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16mar16
Detienen a un alemán, un nigeriano y un español como parte del comercio internacional de cocaína
Este miércoles fue detenido por la Policía el ciudadano alemán Miro Niemeier Risvanovic, con lo que está sería la tercera captura de un extranjero con nexos con la banda criminal 'clan Úsuga'.
El extranjero, de 35 años, es senañado de coordinar la compra de cocaína en laboratorios del occidente del país y con otras personas las transportaban a la costa de Urabá, en vehículos acondicionados para esa tarea.
Sin embargo, no es el único extranjero que ha colaborado con esta banda criminal. En octubre del año pasado fue detenido el ciudadano africano Chidi Samuai, de 37 años, en medio de una operación de la Dijín y la DEA.
Samuai es señalado de ser uno de los principales enlaces del 'clan Úsuga' en el tráfico de cocaína a España, Rusia y Estados Unidos.
Las autoridades establecieron que el africano se presentaba en Medellín como un artista, actor, pintor y hasta empresario, dueño de una fábrica de jeans en la capital paisa que llevaba uno de sus apellidos: Siachi Couture Jeans.
Samuai utilizaba ese cargo como fachada para reclutar mujeres, que no solo fueron colombianas sino también extranjeras y las utilizaba como 'mulas' para llevar droga hacia otros países.
La Dijín indicó en su momento que las 'mulas' que el africano, nacido en Nigeria, reclutaba y que luego fueron capturadas coincidían en el material de las cápsulas con coca que traficaban. No eran en latex, como las comunes, sino en fibra de vidrio para que resistieran largos viajes. Esto, porque su estrategia además era que los correos humanos en su mayoría no salieran por aeropuertos colombianos sino de países vecinos, especialmente por Venezuela.
No obstante, no es el único señalado de reclutar a las llamadas 'mulas'. En octubre del año pasado fue capturado el ciudadano español Manuel Montoro Lechado, quien había llegado hace un año al bajo Cauca antioqueño. También responde como uno de los reclutadores de correos humanos para el 'clan Úsuga'.
Según las autoridades, el extranjero se estableció en Medellín, desde donde habría manejado dos modalidades de envío de droga de esta banda hacia Europa. Reclutaba mujeres, especialmente entre 15 y 20 años, y les ofrecía dinero para servir como correos humanos.
Los investigadores de la Policía documentaron al menos 30 casos de mujeres que habrían sido intimidadas por el extranjero. Además, hay una denuncia de transportadores de la zona a quienes el extranjero habría presionado para que movieran alijos de la organización desde campamentos en zona rural de Caucasia con destino a centros de acopio en el golfo de Morrosquillo.
[Fuente: El Tiempo, Bogotá, 16mar16]
Corruption and Organized Crime
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