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23dic04
La DEA conocía que oficiales del ejército protegían el narcotráfico.
El ex presidente Hipólito Mejía, según versiones castrenses, conocía las sospechas de que el capitán Quirino Paulino Castillo, de 44 años, traficaba con drogas, pero optó por mantenerlo en el Ejército Nacional cuando la inteligencia militar le advirtió la conveniencia de cancelarlo.
De acuerdo a esos informes, el mandatario habría sido enterado de que los movimientos de ese oficial eran vigilados desde hace dos años por la agencia antidrogas de los Estados Unidos (DEA), bajo el supuesto de vinculación al narcotráfico internacional.
Cuando la inteligencia militar enteró de esa presunción a Mejía, éste creyó inoportuno separar al oficial en esos momentos. La recomendación de ingresar a Paulino Castillo al Ejército Nacional y su ascenso a oficial, según documentos militares en LISTíN DIARIO, fue hecha por el entonces jefe de Estado Mayor de ese cuerpo, mayor general Jorge Radhamés Zorrilla Ozuna.
Para Mejía, representante del Poder Ejecutivo, la inconveniencia de apartar al oficial en esos momentos era que tal propuesta le fue hecha en abril, cuando faltaban pocos días para las votaciones de mayo siguiente.
La campaña
En ese entonces, el gobernante tenía puesto su mayor interés en ganar la reelección, para lo cual intensificaba el proselitismo, escenario en que los candidatos se esfuerzan por no cometer errores explotables por sus adversarios.
De ahí que la respuesta de Mejía fuera precisamente la de mantener al vigilado militar en el Ejército Nacional, para ''evitar conjeturas'', conforme a las versiones de las fuentes de inteligencia que le enteraron del asunto.`
Los reportes
De acuerdo a ese relato, la inteligencia tenía infidencias de agentes de la DEA e informes desde los Destacamentos Operativos de Inteligencia Fronteriza (DOIF), integrados por los distintos organismos de seguridad del Estado, entre ellos la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD). Esos destacamentos están esparcidos de manera estratégica en los más de 300 kilómetros de frontera entre República Dominicana y Haití, adonde registraban frecuentes viajes de Paulino Castillo en su helicóptero. Los oficiales de inteligencia concluyeron en que eran ''injustificables'' las millonarias inversiones agropecuarias que tenía el capitán en provincias fronterizas como San Juan y Elías Piña.
El sábado pasado, en una operación conjunta de la DEA y la DNCD, fueron incautados mil 387 kilos de cocaína valorados en 900 millones de pesos, cuando la policía contra narcóticos interceptó el camión en que era transportada en la autopista Duarte, en las proximidades de Los Alcarrizos, al Oeste del Distrito Nacional.
En esa acción fueron detenidos el teniente coronel policial Lidio Arturo Nin Terrero, comandante de la cárcel pública de Azua, a unos 120 kilómetros al Sur de la Capital, imputado de franquear el cargamento. El oficial justificó su presencia en el camión en que había pedido ''una bola'' al conductor, un primo suyo, Tirso Cuevas Nin.
[Fuente: Por Félix Méndez, Listín Diario, Santo Domingo, 23dic04]
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