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07nov21
China convertirá las emisiones de sus fábricas en pienso para animales
China, el país del mundo con más emisiones y el que más soja importa, ha conseguido, según afirma su Ministerio de Agricultura, crear un proceso químico que soluciona los dos problemas: elimina parte de las emisiones de sus fábricas y crea una proteína que le permite dejar de importar soja para alimentar al ganado.
El Instituto de Investigación de Piensos de la Academia China de Ciencias Agrícolas (CAAS) ha colaborado con la compañía Beijing Shoulang Biological Technology para crear un proceso de fermentación gaseosa con el que han conseguido obtener una proteína que se puede transformar en pienso para animales.
Según explica el periódico estatal Science and Technology Daily, el método utiliza una bacteria llamada Clostridium autoethanogenum, que se utiliza habitualmente para fabricar etanol, para sintetizar proteínas a partir de los gases ricos en monóxido de carbono, dióxido de carbono y nitrógeno que emiten las industrias.
El equipo ha puesto en marcha, según los medios chinos, una instalación en la provincia septentrional de Hebei para convertir los gases que emiten las fábricas de la siderurgia en 5.000 toneladas de proteínas al año. Y el Ministerio de Agricultura chino, afirman, ya ha dado el visto bueno para la utilización de esta proteína para la alimentación animal.
La falta de tierras de cultivo productivas y el aumento de la demanda de una población cada vez más acomodada ha provocado la escasez de productos agrícolas en China. Esto provoca, según informa el medio chino The Science and Technology Daily, que el país asiático tenga que traer de fuera el 80% de las materias primas que utiliza.
Dentro de estas importaciones está la soja. China es el principal importador mundial de esta planta y la compra en grandes volúmenes de países como Brasil, Argentina o Estados Unidos. Según Bloomberg, la mayor parte de esta soja se tritura para producir harina, principalmente para alimentar a su cabaña porcina, la mayor del mundo.
Con este nuevo método, afirman los investigadores, China puede llegar a producir 10 millones de toneladas de proteínas sintéticas, lo que equivaldría a unos 28 millones de toneladas de soja que se importan anualmente. Además, añaden, aplicar esté sistema para producir proteínas sintéticas a gran escala también ayudaría a China en su programa de descarbonización, uno de los grandes objetivos del gobierno de Xi Jimping.
Aparte de esta fábrica de China, hay otras ‘startups’ que están creando piensos sintéticos a partir de los gases residuales. La británica Deep Branch, utiliza CO2 e hidrógeno limpios para generar una proteína unicelular optimizada para alimentar a peces y aves de corral. Calysta, con sede en Estados Unidos, acaba de anunciar una inyección de capital de 39 millones de dólares para expandir su negocio y promete que para 2022 alcanzará las 20.000 toneladas de producción anual.
Según comentan estas compañías, este método para producir proteínas es seguro y nutritivo para los peces, las aves y el ganado, y su calidad ha sido validada a través de extensas pruebas. Además es un método sostenible para conseguir piensos para animales y dejar atrás la soja cuyas plantaciones extensivas han sido muy criticadas en el pasado por causar la deforestación de grandes extensiones de terreno en Sudamérica.
China no será la primera en probar este método, pero su fábrica será la que más produzca en el mundo si consiguen llegar a los 10 millones de toneladas que prometen los investigadores.
[Fuente: Por Omar Kardoudi, El Confidencial, Madrid, 07nov21]
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