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20sep05
Las desventuras del hijo de Margaret Thatcher.
Si una historia de amor tenía un final previsible, ésta era la del matrimonio de sir Mark Thatcher con la millonaria texana Diane Burgdorf. Ayer terminó en divorcio, cuando --en un comunicado conjunto-- la pareja anunció el fin de su unión, después de 18 años de "una irrecuperable relación".
El hijo de la baronesa Margaret Thatcher aseguró que buscará una nueva base en Europa. Por ahora, está alojado en la casa de Knightbrigde de su madre, la ex primera ministra Margaret Thatcher, con la entrada prohibida a Estados Unidos por sus antecedentes judiciales, tras haber organizado un golpe de Estado en Guinea Ecuatorial desde su residencia en Sudáfrica. Diana, su esposa estadounidense, ha decidido instalarse en la mansión familiar en Texas, junto a sus hijos Michael, 16, y Amanda, 12, los únicos nietos de la ex premier.
La Dama de Hierro fue la primera en enterarse de la decisión de la pareja, que vivía en Sudáfrica después de que Mark tuviera problemas de negocios con sus transacciones en armamentos con Oman en Estados Unidos y se mudara a Cape Town ante la resistencia de su esposa. La ex premier británica se mostró "entristecida por la decisión".
En su comunicado, sir Mark y lady Diana se refirieron elípticamente "a los difíciles doce meses" que los llevaron a la separación. Una buena síntesis del drama familiar que significó para la millonaria norteamericana tener a su marido detenido en una cárcel sudafricana, acusado de haber financiado un golpe de Estado para derrocar al presidente de Guinea Ecuatorial. Un país africano muy rico en petróleo, en el que proyectaba imponer a otro candidato residente en España, que le había asegurado contratos de negocios si llegaba al poder, con la ayuda de un grupo de mercenarios y ex soldados de las tropas especiales británicas del SAS. Hoy están todos detenidos y condenados hasta con 7 años de cárcel en Zimbabwe.
No hay ningún detalle de esos "12 difíciles meses". Sólo se sabe que los abogados de Dallas, representando a la pareja, llegaron a un acuerdo financiero que permanece en secreto. Todos conocen que Diana es hija de un millonario texano, un "self made man" que hizo su fortuna como proveedor de accesorios para la industria del petróleo.
Los supuestos millones de sir Mark son más etéreos y oscuros. Algunos creen que hizo una fortuna con el tráfico de armas. Recuerdan haberlo visto junto a los más íntimos asesores del general Augusto Pinochet y el industrial de la "bomba racimo", Carlos Cardoen, en Chile, negociando contratos de armamentos cuando su madre estaba en el poder. O con permanentes viajes a Arabia Saudi ta, aprovechando las influencias de primer ministro de su mamá, para hacer negocios con el reino. Eran los tiempos en que Saddam Hussein era amigo de Occidente. Thatcher se hizo millonario en esos días.
Una serie de aventuras comerciales, y especialmente la pérdida de poder tras la partida de su mamá de Downing St, lo han dejado mal parado. Algunos de sus amigos hablan de que sólo ha quedado con un millón de libras esterlinas.
Cuando fue detenido en Sudáfrica bajo acusaciones de haber financiado el golpe de Estado en Guinea Ecuatorial y admitió los cargos, fue su madre quien pagó la fianza. Su esposa Diane partió en el mismo instante a Texas junto a sus hijos. Estados Unidos le prohibió a él la entrada porque era un convicto, a pesar de las gestiones de Lady Thatcher ante la administración Bush.
En su cumpleaños numero 52, sir Mark fue visto con una rubia elegante en un chic y famoso restaurante de Berkshire que las críticas consideran el mejor del mundo. Otra rubia diferente fue su acompañante en el Hotel de París, en Montecarlo, la semana pasada. Allí es donde piensa radicarse este exilado tributario inglés, cuyas actividades concretas son un gran punto de interrogación.
Diana no podía soportar la oscuridad de los negocios de su marido. Cuando las autoridades estadounidenses le negaron la visa a sir Mark, decidió poner punto final a su matrimonio. La inocente texana creía haberse casado con un "Royal" británico. Segun testigos de muchas de sus comidas en Sudáfrica, la desilusión fue inmensa. Descubrió que su marido es un abusador y un violento y que su suegra era una anciana alcohólica, que defendía su gobierno y su gestión en el comedor de su casa de una manera agresiva e ignoraba su presencia. Cuando eso sucedía, Diana pedía discretamente disculpas y se retiraba de la mesa.
Ahora volvió a Texas definitivamente y sus hijos estudiarán en EE.UU. y no en un colegio para pupilos británicos, como quería su papá.
[Fuente: Por María Laura Avignolo Clarin, Bs As, Arg, 20sep05]
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