -porcentaje que se mantenía así desde años antes-. Por su parte, Mutua Madrileña, que también está en el consejo, ha pasado del 1,144% al 1,171% en el primer trimestre del año. El mayor peso en el accionariado de la familia Botín y Mutua Madrileña está compensando la desaparición en el mismo de Sanpaolo IMI, antiguo aliado del banco.

Sabadell. Dentro de unas semanas se cumple el primer aniversario del pacto parasocial firmado por algunos consejeros y accionistas de Sabadell, y auspiciado por su presidente Josep Oliu. En torno a ese pacto se ha configurado un nuevo núcleo estable de accionistas de la entidad, que, desde que La Caixa empezó a salir de su capital, en 2005, ha tratado de reordenar su accionariado. Los últimos meses han sido prolijos en movimientos. Algunos de los accionistas del pacto parasocial han aumentado posiciones. En ese pacto también entró Enrique Bañuelos, que llegó a alcanzar el 6%, que recientemente ha vendido al grupo intaliano UniCredit y al luso BCP -este ya estaba en Sabadell-. En Sabadell también ha entrado Alicia Koplowitz, que ya tiene el 5%.

[Fuente: Expansión, Madrid, 11jun07]

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