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16sep06
Renuncia el ministro de Hidrocarburos, Soliz Rada.
El ministro de Hidrocarburos de Bolivia, Andrés Soliz Rada, considerado gestor del plan de nacionalización de las reservas de gas natural y petróleo que emprendió el país andino el 1º de mayo, presentó ayer su renuncia "irrevocable" alegando "razones personales".
En una carta dirigida al presidente Evo Morales, Soliz Rada aseguró que el 17 de mayo pasado ya había hecho conocer "la urgencia" que tenía de alejarse del gabinete "por razones personales. En esa oportunidad, a pedido suyo y del señor vicepresidente, Alvaro García Linera, acepté mantenerme en el cargo de ministro de Hidrocarburos y Energía por un tiempo adicional. Considero que ese lapso se ha cumplido", detalla la carta, que se conoció en momentos en que Morales asiste en La Habana a la cumbre de países No Alineados.
En Cuba, Morales no se sorprendió. Dijo que en efecto sabía la intención de Soliz y aseguró tener varios posibles sustitutos.
"Aprovecho la oportunidad para dejar constancia del patriotismo con que dirige los destinos del país, razón por la que siento agradecimiento por haberme permitido acompañarlo en la histórica nacionalización del gas y del petróleo, del primero de mayo pasado", dijo Soliz.
Anoche, el presidente Morales designó en su reemplazo al economista Carlos Villegas, hasta ahora ministro de Planificación.
El jueves, hubo una crisis entre la mayor inversora extranjera del país, la brasileña Petrobras, y el gobierno de Morales por una resolución de La Paz sobre el manejo de las refinerías que tiene el grupo de Brasil, que como el resto del sector debe renegociar contrato para asociarse con YPFB, la estatal que tendrá el monopolio de la comercialización. Por la noche, gestiones entre el presidente Lula Da Silva y su asesor Marco Aurelio García y el gobierno de La Paz destrabaron la situación.
La norma obligaba a las refinerías de Petrobras a depositar el resultado de sus ventas en cuentas estatales. Pero a pocas horas de conocerse y tras las quejas de la empresa, quedó "suspendida", tras febriles gestiones entre Brasilia y el Palacio Quemado.
Soliz fue siempre muy crítico de las ventajas que tuvieron las transnacionales, en especial Petrobras, cuando llegaron al país gracias a reformas liberales del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, en la década pasada. Cuando se anunció la nacionalización, que lo encontró en primera fila junto a Morales, Soliz dijo a Clarín que se gravaría con más regalías a sus megapozos de San Alberto y San Antonio porque previamente el trabajo de exploración había corrido por cuenta de YPFB, que usufructuó luego el grupo brasileño.
Petrobras, y las firmas privadas en general, no querían a Soliz en el Ministerio clave del proceso. Su salida es un alivio para ellas.
Hace tres semanas, en el Senado la oposición de derecha aprovechó una denuncia de irregularidades en la YPFB, que derivó en la renuncia del director, Jorge Alvarado, y algunos de sus asesores, y quisieron echar a Soliz con una "moción de censura". En ese entonces Morales lo retuvo y criticó la maniobra legislativa.
Tras la renuncia de Soliz Rada, renunciaron también todos sus subalternos. Ahora la nueva gestión ministerial deberá afrontar la etapa actual de la nacionalización: la auditoría a cada empresa y la migración de contratos de la vieja legislación (Sánchez de Lozada) al nuevo marco impositivo.
Según analistas, el origen político de Soliz Rada, distinto a otros dirigentes del Movimiento al Socialismo (MAS, de Morales), crearon internas palaciegas.
Ayer el ahora ex ministro —escritor, periodista, ex legislador y ex militante de Conciencia de Patria (Condepa, partido que funcionó hasta hace unos años en Bolivia)— escribió: "La nacionalización impulsó de forma decisiva el proceso de recuperación de la dignidad y autoestima de nuestro pueblo que las políticas neoliberales y racistas pretendieron aplastar de modo definitivo". Y con ella se recuperaron "alrededor de US$ 200.000 millones en reservas de gas y petróleo, cuyo valor pretendían anotar las petroleras en las bolsas de valores como si fueran suyas".
Una de sus últimas tareas fue desbaratar una adjudicación directa a grupos de Brasil y Santa Cruz de la Sierra del yacimiento de hierro y manganeso El Mutún (de los mayores del mundo) y promover con el resto del gobierno una licitación que al cabo ganó el grupo indio Jindal Steel & Power, que deberá asociarse al Estado para explotar esa mina.
[Fuente: Clarin, Bs As, Arg, 16sep06]
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