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13dic16
Europa se traga su veto a Cuba
Europa aprovecha el titubeo de EEUU para dar un golpe de timón en el Caribe. Ante el limbo en el que entró el deshielo de las relaciones entre Washington y La Habana a instancias de Donald Trump, la Unión Europea decide tragarse el veto que le impuso a Cuba hace dos décadas, para aventajar al país norteamericano.
En 1996 los países miembro de la UE firmaron la llamada 'posición común' que ligaba el avance de las negociaciones con Cuba, a los avances democráticos y en DDHH en la isla. No supieron en ese momento el giro que darían las circunstancias 20 años después, cuando el propio presidente de EEUU decidiría que ya era momento de comenzar a hacer negocios con la Isla.
Entonces, Europa sintió que perdía pie, que podía quedarse sin su cuota de mercado. Barack Obama se adelantó y los países europeos quedaron en el vagón de cola para comerciar con Cuba. Pero para 'bien' del bloque europeo, las elecciones en EEUU representaron un giro tan inesperado como ventajoso para sus aspiraciones caribeñas: tras ser electo como presidente, Donald Trump plantó la bandera de la incertidumbre con respecto al deshielo de las relaciones con el Gobierno de Raúl Castro.
Ahora o nunca, es lo que habrán pensado las autoridades europeas, que como buenos pescadores decidieron sacar ganancia del río revuelto. Y arremetieron con un acuerdo histórico para normalizar las relaciones con Cuba. Ocurrió en el marco del encuentro de los ministros de Asuntos Exteriores de la UE en Bruselas, y el pacto contempla el diálogo político y la cooperación mutua entre las partes.
"Es un día histórico", dijo con pompa Federica Mogherini, jefa de la diplomacia europea. Y mientras la funcionaria aludía al acuerdo como "la primera relación contractual entre la UE, sus Estados miembro y Cuba", su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, hablaba de "enriquecer una relación histórica y culturalmente intensa".
El columnista de Sputnik y exdirector de la cadena EuroNews, Luis Rivas, señala que "Europa intentó arreglar definitivamente sus relaciones con Cuba cuando el bloque vio el peligro del acercamiento entre EEUU y Cuba", momento en "que se dieron cuenta de que había que acelerar las negociaciones".
Ante el inminente deshielo de las relaciones entre La Habana y Washington, "la UE se quedaba descabalgada y un poco paralizada y aislada de esa reanudación de relaciones que significaba que Obama tomara esa iniciativa, con lo cual Cuba pasaba a un primer plano internacional, y la UE quedaba aparte", indica el periodista.
Con este acuerdo, señala Rivas, "Europa intenta retomar la iniciativa y recuperar el tiempo perdido con Cuba, y se produce precisamente en el momento en el que hay un cierto desconocimiento de cuál será la actitud definitiva de Donald Trump hacia La Habana".
"Hace muchos años ya que la Unión Europea sabe que si se produce una apertura comercial entre EEUU y Cuba, tanto el bloque como sus empresas sufrirían bastante. En ese aspecto Donald Trump jugará el pragmatismo", concluye Luis Rivas.
[Fuente: Sputnik News, Moscú, 13dic16]
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